Chirac sugirió a Aznar que entregara Ceuta, Melilla y los distintos peñones a Marruecos

El presidente francés, Jacques Chirac, llegó a sugerir a José María Aznar que España entregase a Marruecos Ceuta, Melilla y todos sus peñones cuando éste le solicitó ayuda para solucionar la crisis de Perejil, según ha revelado el ex presidente del Gobierno en un libro publicado por el periodista Ignacio Cembrero.

Vecinos alejados. Los secretos de la crisis entre España y Marruecos analiza la relación entre España y Marruecos desde la llegada del Rey Mohamed VI al trono y recoge, además de la opinión de Aznar, las de decenas de políticos, diplomáticos o empresarios de España, Marruecos, Francia y Argelia. Cembrero, periodista especializado en el Magreb del diario El País, ha afirmado hoy durante la presentación del libro que la crisis de Perejil se podría haber resuelto de otra manera, pero ha añadido que "se quiso dar una lección lo más llamativa posible a Marruecos y a su Rey". En este sentido expone la tesis de Aznar de que aquella crisis "no se explicaría sin el apoyo prácticamente incondicional" de Chirac a Mohamed VI.

Cembrero recoge en su libro declaraciones del ex director del CNI Jorge Dezcállar, quien sostiene que la crisis de Perejil fue "el punto de inflexión" que hizo que Aznar se "echase en brazos" del presidente norteamericano, George Bush, ya que EEUU fue el único país que le brindó su apoyo para solucionar el contencioso. El periodista destaca que el Gobierno actual "ha ido muy lejos en su aproximación" a Marruecos y considera que "en ocasiones" la relación con el país vecino "va más allá" de la que este país mantiene con Francia, que es "su principal aliado" en Europa.

En su opinión, la delimitación de las aguas en el Atlántico y el Mediterráneo y la relación de Ceuta y Melilla con su entorno son los principales problemas que existen en la actualidad en las relaciones entre España y Marruecos.aCembrero aseguró que "lo más interesante" de los próximos años en Marruecos es saber si la monarquía será capaz de encauzar el islamismo, ya que, según afirma, la sociedad marroquí "en su gran mayoría" comulga con los islamistas y el Islam político es la fuerza dominante en este país.