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Un momento del juicio celebrado en la Audiencia.
Niegan la estafa de 500.000 euros en la edificación de 145 viviendas

Niegan la estafa de 500.000 euros en la edificación de 145 viviendas

Dos mujeres y un hombre se sientan en el banquillo con una petición inicial de cárcel por facturas referidas a promociones en Doñinos y Encinas

Ricardo Rábade

Miércoles, 21 de mayo 2014, 18:21

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A medio millón de euros asciende la cuantía de la presunta estafa que salpica la construcción de dos promociones de viviendas en Doñinos y Encinas de Abajo, caso que obligó ayer a sentarse en el banquillo de los acusados a tres personas, dos mujeres (M.I.E.C. y M.R.H.G.) y un hombre (D.A.R.). En concreto, se trataba de 100 viviendas en Doñinos y 45 en Encinas de Abajo. La petición inicial con la que concurrió el ministerio fiscal al juicio fue de dos años de prisión respectivamente para M.R.H.G. y D.A.R., quienes trabajaron como jefes de producción, y tres años de cárcel para M.I.E.C., quien prestó servicios en el proyecto inmobiliario como jefa de obra. Al parecer y siempre según el relato del fiscal, los acusados emitieron en 2008 certificaciones con cantidades superiores a la correspondientes por las obras que realmente eran ejecutadas.

Durante la vista oral celebrada en la mañana de ayer, quedaron patentes, además, las graves vicisitudes que sufrió la empresa promotora de las promociones de Doñinos y Encinas de Abajo, que desembocaron en un expediente de regulación de empleo, despidos y un proceso de liquidación con el correspondiente concurso de acreedores. Precisamente, las tres personas imputadas acabaron siendo despedidas por la promotora, debido al expediente de regulación de empleo.

La principal acusada (M.I.E.C.) negó tajantemente que hubiera rubricado certificaciones por obras que no hubieran sido ejecutadas. A preguntas del ministerio fiscal y de los abogados, puntualizó que la expedición de certificaciones era un asunto que competía exclusivamente a la dirección facultativa de las obras, y que su firma solo aparecía en concepto de «recibí». Además, la que fuera jefa de obra matizó que «yo mandaba datos a la dirección facultativa, pero eran ellos quienes emitían siempre los informes, yo nunca tuve ese poder y yo nunca fui responsable de las facturas que se emitieron». Además, los imputados coincidieron en declarar que tenían asignado un sueldo fijo cuando estuvieron trabajando con la promotora, y que en ningún momento tuvieron conocimiento de que se estuvieran emitiendo certificados por obras que no se estaban ejecutando.

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