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El síndrome del perro negro
mundo animal

El síndrome del perro negro

No hay una estadística fiable, pero todos los que venden perros o los que se dedican a buscarles una nueva casa saben que los que tienen el color de la noche imponen otro tipo de respeto

PPLL

Sábado, 5 de abril 2014, 09:40

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En realidad, Sam es un perro adorable. Vino al mundo siendo un Terranova enorme, quizás un poco baboso y algo amigo de las bolas de pelo, pero nunca haría daño a nadie. Y no lo adoptan. Si fuera blanco y marrón sería clavado a un San Bernardo, las familias se lo rifarían, pues verían en él a un rescatador y no a un animal diabólico. Pero no sucede. Sam es uno de los perros que ha retratado Fred Levy, un fotógrafo de Massachussets que ha percibido que los perros negros abandonados tienen más dificultades para ser adoptados y que se ha decidido a retratarlos en el proyecto Black Dog.

No hay una estadística fiable, pero todos los que venden perros o los que se dedican a buscarles una nueva casa saben que los que tienen el color de la noche imponen otro tipo de respeto a la gente. Es una versión de la maldición del gato negro, pero sin superstición. Para entendernos, en igualdad de condiciones, puede asustar a las personas un labrador negro cuando en su versión color arena resulta adorable (véase el perro del anuncio de Scottex).

La preferencia puede tener que ver con antiguas leyendas y mitos que han quedado grabados en el subconsciente de las sociedades. En muchísimos países, se les atribuyen poderes oscuros. En Estados Unidos y en varias regiones de Gran Bretaña se cree que por las noches merodea un perro negro, un ejemplar enorme portador de la muerte cuya visita siempre significa un mal augurio. Probablemente, esta creencia esté relacionada con Cerbero y Cujo, los guardianes del infierno y con la costumbre de los canes de enterrar y desenterrar huesos. Los mayas también consideraban al perro negro como un brujo portador de malas noticias y en la Ruta 66, algunos hablan de una manada de perros negros que acecha a los conductores para estallar las ruedas con sus colmillos.

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