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Dos personas disfrutan de la soleada mañana degustando una tapa y un refresco en una terraza de la Plaza Mayor.
‘Extravío’ de dietas por vacaciones

‘Extravío’ de dietas por vacaciones

Jorge Holguera Illera

Viernes, 8 de agosto 2014, 12:51

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El buen tiempo incita salir de casa y disfrutar de alimentos acompañados de bebidas refrescantes. Las vacaciones son un a razón sólida para justificar un capricho y sobrepasar esos límites autoimpuestos el resto del año.

Al terminar el año, muchas personas hicieron los propósitos, entre los cuales suelen destacar los que hacen referencia a dietas y puestas a punto físicas para lucir en verano un cuerpo diez.

Ahora que estamos en pleno verano, muchas personas ya han disfrutado de sus vacaciones, otras están en ello y el resto de las personas que pueden tener vacaciones veraniegas lo harán en breve.

Para informarnos de sí efectivamente nos alimentamos bien en verano recurrimos a la nutricionista Irene Blanco, propietaria de www.clinicablancodietetica.com. Con el fin de conocer las repercusiones que puede tener a nivel psicológico contamos con la aportación de Javier Barreiro, psicólogo.

Descuidado

Efectivamente, en opinión de Irene Blanco, estos días, por norma general, «se descuida mucho la alimentación». El problema emerge «cuando salimos de nuestra ciudad» explica esta nutricionista. Estos días propios para ir de vacaciones se evita cocinar, por lo tanto la comida es «más prefabricada, menos casera y más calórica», apunta Blanco.

Durante estas jornadas, en que por estar fuera de casa o con la excusa de que estamos de vacaciones se aprovecha para acudir más al restaurante y se recurre mucho al terraceo. «Salimos por las terrazas y comienza el picoteo, con la caña nos ponen un plato de patatas, esto nos hace comer de forma poco adecuada», aclara Irene Blanco. En cuanto a los regímenes se refiere, esta nutricionista considera que la mayoría de las personas «suelen dejar las dietas estos días, una vez que se ven bien se relajan», relata.

Las recomendaciones de esta experta en dietética y nutrición son claras y contundentes cuando se trata de la alimentación de los niños. Irene Blanco recomienda que, «se respeten los horarios de comidas en la medida de lo posible para evitar que piquen entre horas». En vez de darles tantos helados, Irene Blanco, aconseja que se aproveche está época con tanta variedad de fruta nacional en el mercado, para darles este alimento sano, fresco y dulce.

Esto que es una pauta muy sugerente para los más peques, también lo hace extensible a los adultos. Además agrega otra sugerencia muy oportuna para esos días de playa en que se come o cena en el restaurante. Considera muy oportuno aprovechar el picnic para «consumir algo más ligero, bien será un gazpacho, una ensalada».

Restaurante

Irene Blanco explica que, se puede comer bien también en el restaurante. Lo importante es saber «elegir», se puede optar por «menús de verduras, escoger en vez de frituras carnes o pescados a la plancha e incluso mariscos», aconseja.

Las altas temperaturas piden el consumo de más líquidos. «Se abusa mucho de refrescos o bebidas azucaradas», esto es algo que se debería evitar y sustituir por agua.

El verano es época en que, «se tiene menos hambre, y, por ello, se tiende mucho al picoteo», señala Blanco. «El calor pide comida ligera y la dieta puede ser más saludable si se hace bien, porque hay más variedad de frutas y verduras», aclara.

En cuanto a si ésta mala alimentación puede tener repercusiones a nivel personal, el psicólogo Javier Barreiro explica que el tema de la imagen corporal suele ser lo que hace que la gente solicite dietas. Una de las cuestiones por las que más se pueden ver afectadas las personas es el hecho de ver que otras personas están relativamente mejor cuidadas. «Haces comparaciones con otros y si no tienes suficientes recursos psicológicos puede trasladarse una distorsión de la imagen corporal porque puedes pensar que lo que perfecto es lo que venden los medios», resume.

A parte, Barreiro concreta que se trata de algo muy elemental, «evidentemente el grado de bienestar de una persona se ve influido por su estado de salud, y ésta se ve condicionada por el tipo de alimentación que consumido. Una alimentación más equilibrada se asocia directamente con un mayor grado de bienestar, y al contrario, comer peor se vincula con mala salud y malestar psicológico».

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