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Imagen de un olivar en Ronda, Málaga. / Jon Nazca (Reuters)
EMPRESAS

Las cooperativas de Dcoop (Hojiblanca) se plantean salir del grupo si no llegan a un acuerdo con el fondo CVC sobre la gestión de la compañía

PPLL

Miércoles, 16 de abril 2014, 18:52

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Han bastado apenas dos semanas para que la batalla que desde el Gobierno se anunciaba si caía en manos extranjeras el grupo Deoleo, líder mundial del sector aceitero, haya acabado casi como en el famoso cuadro de La rendición de Breda (Velázquez, 1635), solo que esta vez las llaves del bien conquistado las ha tenido que dar un español. De hecho, el propio ministro de Agricultura y Alimentación y flamante candidato del PP a las elecciones europeas del 25 de mayo, Miguel Arias Cañete, guarda cierto parecido físico con aquellos protagonistas.

Cierto es que Deoleo es una empresa, no una ciudad, y que sus necesidades financieras con una deuda aún situada en los 506 millones de euros priman sobre cualquier otra cosa, sobre todo para quien quiere lanzarse a la conquista de mercados tan competitivos como el asiático donde acaba de abrir oficina en la capital malasia, Kuala Lumpur y el norteamericano. Pero no lo es menos que fue precisamente el Gobierno el que quiso convertir en un tema político algo que, sin su intervención, no hubiera distado mucho de lo que ocurrió en el pasado con otras empresas españolas.

Los precedentes de Azucarera, Puleva o Tabacalera, entre otros, demuestran que la clave de todo es un dinero que no resulta fácil de conseguir. Y justamente ahí se explica que el fondo estadounidense de capital riesgo CVC Capital Partners uno de los cinco más grandes del mundo haya obtenido luz verde del propio consejo de administración de Deoleo para asegurarse el control de la compañía a corto plazo. De hecho, si todo sale según el calendario previsto, para el verano tendrá en sus manos el 29,9% del capital, incluyendo las participaciones de los bancos nacionalizados Bankia (16,51%) y BMN (4,85%).

Llegar a ese punto le habrá costado en torno a 130 millones de euros, si bien sus planes son aún más ambiciosos puesto que a continuación siempre que la junta de accionistas del grupo refrende el pacto alcanzado el jueves con el consejo lanzaría, ya de cara a finales de año, una oferta pública de compra (OPA) sobre el 100% de las acciones, valoradas en 439 millones. Es decir, que por menos de otros 100 menos podría superar el 50% y, por tanto, verse libre para cualquier decisión.

Compromiso de CVC

Pero los responsables de CVC han preferido granjearse el apoyo del consejo de Deoleo presidido por Oscar Fanjul, antiguo alto cargo de Bankia. Su compromiso de no vender las grandes marcas del grupo tanto nacionales (Carbonell, Hojiblanca o Koipe) como extranjeras (las italianas Bertolli o Carapelli), al menos, en un plazo de cinco años ha tenido un gran peso. Igual o mayor lo ha sido que vayan a aportar un crédito de 470 millones de euros que, a su vez, ha permitido renegociar las deudas de la compañía hasta conseguir un nuevo préstamo sindicado a siete años de tipo bullet, que prevé el pago de cantidades moderadas en los primeros ejercicios y aplaza el principal al vencimiento.

Eso, más el dinero que recibirá la compañía con la ampliación de capital, le permitirá afrontar sin excesivos problemas los 85 millones de deuda que le vencen este año, sin olvidar su expansión internacional. Ninguno de sus rivales para hacerse con Deoleo reunía tantas condiciones. De hecho, algunos como el fondo Carlyle y la firma de inversión Cambuhy controlada por los dueños del banco brasileño Itaú tenían claro que sí venderían a corto plazo algunos activos (Carbonell).

Otros, como los fondos soberanos de Italia y Catar, se quedaron cortos. Los 0,38 euros por acción que da CVC_están dos céntimos por debajo del último cierre bursátil de Deoleo, aunque para los analistas son «un suelo aceptable». Habrá que esperar la respuesta de los minoritarios con la OPA. Entre ellos y el porcentaje que se mueve libremente (free float) suman más del 44%. Los que seguirán en el accionariado, según su compromiso con el Gobierno, son Unicaja (11,35%), Caixabank (5,23%) y Kutxabank (4,84%).

Entre los tres suman más de un 20%, pero su participación puede diluirse hasta la mitad si triunfa la OPA. Ebro Foods, ahora con menos del 3%, es probable que termine vendiendo todo su paquete y la duda son las cooperativas de Dcoop, que entraron en 2012 en Deoleo a cambio de su marca (Hojiblanca) y su fábrica de Antequera (Málaga).

La dirección de Dcoop no ve «mucho sentido» a seguir en el grupo si CVC se hace con el control de Deoleo (más del 50%) y no cuenta con ellos para la gestión. Por eso, agotarán la vía de la negociación, pues no tienen aún claro que el fondo termine cumpliendo todos sus compromisos financieros. Eso sí, critican como se han hecho las cosas porque se desestimó su oferta alternativa.

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