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Ramos y Di María, de discutidos a triunfadores. / Afp
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Sergio Ramos y Di María, a quien Florentino Pérez deseaba traspasar hace unos meses, exigen una mejora contractualEl Real Madrid tendrá que pagar dos millones más por año a Ancelotti y abonar las cláusulas establecidas en los traspasos del ‘Fideo’, Modric y Bale

PPLL

Lunes, 26 de mayo 2014, 20:00

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La décima genera pingües beneficios por ingresos televisivos, premios de la UEFA, merchandaising y contratos de patrocinio, pero le obligará a Florentino Pérez a realizar desembolsos imprevistos para agradecer el esfuerzo de sus jugadores y la heroicidad encarnada por Sergio Ramos en la final de Lisboa ante el vecino de la capital.

Dos minutos le cambiaron la vida al Real Madrid. Si Sergio Ramos no se eleva por encima de la zaga y no firma ese gol del empate que destrozó la moral de los atléticos y permitió el paseo triunfal de los merengues en la prórroga, el futuro de Carlo Ancelotti estaría en el aire, el debate de los porteros se recrudecería hasta límites insospechados y buena parte de la plantilla cotizaría a la baja.

Ahora, el contrato de Carletto se incrementará en dos millones anuales. Según la Gazzetta dello Sport, percibirá nueve kilos y se convertirá en el segundo técnico mejor pagado del mundo, sólo superado por Mourinho (diez millones en el Chelsea) y por delante de Mancini (ocho en el Galatasaray) y Guardiola (7,5 en el Bayern).

Florentino Pérez estaba molesto antes de la final porque entendió que al técnico italiano le faltó mano dura para evitar que sus jugadores se dejasen llevar y tirasen la Liga tras su exhibición en Múnich. Y desde el entorno del presidente tampoco estaban muy conformes con la alineación en la final. Cristiano Ronaldo iba a jugar sí o sí a pesar de estar disminuido por su tendinitis rotuliana y sus problemas musculares, pero Benzema actuó infiltrado y apenas aportó a su equipo en Lisboa y la puesta en liza de Khedira tras seis meses de lesión fue una muestra de desconfianza en Illarramendi e Isco, dos fichajes estrella del verano por los que el club blanco abonó 70 millones.

Florentino Pérez apostaba más por el guipuzcoano y el malagueño que por el croata Modric y, sobre todo, el argentino Di María, quien si a día de hoy sigue en el Real Madrid y no fue traspasado en el último mercado de invierno es por expreso deseo de Ancelotti, cuya experiencia, mano izquierda y buen talante permitieron que las aguas volvieran a su cauce.

El giro del presidente

El Fideo nunca fue del gusto del presidente, y más cuando en su días de malestar por su papel de suplente se acomodó sus partes y provocó las iras de la afición del Bernabéu. El Mónaco llamó a su puerta y el argentino estaba decidido a marcharse porque Carletto no le encontraba hueco en el once. Entraba por las lesiones de Gareth Bale pero no disfrutó como centrocampista hasta que la lesión de Khedira le convirtió en un fijo junto a Xabi Alonso y Modric.

El Real Madrid fichó a Di María del Benfica hace cuatro años, por petición expresa de José Mourinho, y tras un gran desembolso de 25 millones más variables que incluyen, por ejemplo, dos millones más que ahora percibirá el club lisboeta como consecuencia de la Champions. Curiosamente, la décima también provoca que el club blanco tenga que abonar 6,8 millones al Tottenham por cláusulas en los contratos de Modric y Bale.

Tras la marcha de Mourinho, también representado por el poderoso Jorge Mendes, Di María barruntaba que el Real Madrid le buscaba recambios. Maneja ofertas de la Juventus, Arsenal, Manchester United, PSG y Mónaco, termina contrato en 2016, ya que renovó al alza en 2012, y percibe en torno a cinco millones por temporada.

Elegido el jugador más valioso de la final de Lisboa por la UEFA y decisivo porque fue quien más percutió en la zaga rival y acabó destrozando a Juanfran, quien ya no pudo seguirle en la jugada que acabó en el gol de Bale, Di María es ahora un ídolo hasta para Florentino, que jaleó su nombre en las celebraciones. Mendes ya negocia con los dirigentes blancos unas nuevas condiciones contractuales que el jugador ya pidió cuando otros clubes llamaron a su puerta en otoño. Su ficha se irá hasta los seis o siete millones netos, en la escala actual de Sergio Ramos.

«¡Ojalá pueda retirarme en el Real Madrid!», exclamó Sergio Ramos cuando tomó la palabra ante los aficionados tras regresar como un héroe de Lisboa, donde salvó a su equipo de la debacle con ese cabezazo imperial como los ya dibujados en Múnich. Este verano, negociará una mejora de contrato acorde con el caché de mejor central del mundo.

El sevillano renovó en 2001 hasta el 30 de junio de 2017, cuando ya tendrá 31 años, y quiere una ampliación del vínculo y una sustancial mejora económica hasta llegar a ocho o nueve millones limpios por temporada, sólo superado por los 17 de Cristiano y 10 de Bale. Un premio extraordinario para un jugador al que llegó a cuestionar Ancelotti desde el punto de vista táctico antes de Navidad. Tras el parón invernal, el cuadro técnico observó que el camero llegó mucho más centrado, atento y comprometido. Tanto que acabó el curso con el capote y la orejona.

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