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La ONU sigue sin encontrar a los asesinos de Hariri en el primer aniversario de su muerte
complicadas investigaciones

La ONU sigue sin encontrar a los asesinos de Hariri en el primer aniversario de su muerte

El 'informe Mehlis' concluyó que altos funcionarios libaneses y sirios estaban involucrados en el complot para asesinar a Hariri

EFE | N

Martes, 14 de febrero 2006, 01:00

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Cuando se cumple un año de la muerte del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, la ONU aún no ha encontrado a los autores del magnicidio que desencadenó grandes cambios en el Líbano, entre ellos la retirada de las tropas sirias del país.

Poco menos de cinco meses dispone todavía la Comisión Independiente de Investigación, nombrada por la ONU y liderada ahora por el magistrado belga Serge Brammertz, para llegar a una conclusión sobre el atentado del 14 de febrero de 2004, que segó la vida de Hariri y de veinte personas más.

Un informe preliminar, elaborado por el fiscal alemán Detlev Mehlis, el primer jefe de la Comisión, concluyó que altos funcionarios libaneses y sirios estaban involucrados en el complot para asesinar a Hariri.

Mehlis citó inicialmente como presuntos implicados a familiares del presidente sirio, Bachar al Asad, como su cuñado, Asef Shawkat, quien fue jefe de los servicios de inteligencia militar de Siria, y su hermano, Maher al Asad, nombres que fueron posteriormente eliminados del informe por falta de pruebas contundentes.

En el dossier también se mencionó a altos cargos libaneses, como el jefe de la Guardia de la presidencia, Mustafa Hamdan, así como los ex responsables de la seguridad, Yamil Sayed, Raymond Azar y Ali al Hach, quienes fueron arrestados e interrogados por las autoridades de Beirut.

El caso ahora está en manos de Brammertz, quien asumió su cargo como jefe del equipo investigador de la ONU hace pocas semanas, y quien todavía no se ha pronunciado públicamente sobre qué pistas sigue y cómo desarrolla las investigaciones.

Mucho por hacer

Aún así, Brammertz se reunió el viernes con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y con el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador de EEUU, John Bolton, quien al final del encuentro afirmó que "todavía queda mucho trabajo para hacer" para poder concluir la investigación.

"Me sorprendió su profesionalidad (refiriéndose a Brammertz), por lo que podemos tener una confianza plena en él y en su trabajo. Creo que es muy importante que se llegue a una conclusión de quién fue el responsable del asesinato del ex primer ministro Hariri", declaró Bolton.

Tras expresar el pleno apoyo del Consejo de Seguridad a Brammertz, el diplomático estadounidense indicó que no existe un plazo fijo para que presente los resultados de la investigación. "Brammertz sabe que la situación es apremiante. La urgencia viene dada en gran medida porque ha habido una obstrucción deliberada en la escena del crimen, así como continúan los casos de obstrucción de la justicia".

Las investigaciones se complican

Bolton reconoció que, a medida que avanzan las investigaciones es más difícil llegar a una conclusión sobre el crimen, pero mostró su convencimiento de que con los recursos adecuados y una cooperación cercana del gobierno del Líbano se avanzará en las averiguaciones.

La investigación de la ONU sobre el asesinato de Hariri empezó en mayo de 2005, pero la falta de resultados concluyentes obligó al Consejo de Seguridad a renovar el mandato de la Comisión por seis más, con posibilidad de ampliarlo.

El propio Mehlis, cuando era el jefe del equipo investigador, sostuvo en varias ocasiones que una investigación de este calibre requeriría de al menos dos años para ser completada.

Conflicto con Siria

Hariri fue desde 1992 primer ministro del Líbano en distintos mandatos, el último hasta octubre de 2004, cuando dimitió, cuatro meses antes del atentado que le costó la vida.

Su muerte provocó una agitación interna en el Líbano, con protestas multitudinarias de sectores libaneses que culpaban del asesinato a su país vecino, Siria.

La fuerte presión internacional, liderada por EEUU y Francia, llevó al gobierno de Damasco a retirar sus fuerzas de seguridad y agentes secretos del Líbano, después de 29 años de presencia.

Las tropas sirias llegaron al Líbano bajo mandato de la Liga Arabe en 1976, como fuerza de interposición entre los contendientes en la guerra civil libanesa que terminó en 1990.

Pese a que Siria retiró sus tropas del territorio libanés, no ha aminorado la presión mundial contra Damasco, que le insta a cooperar plenamente con la investigación de la ONU, para que pueda cerrarse el caso.

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