Borrar
Algunos padres hablan sobre la medida mientras esperan a sus hijos en la puerta del centro.
Los padres del María Díaz de Béjar no quieren la línea fría en el comedor

Los padres del María Díaz de Béjar no quieren la línea fría en el comedor

Han celebrado un consejo escolar para intentar buscar una solución y quedarse con la comida hecha en el propio centro

ELENA GÓMEZ / WORD

Martes, 21 de octubre 2014, 12:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los padres de los alumnos del colegio comarcal María Díaz, en Béjar, recibieron a finales de la semana pasada la noticia de que, a partir del próximo día 1 de noviembre, los alumnos que se quedan en el comedor dejarán de tener a su disposición la comida hecha en la cocina del propio centro y pasarán a tener la conocida como línea fría.

Esta decisión no ha sentado nada bien entre los padres de los alumnos, quienes en una gran mayoría, han mostrado su desacuerdo con la medida y piden que el centro mantenga la cocina, por lo menos hasta el final del curso presente.

Sin embargo, según informa el propio director del centro,Carlos Torrego, «no es una decisión de la dirección del colegio, sino que viene dictada por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León».

Por ello, y ante la petición de los padres, ayer se convocó un consejo escolar en el que se explicó la situación y se intentó buscar un acuerdo que agradara a todos.Sin embargo, al finalizar el encuentro entre los representantes de los diferentes sectores del centro, no trascendió información alguna sobre el contenido de la reunión, y se indicó que hoy se harían públicos los temas tratados y los acuerdos alcanzados, una vez se hubiera redactado el acta definitiva de la reunión.

Aunque reconocen que el tema es complicado, ya que es una orden de la Junta para aplicar una normativa que se publicó en el boletín provincial en el año 2008, los padres se niegan a acatar en un principio esta norma, y podría ser que se iniciaran algunas acciones colectivas para mostrar su descontento a la Junta.

La aplicación de esta norma, que ya se ha implantado en decenas de otros centros a lo largo de toda la comunidad, acabaría con el servicio de cocina del centro, en el que trabajan dos cocineras y cuatro monitoras y que da de comer a alrededor de un centenar de menores, e implantaría la línea fría, consistente en comida precocinada y transportada hasta el centro dos días a la semana (lunes y miércoles) donde sería calentada y servida, según cuentan los padres.

Algunos de ellos, mientras esperaban ayer a la salida de sus hijos de clase aseguraban que de mantenerse esta decisión podrían llegar a tomar medidas también a nivel particular, como «dejar de traer a los niños al comedor» o incluso «buscar otro centro para el año que viene que me quede más cerca».

Y es que para muchos, uno de los puntos fuertes de este colegio, es precisamente su servicio de comedor, en el que «comen como en casa».

«Si van a comer todo precocinado y pasado por no sé cuántos procesos me los llevo a comer a casa», señalaba una madre, mientras que otra indicaba que «yo también y los sacaría de las extraescolares, ya que vienen porque ya están aquí, pero si tengo que bajármelos a comer y volver a subirlos no van a venir más».

Así pues, la línea fría se ha convertido en un gran problema para la comunidad educativa del María Díaz, que sigue buscando la solución que mejor se ajuste a su caso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios