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Los personajes Birli y Birloque, recepcionistas en la obra ‘A su servicio’ de Titiritantes, saludan al público, ayer, en la plaza de Abilio Calderón.
El humor y las acrobacias del teatro de calle conquistan al público familiar

El humor y las acrobacias del teatro de calle conquistan al público familiar

La Muestra de Artistas de Calle congrega entre 300 y 500 personas por espectáculo

samuel garcía gil

Martes, 2 de septiembre 2014, 11:35

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Los viandantes se arremolinan en plena calle ante un improvisado escenario. Pocas veces se puede ver a tanta gente concentrada en tan poco espacio. Ni el aroma de las tapas, ni la música de los dulzaineros distraen a los niños, que, en primera fila y en absoluto silencio, observan sin parpadear el difícil reto: cómo se puede encestar una pelota de golf en un baúl rodeado de sillas a través de complicadas carambolas. Unos pocos milímetros separan el aplauso del preocupante murmullo.

En ese delicado equilibrio, la novena edición de la Muestra de Artistas de Calle (MAC), que culmina hoy con sus tres últimas funciones, ha conseguido con gran éxito el favor del público, tal y como destaca Rafael Paniagua, de Prones 3000, la empresa promotora de este festival de teatro de calle.

«Estamos congregando muchísimo público. Tenemos una media de entre 300 y 500 personas por cada espectáculo», señala Paniagua, que no duda en poner en valor el papel de los espectadores que acuden a cada actuación. «Los actores se van todos los días con un muy buen sabor de boca, porque la acogida del público es muy buena, es la base del MAC. Sin público no habría festival», afirma Rafael Paniagua.

El programa de actuaciones ha juntado rutinas circenses y acrobacias con teatro absurdo, humor y música. Ante tanta variedad, su promotor no puede destacar ninguna de las obras sobre el resto. «Creo que cada uno tiene su personalidad distinta, así que no puedes resaltar a uno por encima de otro», opinaRafael Paniagua, que se ocupa cada año de adaptar la oferta del MAC a la demanda de los palentinos. «Yo soy programador, y por eso mi criterio y mi gusto no tiene por qué ser el de la gente. Intento dar una programación muy familiar y muy acorde para todo el mundo, que no sea el típico teatro contemporáneo que la gente no entiende», comenta Paniagua.

Con ocho ediciones a sus espaldas (esta es la novena), la Muestra de Artistas de Calle ya tiene sus participantes habituales. «Hay compañías que repiten en la muestra varios años, pero que cada edición traen un espectáculo diferente. Por ejemplo, Titiritantes interpretó el año pasado la obra Birlibirloque, y este año viene con otro espectáculo distinto. Incluso, como hay mucho colegueo dentro del mundo del circo y del teatro de calle, hay compañías que se quedan varios días para ver actuar a sus amigos, y hacen como un pequeño campamento aquí».

Un ejemplo de participante fiel al MAC es Gorka Pereira, actor protagonista de Vademekum que hizo ayer su última función en Palencia. «He podido ver la actuación de Xabi Larrea, y estuvo muy bien», admite el bilbaíno, de la compañía teatral De bote en Bote. Pereira hacía trabajo vertical, colgado de fachadas de edificios, cuando hace trece años se metió en el mundo del teatro de calle. Desde entonces, ha estado «unas cinco o seis veces» en Palencia, esta vez con un espectáculo con un mensaje a favor de la lectura. «Esta obra es muy familiar, porque para los niños es muy educativo, pero los padres también se divierten porque tiene humor, además de la técnica pura y dura, que es lo que le gusta más al público juvenil. Intento buscar no solo hacer una rutina clásica de circo, sino intentar involucrarla dentro de una historia con algo educativo», expresa el actor de Vademekum.

El verano resulta fundamental en la planificación de las compañías de teatro. Óscar Ortiz, de la compañía Tirititantes, hace hoy su segunda y última función de A su servicio en el MAC. «En agosto hemos hecho 29 funciones en once provincias. El 85% del trabajo de toda la temporada se concentra en verano», calcula el actor burgalés, que llega al MAC por segunda vez, aunque ya ha actuado en otras ocasiones en Palencia.

Y a pesar del fatigante calor en plena calle, la gente no falta a las citas teatrales, e incluso hay quienes no se pierden nada de esta consolidada iniciativa. «Ves muchas familias a ciertas horas en una parte de Palencia viendo una obra, y dentro de un rato vienen a otra. Hay gente que se hace la ruta del MAC», advierte el programador Rafael Paniagua. «Para nosotros es duro aguantar esta temperatura, pero lo es más para el público, porque al fin y al cabo es nuestro trabajo, pero que el público esté una hora al sol no es fácil», añade el actor Óscar Ortiz.

Con el mismo presupuesto que en la pasada edición pero con un alto nivel de ilusión, la organización del MAC, que ha programado 19 actuaciones este año, espera volver a aumentar a cifras tan altas como su máximo histórico de 35 representaciones. «Eso sería bueno para todos, tanto actores como promotores», subraya Rafael Paniagua.

A veces, y con un factor de riesgo tan alto como introducir un truco de magia o una acrobacia, los fallos llegan. «Alguno hay intencionado, pero no son la mayoría», describe Gorka Pereira. «Por mucho que prepares, siempre hay fallos. Por eso me gusta el teatro de calle, porque nunca es igual».

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