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Paco Viruega y Florencio Velázquez realizan la limpieza del trigo para simiente en la era de la familia Igea.
Los agricultores cerealistas seleccionan la semilla para la próxima campaña

Los agricultores cerealistas seleccionan la semilla para la próxima campaña

Las numerosas espigas vanas y pequeñas derivadas de un mal año hacen que se alargue la limpieza del grano

Jorge Holguera Illera

Martes, 29 de julio 2014, 14:57

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La profesión del agricultor es como la propia naturaleza, tiene un ciclo continuo que nunca se sabe cuándo termina y cuándo vuelve a comenzar. En estos momento se está realizando el que puede ser considerado el primero o uno de los primeros trabajo de la próxima campaña agrícola. Se trata de la selección y limpieza del cereal.

En las eras de Cantalapiedra, los agricultores ya se han puesto manos a la obra con la labor de preparación de la semilla para la próxima campaña. El buen labrador sabe antes de cosechar dónde están los mejores granos, que serán los que guardará para sembrar la próxima campaña. Éstos irán a parar a montones diferentes en las eras, que son los que tiene la semilla que ahora seleccionan los agricultores.

Todas las eras que bordean el término municipal de Cantalapiedra están en activo estos días. En todas ellas se está realizando la labor de selección del cereal que, a partir de ese momento, se convertirá en simiente. Hay quienes realizan la limpieza de la semilla con la propia cosechadora, otros la seleccionan con aquellas viejas aventadoras que continúan funcionando como siempre y limpian mejor que las nuevas. Otros utilizan seleccionadoras acopladas a la toma de fuerza del tractor, unas más modernas de cilindro y otras, menos nuevas.

En la era de Fermín usan una antigua aventadora que ha sido adaptada a los nuevos tiempos con motores eléctricos y con sinfines. También cuenta con un sistema casero para la aplicación del producto que se aplica a la semilla para su mejor conservación. El agricultor Luis cuenta que, en su día, el dueño de la explotación quiso comprar una seleccionadora más moderna pero que solamente contaba con dos cribas, entonces optaron por conservar la que poseen, ya que el resultado es muy bueno en la limpieza del grano.

Esta máquina posee dos cribas principales más dos secundarias. Recuerda con gracia el nombre que usa para denominar a la actual vieja aventadora que usan cada año para limpiar el grano. Dice que la llaman La Deseada, porque después de adquirirla tuvieron que esperar mucho tiempo para recibirla.

En esta era, en concreto, criban alrededor de 20 toneladas de cebada, 15 de trigo, unas cinco de avena negra y otras tantas de centeno. Es la cantidad de grano que estiman que van a usar para completar las siembras de las extensas fincas de la explotación que cultivan.

Pese a los bajos precios, las eras de la provincia están vacías

  • Aunque es pronto, las eras de Cantalapiedra y del resto de pueblos de la provincia están vacías de grano que no sea el de semilla. A pesar de que los precios han sido bajos y, en muchos casos, no han dado para cubrir gastos, los labradores han tenido que optar por la comercialización de toda la cosecha obtenida para poder hacer frente a las facturas. La coyuntura económica del sufrido agricultor que arrastra varias campañas poco halagüeñas se han unido a la fuerza de las grandes comercializadoras de cereal que han conseguido abaratar los precios del grano pese a la escasez del mismo, debido a las precarias cosechas recogidas en la zona. Otra de las circunstancias que propicia la difícil subida de precios es la escasez de ganaderos. Los pocos que quedan en la provincia no absorben todo el cereal producido en la zona.

Este año, como consecuencia del mal año y la nefasta cosecha, mucho grano se ha quedado vacío y otro demasiado pequeño, con lo que se desecha bastantes kilos inservibles. Además, se hace más largo el proceso de selección.

Aproximadamente se pueden limpiar una media de 3.500 kilos de semilla diarios, eso dependiendo de la maquinaria que se use y del proceso que se siga.

Por ejemplo, en la era de los Paradinas el proceso es más minucioso, porque primero pasan el grano por una seleccionadora cilíndrica y después por una limpiadora un poco más antigua. La limpieza con la que se guarde el grano y después se siembre es vital para evitar que se produzcan vacíos en la siembra, pues la siembra es uno de los momentos más importantes de los que se realizan en el calendario de trabajos agrícolas de la campaña.

En la era de los Igea se encuentran Paco Viruega y su compañero Florencio Velázquez realizando el trabajo de limpieza del trigo. Utilizan una limpiadora acoplada a la toma de fuerza.

Al igual que el resto de labradores del término colocan la máquina estratégicamente, pues es necesario tomar en cuenta el sentido del viento. Los días con aire en movimiento son mucho más propicios para esta labor, porque facilita la limpieza de los granos vanos y las pajas.

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