La Usal confía en recibir 2.000 alumnos en sus 72 cursos estivales aunque haya suspensiones

La Universidad prevé matricular unos 2.000 alumnos en los 72 cursos de verano que celebrará durante los meses de junio y julio. La nueva edición se presentó ayer ante la opinión pública de la mano de la vicerrectora de Docencia de la Usal, CarmenFernández Juncal, y del director del Centro de Formación Permanente de la institución académica, Juan Luis García Alonso.

Profesorado, en su mayor parte de la Usal, impartirá los cursos, que abordarán un variado y variopinto elenco de contenidos, todos ellos propuestos por departamentos de las diferentes áreas de conocimiento. De las 79 solicitudes tramitadas, la Comisión de Formación Permanente acabó aceptando 72 y excluyendo siete. De estos últimos, seis no se llevarán a cabo al renunciar a los mismos sus promotores y uno no cumplía los requisitos exigidos.

Las actividades docentes arrancarán el próximo 25 de junio y se prolongarán hasta el 29 de julio.Respecto a su distribución geográfica, 29 cursos se impartirán en Salamanca, 11 en Zamora y uno en la ciudad portuguesa de Guarda. Además y como señal inequívoca de la firme apuesta del equipo rectoral por la enseñanza a través de Internet, 31 de los cursos se impartirán de forma on line.

El amplio abanico de contenidos de los 72 cursos, ocho más que los 64 de 2013, se refleja en algunos de los títulos con los que han sido bautizados.Así, la oferta estival de junio y julio incluye cursos sobre la administración electrónica, las enfermedades de transmisión sexual en el cine, la educación sexual en el ámbito escolar, la presentación de un trabajo de fin de grado, el diseño de escaparates y showrooms y hasta uno dedicado a las conductas antideportivas y las conductas penales.

En un claro afán por exprimir la imaginación para atraer a potenciales alumnos, la Usal impartirá también cursos sobre catas de vino, la gestión de la reputación en la red, las drogodependencias, el mundo de la cerveza y la diversidad sexual en la televisión española. También se habilitarán espacios docentes para asuntos como los juegos tradicionales, las energías renovables, la educación para la salud en las personas con discapacidad, la escultura y pintura digital en tres dimensiones, e incluso los cuentacuentos. De todos modos, la Universidad no oculta que acabará suspendiendo finalmente los cursos que no cuenten con alumnos matriculados, una delicada situación que ya aconteció en la edición del pasado verano, y que se tradujo en la eliminación de 11 de los 64 programados.Con todo, la vicerrectora consideró que la crisis no se está cebando con la Usal, dado que ha sido capaz de mantener en los últimos cursos el volumen de alumnos sin grandes variaciones numéricas.

En materia de tasas, los cursos estivales se caracterizan por una política de ajustes de precios para hacerlos más asequibles.Aunque hay diferentes cuantías, una hora lectiva puede salir por la módica cantidad de tres euros.La fórmula para costear la oferta estival es la autofinanciación con las matrículas.

La programación estival se corona con la celebración en septiembre de los Cursos Cero, destinados a estudiantes que se incorporan a la enseñanza superior. La elaboración de un buen trabajo científico, sesiones intensivas de Latín elemental, los principios básicos de la Química Orgánica, lasMatemáticas y las Ciencias de la Música se tratarán en los mismos.