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Sevilla y Santo Domingo se disputan la titularidad de los restos de Colón
Sevilla y Santo Domingo se disputan la titularidad de los restos de Colón
v centenario de su muerte

Sevilla y Santo Domingo se disputan la titularidad de los restos de Colón

Los historiadores coinciden en que tras fallecer en Valladolid, y siguiendo su deseo, fue enterrado en la catedral de Santo Domingo

AGENCIAS | SANTO DOMINGO

Sábado, 20 de mayo 2006, 02:00

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El mundo celebra el V centenario de la muerte de Cristóbal Colón sin saber dónde descansan sus restos. Santo Domingo y Sevilla acreditan ser poseedores de los mismos. Cientos de personas visitan cada día la urna de plomo que contiene en el Faro a Colón, en la capital dominicana, los supuestos restos del Almirante.

Con la inscripción Yllustre y Esdo (Esclarecido), Varon Dn. Cristoval Colon, la urna que preside el Faro a Colón, un gran mausoleo erigido en 1992 con motivo del V Centenario de la llegada del navegante a América, se ha convertido en centro de peregrinación para miles de visitantes. Sin embargo, prosigue la polémica acerca de dónde están enterrados los verdaderos restos del Almirante.

La mayoría de los historiadores coincide en que Cristóbal Colón falleció el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, y que, siguiendo su expreso deseo, fue enterrado en la catedral de Santo Domingo.

Tras más de dos siglos en tierra dominicana, en 1795, España cedió a Francia la parte oriental de la isla de La Española, por lo que el Gobierno español decidió rescatar los restos del almirante, que se llevó a La Habana y, posteriormente, a Sevilla.

Pero la historia continúa: En 1877, los obreros que realizaban trabajos de reparación en la catedral de Santo Domingo desenterraron la urna de plomo con la hoy famosa inscripción. Desde entonces, las autoridades dominicanas juraron y perjuraron que los españoles, a su marcha de Santo Domingo, se fueron con la urna equivocada.

De hecho, el año pasado un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (sur de España) solicitó al Gobierno dominicano analizar los restos del almirante que descansan en Santo Domingo. Esa petición finalmente no prosperó después de que el Gobierno dominicano supiera que el fin de la visita era realizar un estudio de ADN para determinar si los restos de Santo Domingo eran realmente los del almirante.

Para el gobernador del Faro a Colón, Andy Mieses, esa solicitud no se gestionó "ni adecuadamente ni con el rigor científico que se podía esperar". Mieses ha subrayado que era una investigación "privada" y que nunca se planteó un interés de "gobierno a gobierno".

Siempre con cautela, Mieses ha calificado de "interesantes" todas las investigaciones que se han hecho hasta la fecha sobre los restos que se encuentran en Sevilla. Sin embargo, aseguró que todas las pruebas "históricas" demuestran que los restos de Colón están en la capital dominicana.

"Las urnas que se llevaron los españoles no tenían ninguna inscripción"

"Las urnas que se llevaron los españoles no tenían ninguna inscripción. Pero además, cuando se hizo el hallazgo en la catedral de Santo Domingo, España estaba inmersa en la guerra de los Diez Años con Cuba, por lo tanto no podía dar como válido ese descubrimiento porque estaría aceptando una doble derrota", explica.

Para el historiador e investigador español Carlos Esteban Deive, naturalizado dominicano y profundo conocedor del tema, las evidencias de que los restos de Colón están en tierra dominicana son "irrefutables".

Apunta, entre otras razones, la inscripción en la urna, algo que, según dice, ha sido impugnado por historiadores españoles que aducen que esas inscripciones son "anacrónicas" porque no pertenecen a la época. "Lo que pasó fue que en el siglo XVII el arzobispo Maldonado casualmente halló los restos de Colón en muy mal estado y los cambio a otra urna", ha dicho Esteban Deive.

También ha reiterado que, cuando los españoles se llevaron los restos, no había ninguna inscripción que certificase de quién eran. Y es que, según explica, la tradición sólo decía que los restos de Colón estaban enterrados en el presbiterio de la Catedral, en el lado derecho del Evangelio. "Ocurre que había dos bóvedas y los españoles se llevaron los de la bóveda equivocada", añade.

El gobernador del Faro a Colón, que intenta no entrar en polémica, prefiere quedarse con "lo positivo del almirante", con el hecho de que abrió las puertas a la modernización de la humanidad.

"Hoy nos damos el lujo de hablar de globalización por la comprobación que hizo Colón. Para nosotros eso es lo más importante, el aporte a la ciencia del denominado Descubrimiento de América", afirma Mieses de manera salomónica.

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