Borrar
Paseo entre los pinos en Matalascañas.
La ruta de la 'perla de Huelva'

La ruta de la 'perla de Huelva'

Entre los productos más sabrosos del litoral atlántico, hay uno que destaca entre todos, la gamba blanca

guía repsol

Jueves, 21 de mayo 2015, 11:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Entre la desembocadura de los ríos Guadalquivir y Guadiana, la costa onubense es una sucesión de playas espectaculares, idílicos espacios naturales y puertos pesqueros de auténtico sabor marinero. Gracias a esta privilegiada situación, no resulta extraño encontrar en casi todos los restaurantes los productos más sabrosos del litoral atlántico. Pero sin duda, hay uno que destaca entre todos, la gamba blanca, conocida en la región como "la perla de Huelva".

La ruta

De este a oeste, la Costa de la Luz se extiende desde el Parque Nacional de Doñana y culmina en la desembocadura del Guadiana, frontera fluvial entre España y Portugal. Muchos parajes se disputan ser el más bonito de la región. Sin embargo, en sus costas la gamba blanca no tiene que competir, puesto que no hay rival que iguale su sabor. De largos bigotes y aplanado cuerpo, la gamba blanca es la reina de las lonjas y del tapeo de Huelva. La flota de bajura la captura de manera artesanal en los fondos arenosos del litoral y su fina piel, de un tono levemente rosado, requiere un punto exacto de cocción y una pizca de sal para convertir este marisco en uno de los manjares más deliciosos de la cocina onubense. La ruta propuesta comienza en las marismas de Almonte. En ellas está ubicada la aldea de El Rocío, donde miles de fieles peregrinan cada año, el primer lunes de Pentecostés, para honrar a la virgen, su virgen. La romería es la más multitudinaria, tradicional y alegre de Andalucía. El santuario (construido en los años sesenta), las calles de arena a la puerta de las casas de las hermandades y las vistas frente a la marisma son lugares de visita obligada.

La carretera nos conduce hasta Matalascañas. Allí disfrutaremos de su extensa playa frente al Atlántico, nos acercaremos a su imponente faro y recorreremos el Parque Dunar, que se encuentra señalizado bajo un camino de sabinas y pinos. Si tras este chapuzón de naturaleza aún nos quedan fuerzas, podemos desviarnos a El Acebuche, que es el Centro de Recepción de Visitantes del Parque Nacional de Doñana y donde podremos encontrar toda la información necesaria para no perdernos detalle del parque. Una carretera atraviesa el Parque Nacional de Doñana y une la playa de la Torre de la Higuera (Matalascañas) con la de Mazagón. Hay varias zonas de recreo antes de llegar al desvío que conduce a la playa del Parador, que ofrece espectaculares acantilados de arenisca, como el del Asperillo. Desde Mazagón hacia Huelva, el paisaje se torna industrial y concluye en La Rábida, cuna del descubrimiento del Nuevo Continente. Aquí visitaremos el parque botánico José Celestino Mutis, gratuito y con especies de los cinco continentes; el Muelle de las Carabelas, con una reproducción de las tres naves que llevaron a Colón hasta América, y el monasterio de Santa María de La Rábida. Frente al cenobio, al otro lado de la ría de Huelva avistamos la desembocadura del Odiel y sus marismas, también declaradas Paraje Natural. A continuación, el itinerario nos conduce hasta la capital. A la entrada cruzamos el puente sobre el río Tinto para enlazar con una carretera que recorre el dique Juan Carlos I hasta el faro, frente a la refinería. Punta Umbría, uno de los centros oficiales de veraneo en Huelva y siguiente parada en nuestra ruta, queda a un paso de la ciudad. Podemos acceder a las famosas playas de dunas de los Enebrales y Mata Negra a través de varias pasarelas de madera. Después de un relajado baño, continuamos el itinerario hasta El Portil, extremo de otro de los espacios naturales protegidos más representativos de la Costa de la Luz: la desembocadura del río Piedras y la Flecha del Rompido, una barra arenosa de 10 kilómetros de longitud que se extiende hasta El Terrón y que alberga una importante colonia de aves acuáticas como el ánade rabudo, el cormorán o la garceta común. Desde allí ponemos rumbo a La Antilla, una larga playa de ambiente familiar en la que destaca su paseo marítimo, con palmeras y terrazas que llegan casi hasta la arena.

Pegada al litoral, la carretera nos ofrece vistas al mar y lleva hasta Isla Cristina. La extensa flota de bajura de la localidad lidera las capturas de gamba blanca que podemos comprar a buen precio en su lonja, afamada desde el siglo XVIII. Hay que acercarse por allí y tapear. Además de sus magníficas playas Islantilla, la del Centro o la de Punta del Caimán, sus bares de tapas son un buen lugar para hacer un descanso. La ruta concluye en Ayamonte, el municipio más occidental de la provincia, junto al cauce del Guadiana. Desde el barrio de la Villa divisamos el estuario, el puente Internacional y la localidad lusa de Vila Real de Santo António. La iglesia del Divino Salvador, el Pozo Nuevo y el Museo de la Hermandad de la Soledad, que guarda piezas de la Semana Santa local, son paradas obligadas rumbo a la zona de La Ribera, que pone el broche de oro con sus puertos pesquero y deportivo y las calles más animadas en torno a la plaza de La Laguna.

Foto: Guía Repsol

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios