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Ejemplo de "pasaporte biológico". / Fabrice Coffrini (AFP)
El pasaporte que Marta Domínguez no puede renovar
DOPAJE

El pasaporte que Marta Domínguez no puede renovar

La defensa de la atleta logra que la federación cuestione esta técnica, que detecta los efectos de las sustancias dopantes en el organismo

FERNANDO MIÑANA

Martes, 25 de marzo 2014, 18:40

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Marta Domínguez está en todas las salsas, pero no claudica. La mejor atleta española de todos los tiempos, mientras no se demuestre lo contrario, apareció en la 'operación Puerto' -hormonas, transfusiones de sangre-, en la 'Galgo' -distribución de sustancias dopantes- y ahora intenta salir airosa de la última sospecha que pende sobre su cabeza: el pasaporte biológico que la señala como una tramposa. Para la federación internacional de atletismo (IAAF) es una prueba irrefutable de su culpabilidad, pero el comité de disciplina de la federación española (RFEA) acaba de determinar, después de escuchar los argumentos de la defensa de la atleta, que no es cien por cien fiable y la ha exculpado de la acusación de dopaje.

Ahora, el mundo del deporte espera que la IAAF no se rinda y presente el caso ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), pero también hay quien sospecha que puede dejarlo correr en vista de que Marta Domínguez está prácticamente retirada. También por temor a que la palentina pueda elevar el recurso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Y en esos niveles se expone a que una de sus principales bazas contra la gran lacra del deporte quede inutilizada para siempre.

¿Pero qué es ese instrumento que todo lo ve? El pasaporte biológico (PB) es un método de detección del dopaje de forma indirecta: en lugar de buscar sustancias prohibidas, localiza sus efectos en el organismo. Los tramposos, en el deporte, corren más que los que les vigilan. La EPO en microdosis (eritropoyetina, una sustancia que mejora el rendimiento al facilitar el transporte de oxígeno en la sangre) o las extracciones de sangre para autotransfusiones son casi indetectables, pero si se archivan todos los valores de los análisis de sangre y orina se puede trazar una evolución y así descubrir los índices que chirrían. Porque los cambios en el cuerpo permanecen durante más tiempo que la propia droga.

Marta Domínguez sirve de ejemplo. La federación internacional tiene 20 muestras de la senadora del Partido Popular recogidas entre 2009 y 2013. Atendiendo a los propios niveles de la fondista castellana, hay dos momentos en los que presenta alteraciones evidentes: en agosto de 2009 y en julio de 2010. Esas dos fechas coinciden clamorosamente con sus dos últimos éxitos internacionales: la medalla de oro en el Mundial de Berlín y la de plata en el Europeo de Barcelona.

Para un entendido eso es un síntoma inequívoco de que se ha dopado. Y más en el caso de una atleta con sus precedentes, pero para un comité que tiene que hacer justicia no es irrebatible. La defensa de Marta Domínguez presentó el 26 de febrero, durante más de cuatro horas, un informe de 146 folios con 13 argumentos, como que es una mujer y que tener la regla es lo mismo que sufrir una hemorragia, o que padece hipotiroidismo. Y que eso puede explicar las alteraciones.

Detractores

Pero la cuestión de fondo es la que más preocupa. ¿Es fiable al cien por cien el pasaporte biológico? El expediente de Marta Domínguez ha llegado a la federación española después de que tres expertos independientes coincidan en que el pasaporte biológico de la campeona del mundo demuestra que se ha dopado. Esta técnica, además, ha sido avalada por federaciones internacionales, agencias antidopaje y comités olímpicos.

Paradójicamente, en España han brotado detractores del pasaporte. Como José María Odriozola, presidente de la federación de atletismo y experto en la materia, o el presidente del Comité Olímpico, Alejandro Blanco, una postura que ha indignado al Consejo Superior de Deportes. Su directora general, Ana Muñoz, defiende que esta técnica es «un instrumento fiable desde el punto de vista jurídico y científico, contrastado por expertos y en laboratorios de referencia».

Casos como éste, justos o injustos, siguen alimentando la mala fama de España en la lucha contra el dopaje y perjudica la credibilidad de los atletas limpios, la mayoría. Pero el pasaporte biológico, que usa un sofisticado 'software' basado en una ecuación matemática (el teorema de Bayes) para detectar las fluctuaciones en los parámetros biológicos que revelarían el consumo de sustancias prohibidas, puede presentar un error cada mil casos. Y esa es una rendija muy golosa para los abogados, a pesar de que la federación internacional nunca inicia el proceso en caso de duda.

En cualquier caso, Marta Domínguez puede quedar libre otra vez y llevarse por delante la credibilidad de esta técnica que persigue a los tramposos.

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