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Reconocimiento al Mateo Hernández por sus 30 años al servicio de la educación

Reconocimiento al Mateo Hernández por sus 30 años al servicio de la educación

El Centro de Adultos de Béjar empieza un nuevo curso con 650 alumnos inscritos en las diferentes posibilidades de su oferta educativa

ELENA GÓMEZ / WORD

Miércoles, 24 de septiembre 2014, 12:31

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La entrada del Centro de Educación para Adultos Mateo Hernández de Béjar luce, desde ayer, una placa conmemorativa de sus tres décadas de existencia dedicadas a formar a personas adultas para que adquieran, actualicen, completen o amplíen sus conocimientos y aptitudes que les permitan un desarrollo tanto personal como profesional. En dicha placa, cuya colocación se aprobó gracias a la propuesta por parte del Grupo Socialista y al apoyo del resto de grupos en el pleno del pasado mes de mayo -con la intención de que se pusiera antes de que finalizara el pasado curso, en el que se cumplían los 30 años del centro-, se puede leer Se equivoca aquel que no quiere aprender por parecerle que ya es tarde, una frase de Séneca que, según la actual directora del centro, María del Castañar Corral, «expresa totalmente la filosofía del centro, en el que los alumnos y sus ganas de aprender y su interés son los que lo mantienen funcionando».

En el acto de inauguración de la placa estuvieron presentes el alcalde de Béjar, Alejo Riñones; el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Bienvenido Mena, y el director provincial de Educación, Jesús Laborda.

Riñones destacó los «30 años de servicio de un montón de profesores que han pasado por aquí y que han dado lo mejor de su vida en pro de la educación de aquellos que de pequeños no se dieron cuenta de la importancia de estudiar o no tuvieron la oportunidad» y el hecho de que, a día de hoy, el centro cuente con 650 alumnos, «más que cualquier instituto de Béjar».

Por su parte, Mena -que fue uno de los cuatro primeros profesores que tuvo el centro- recordó los difíciles inicios del centro que, aseguró, se logró llevar adelante «gracias a la ilusión que se puso desde un principio en este proyecto». «Yo recuerdo que las personas que venían en aquel primer año lo hacían en busca de oportunidades, ya que coincidió con la época en la que se cerró la textil y se estaban pasando momentos muy difíciles, por lo que la gente venía buscando una oportunidad para mejorar y tener una calidad de vida», aseguraba Mena.

Laborda quiso agradecer el trabajo de «los grandes profesionales» que han llevado adelante el centro durante 30 años. En cuanto a futuras inversiones en centros de Béjar por parte de la Dirección Provincial de Educación, Laborda aseguró que «estamos esperando que cada centro nos comunique los problemas que hay y tomaremos toda esa información para ver qué necesidades existen y qué necesidades se pueden satisfacer».

En el acto de inauguración de la placa, al que siguió una visita al centro, también se contó con la presencia de la concejala de Educación de Béjar, Inmaculada Martín; la de Cultura, Purificación Pozo, y el concejal de Obras, Alejandro Romero, además de profesores del centro.

30 años de educación

La inauguración de la placa conmemorativa de los treinta años de servicio a la educación del Centro de Educación para Adultos Mateo Hernández no fue lo único que centró la actividad en el mismo durante la mañana de ayer. Y es que fueron muchos los alumnos que, durante toda la jornada, se pasaron por el mismo para consultar las listas de admitidos y de reservas en alguno de los múltiples cursos que ofrece el centro, desde obtención del título de ESO hasta la preparación de las pruebas de acceso a grado superior o a universidad, pasando por supuesto por numerosos cursos entre los que destacan los de inglés e informática, pero entre los que también se encuentran algunos de economía, cultura, educación medioambiental y salud o arte.

Los alumnos de este centro, según señala Cipriano González, quien fuera el primer director del centro y que, a día de hoy, sigue impartiendo clase en el mismo, es más diverso que al principio, ya que, dada la amplia oferta educativa, «es un alumnado que busca resolver nuevas situaciones que la sociedad le plantea pese a que sí han tenido una formación, no como el alumnado de hace 30 años que básicamente pretendía resolver esa carencia de formación». Es el caso de los alumnos que acuden al centro a aprender inglés o informática que, según señala la directora del centro, «son los cursos más demandados».

Estos alumnos, tal y como destacan algunos de ellos mismos, acuden al centro para «adquirir conocimientos, para no estar en casa y no saber qué hacer con un ordenador ni tener que preguntarle todo el rato a nuestros hijos o sobrinos».

Otro estudiante, que ha sido admitido en el curso de arte, asegura que acude al mismo «por el placer de seguir aprendiendo, para poder conocer y discutir sobre algo que me gusta y me interesa».

Otros alumnos, tal y como indica González, siguen pareciéndose a aquellos de los primeros años, con la diferencia de que son más jóvenes, y «acuden al centro para obtener la titulación que no han tenido en la educación reglada en la que ya han agotado todas las convocatorias».

Además de la formación que se da en el centro, el CEPA Mateo Hernández ofrece la posibilidad de recibir unas horas de enseñanzas iniciales a personas de diferentes puntos de Béjar pero también del resto de la comarca, concretamente de Valdesangil, Palomares, Navalmoral, Sorihuela, Lagunilla, Linares y, este año como novedad, Santibáñez de Béjar.

Por otra parte, tanto profesores como la dirección del centro destacan la especial relación que se crea en el mismo, siendo numerosos los encuentros que se realizan, con una alta participación por parte del alumnado -tanto en los encuentros de los alumnos de los pueblos donde se da la enseñanza inicial como de todo el centro en si, juntando a todos los cursos-. Y es que la ilusión, tanto del profesorado como del alumnado, con la que se empezó este centro, parece no haberse acabado.

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