En el hospital la joven anoréxica cuyo ingreso fue decretado ayer por la Audiencia

Rocío S., la joven anoréxica a quien la Audiencia de Barcelona ordenó ayer ingresar en un centro sanitario en contra de su voluntad, ha sido hospitalizada esta tarde en el Hospital de Can Ruti por orden de una juez de Badalona, que ha aceptado las medidas "cautelarísimas" solicitadas por la familia.

La juez de instrucción número 2 de Badalona (Barcelona) ha aceptado hoy la solicitud de medidas cautelares y urgentes presentada por la abogada de la familia para que se cumpliera de inmediato el auto dictado ayer por la Audiencia sin esperar a que sea firme, y, tras consultarlo con el fiscal, que se ha mostrado favorable a no esperar el plazo de alegaciones previsto por la ley, la juez ha enviado a un forense al domicilio de la joven, de 20 años. Tras examinarla, el forense ha dictaminado "sin dudarlo un momento", según fuentes de la familia, que la chica, cuyo estado de salud había empeorado los últimos días, debía ser hospitalizada, por lo que ha requerido una ambulancia que ha trasladado a primera hora de esta tarde a la joven al servicio de urgencias del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) de Badalona, donde ha empezado a ser medicada.

En la solicitud presentada al juzgado por la abogada de la familia, ésta argumenta que ayer la Audiencia Provincial de Barcelona estimó "nuestras pretensiones acordando el internamiento no voluntario" de Rocío S. "por razón de trastorno psíquico el cual deberá realizarse por parte de este Juzgado en el centro médico que proceda, una vez adquiera firmeza esta resolución". El escrito de medidas cautelares alega que "a pesar de que el auto no es firme y atendiendo el profundo estado de agresividad hacia los que la rodean, intentos de autólisis y profunda inestabilidad emocional, esta parte solicita que se interponga como medida cautelar de internamiento forzoso de Rocío S. en un plazo máximo de 24 horas". La familia ha propuesto a la juez que el ingreso se hiciera en el Hospital Germans Trias i Pujol, en el Hospital de Bellvitge o en el Hospital de Sant Pau, los tres centros donde la joven ha sido atendida en diferentes fases de su enfermedad.

Un año de lucha judicial de la familia de la joven

La hospitalización hoy contra su voluntad de Rocío S., que mide 1,70 y pesa apenas 43 kilos, culmina un año de lucha judicial y sufrimiento de una familia que solicitó a la juez de Badalona el 28 de febrero del año pasado que la joven fuera internada porque no quería tratarse de su enfermedad y estaban desesperados viendo cómo su salud y su carácter empeoraban cada día. La juez rechazó esta petición tras atender el informe de un forense que no apreció "alteraciones o deficiencias físicas o psicológicas que impidan el gobierno de sí misma" y sin hacer caso a otros informes médicos de Bellvitge y Sant Pau que alertaban de "riesgo vital" y recomendaban su hospitalización vía judicial dada la poca colaboración de la joven en su tratamiento.

La familia recurrió a la Audiencia, que tras varios meses, encomendó a otro forense especialista en psiquiatría un nuevo informe sobre el estado de la joven. En este nuevo examen médico, el forense apreció que la joven no era consciente de su enfermedad y que ésta padecía un trastorno psíquico y de personalidad "con cierta severidad" y que precisaba "tutelaje en cuanto a necesidad de tratamiento psiquiátrico". De acuerdo a este informe, la Sección 18 de la Audiencia de Barcelona ordenó ayer el ingreso involuntario de la joven "en el centro médico que proceda", aunque esta decisión judicial aún no es firme porque puede ser recurrida en un plazo de cinco días.

Sin esperar a que se cumpla el plazo que dicta la Ley de Enjuiciamiento Civil, la familia ha pedido que se ejecute hoy el auto y la juez ha aceptado la petición. Según han explicado las hermanas de Rocío, desde hace varias semanas se han turnado, junto con su madre, para no dejar sola a la muchacha en su casa dado su estado y las autolesiones que se inflige. Cuando hoy ha llegado el forense a su domicilio, la chica estaba "abatida", sentada en un sillón, sin apenas poder moverse, "sin dormir desde hace días" y con una herida en un pie producto de su último intento de autolesión. "Ahora está más tranquila", porque ya le han suministrado medicación ansiolítica, según la familia, que ha acompañado a la joven en su ingreso en el servicio de urgencias de Can Ruti.