Las lluvias elevan la cantidad de agua embalsada en Palencia al 72%

Los pantanos se encuentran actualmente por encima del 72% de su capacidad, prácticamente en una situación similar a la de los últimos diez años, y muy por encima de la registrada el año pasado por estas mismas fechas, en las que apenas se superaba el 40% de agua en los embalses. Los dos pantanos del sistema Carrión, Camporredondo y Compuerto, almacenan 140 hectómetros cúbicos, cerca de su capacidad total que se sitúa en 165. En el sistema Pisuerga, con capacidad para 307 hectómetros, los tres pantanos superan los 220, Requejada, Cervera y Aguilar. Un panorama que poco o nada tiene que ver con el de hace exactamente un año, cuando se encaraba el año agrícola más seco en muchas décadas.

El agua ha generado optimismo unánime en todas las organizaciones agrarias, y en este caso sí que llueve a gusto de todos. «Además de la lluvia, hay nieve en la zona norte y el campo tiene suficiente humedad para un tiempo», destaca el presidente de Asaja, Honorato Meneses. Unas buenas previsiones que comparte el dirigente de UPA en Palencia, Raúl Azpeleta, que asegura que, «pese a la mala nascencia de las semillas en muchas zonas, que ha originado que se vayan a perder en torno al 20%, lo cierto es que los resultados se esperan buenos», indica. «Queda mucho recorrido todavía hasta que acabe la campaña, pero es cierto que si llegan pronto las buenas temperaturas, se pueden conseguir buenos resultados. Por lo menos, tenemos garantizado el riego», indica David Tejerina, presidente de Coag. En el mismo sentido se pronuncia el dirigente de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, que es contundente cuando explica que «con lo que está lloviendo y el agua que hay en la tierra, creo que la mitad de la cosecha ya está conseguida».

Sin embargo, pese a las optimistas previsiones, las organizaciones agrarias y los representantes de las comunidades de regantes del Carrión y del Pisuerga no bajan la guardia y recuerdan que, pese a que éste sea un año bueno, acaban de salir de una campaña «catastrófica», como ellos mismos la definen, y es urgente estar preparados para lo que el cielo quiera deparar en próximos años, lluvias o sequías. Todos recalcan que el agua es un bien escaso que no se debe desperdiciar y para ello hay que contar con las infraestructuras necesarias. En el sistema Carrión, aún estando llenos los pantanos de Camporredondo y Compuerto, con 165 hectómetros de capacidad, no se podrían regar las más de 50.000 hectáreas a las que da cobertura. Desde hace años, se proyectan balsas en la zona de La Cueza, pero los recursos, alegaciones y nuevos proyectos demoran una infraestructura cada vez más urgente. Mientras, siguen necesitando el trasvase de agua desde el pantano de Riaño. Una situación similar ocurre en el Pisuerga, donde los agricultores han cumplido su compromiso de modernizar los regadíos, pero la administración no les ha correspondido con obras de modernización.