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El Alcázar de Toledo.
Mirador del Valle en Toledo, la ciudad del Tajo

Mirador del Valle en Toledo, la ciudad del Tajo

La Carretera de Circunvalación, o Ronda del Valle, ofrece las mejores perspectivas de una de las ciudades más bellas de España

guía repsol

Miércoles, 28 de mayo 2014, 13:36

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Curiosamente, la mejor manera de ver Toledo es saliendo de la ciudad. La Carretera de Circunvalación, o Ronda del Valle, ofrece las mejores perspectivas de una de las ciudades más bellas de España. Esta ruta permite apreciar detalles que a veces se pierden en el entramado de callejones, iglesias y casas nobles del casco histórico. El resultado es una postal de esta histórica ciudad.

Toledo ocupa un promontorio rodeado por un amplio meandro del río Tajo. A un lado del mismo se encuentra la ciudad, patrimonio de la humanidad y testimonio de tres civilizaciones: la árabe, la judía y la cristiana. Al otro, una serie de colinas ofrecen amplias panorámicas sobre la ciudad.

La mejor opción es tomar el Paseo de la Rosa, pasando por el Hospital Provincial de la Misericordia. A partir de este punto, se recomienda ir despacio y parar en los diversos puntos habilitados para aparcar el coche. Entramos en la Ronda del Valle, llamada así porque su destino final es la ermita de la Virgen del Valle.

Descubrir lo mejor de Toledo desde la distancia

Las paradas permiten al viajero hacerse un mosaico completo de la ciudad, dominada por la robusta silueta del Alcázar. Lo apasionante es localizar, con la ayuda de un mapa, edificios emblemáticos como la Catedral Primada, el Museo de Santa Cruz, la iglesia de los Jesuitas, la iglesia de San Román, las murallas o el monasterio de San Juan de los Reyes. Seguramente, muchos edificios se pierden ante la complejidad de un trazado urbano que merece la pena disfrutarse paso a paso.

Estos edificios después se conocerán con más detenimiento. Todos son de visita obligada, pero entre los que realmente merecen la pena, destaca la iglesia de Santo Tomé , que alberga una de las obras maestras del Greco, el monumental cuadro El entierro del señor de Orgaz. Su contemplación no tiene parangón. También cabe destacar la Mezquita del Cristo de la Luz y la Puerta de la Bisagra.

Por debajo de la Ronda del Valle, como quien no quiere la cosa, discurre el Tajo, que también ofrece puntos de interés, como el Puente de Alcántara, de origen romano, el embarcadero con la Casa del Diamantista o, ya hacia el final de la Circunvalación, el Puente de San Martín, que marca el acceso a la antigua judería de Toledo.

La Virgen del Valle, punto de visita

Desde la balconada-mirador de la ermita de la Virgen del Valle, del siglo xvii, se tiene, quizás, la mejor panorámica sobre Toledo. Como dejó escrito el maestro ceramista talaverano Ruiz de Luna: Aunque pequeña me ves. Soy muy grande como ermita, pues la reina que me habita tiene Toledo a sus pies. En el mismo lugar se ubica el restaurante La Ermita, donde se puede comer mientras se contempla la ciudad.

La riqueza histórica, cultural y monumental de Toledo es tal que se agradece tomarse un respiro, como, por ejemplo, en la Plaza Zocodover, el antiguo mercado árabe de ganado. Aquí se han celebrado justas medievales, ejecuciones y autos de fe de la Inquisición, o corridas de toros. Hoy su uso es más mundano, ya que en ella se concentran bares y restaurantes.

En estos establecimientos hay que probar los platos típicos de raíces toledanas o castellano-manchegas, como la sopa de ajo, la perdiz estofada, el mazapán o cualquier receta que incluya carne de caza. En las inmediaciones de la catedral, los restaurantes Adolfo (Galardonado con 2 Soles de Repsol) y Locum (Galardonado con 1 Sol de Repsol) hacen honor a esta gastronomía.

Fuente: Guía Repsol

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