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Vitrina para piezas de orfebrería.
El Museo Diocesano de Palencia refuerza sus contenidos con obras del seminario menor

El Museo Diocesano de Palencia refuerza sus contenidos con obras del seminario menor

La colección de arte sacro se ampliará con una sala con piezas modernas y contemporáneas

fernando caballero

Lunes, 15 de mayo 2017, 06:11

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En junio de 2012, con el final del curso escolar, el Seminario Menor de Palencia cerró sus puertas después de 25 años de servicio a la educación de jóvenes cristianos, muchos de los cuales pasarían al seminario mayor para su formación como sacerdotes. El Seminario Menor había estado previamente en el monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes.

Todas las obras de arte que la Diócesis atesoró en la ciudad jacobea se trajeron a las nuevas instalaciones de Palencia, en un edificio que se compró a la orden de Marianhill, en la carretera de León. Esas obras han permanecido aún unos años en el seminario cerrado, pero ahora se han trasladado al Museo Diocesano. Con estas incorporaciones, la ingente y magnífica colección de arte sacro que se exhibe en el Palacio Episcopal se ampliará y reforzará.

Una de las consecuencias más importantes que tendrá esta incorporación de obras al museo es el proyecto inmediato de crear una sala de arte moderno, que estará ubicada en el que fue despacho del fundador de la colección la primera fase se inauguró el 30 de mayo de 1973y director hasta su fallecimiento, Ángel Sancho Campo (Valdeolmillos, 31 de enero de 1930-Palencia, 9 de diciembre de 2016). Entre las obras que se han traído del seminario menor destacan una representación de la Virgen Dolorosa y otra de Cristo coronado de espinas, que ya están colgados en una de las salas.

Otras piezas que enriquecerán el Museo Diocesano son tres cuadros del conocido pintor Juan de Arellano que no representan temas religiosos, sino flores. Juan de Arellano (Santorcaz, 1614Madrid, 1676) es un pintor barroco que destacó por sus cuadros de bodegones. Más patrimonio procedente del seminario menor, además de ropas litúrgicas, son retratos de San Jerónimo, San Gregorio, San Luis Gonzaga, Virgen con el Niño (copia de un cuadro italiano del siglo XVI) y una pintura historicista que está ambientada en Venecia.

Las obras que se integrarán en la nueva sala de arte moderno serán vecinas de otras que el Museo Diocesano ya posee por donaciones, como una escultura de Juan Pablo II, realizado por el escultor palentino Luis Alonso, un busto del obispo Souto Vizoso, del escultor Mariano Timón, y las obras de cerámica vitrificada que ha creado la religiosa jesuitina de Oteros de Boedo María Cruz Báscones Alpe, que ha donado al museo unas 200 obras, algunas de las cuales ya decoran el pasillo de oficinas de la primera planta del Palacio Episcopal.

«La creación de esta sala de arte moderno permitirá que la colección de arte sacro no se quede solo en el siglo XVIII, sino que se prolongue hasta el XIX, XX e incluso XXI», destaca José Luis Calvo Calleja, director del centro.

Una de las principales novedades del museo es la potenciación de la sala de orfebrería, con nuevas joyas que se encontraban en el depósito del museo. Esta sala se ha ido enriqueciendo en los últimos meses. Una pieza revalorizada es la Cruz procesional de Villamuera de la Cueza, que se pudo contemplar en la exposición de Las Edades del Hombre de 2015 en Ávila, dedicada a Santa Teresa. Esta pieza, de plata y del siglo XVI, fue originariamente la cruz abacial del Real Monasterio de San Zoilo de Carrión, según pudo constatar el director del museo cuando redactó la ficha para el catálogo de la muestra. Este descubrimiento revalorizó la cruz hasta el punto de que cuando concluyó la exposición abulense, José Luis Calvo pidió a la Fundación Las Edades del Hombre la vitrina en la que se expuso, y con ella se exhibe en el Diocesano esta magnífica pieza, en la que no se ha encontrado ninguna marca de autor, por lo que se ignora, pero por la calidad del trabajo y la finura de los calados, es obra de un gran maestro. Además es la única pieza de orfebrería que se conserva de San Zoilo del siglo XVI, la etapa más brillante del monasterio carrionés.

Un lienzo que espera su colocación en la nueva sala es una copia de gran formato de uno de los murales que el pintor catalán José María Sert (1874-1945) pintó para la catedral de San Pedro de Vic y que desaparecieron cuando el templo fue incendiado por los defensores de la república en los primeros meses de la guerra civil. La copia, que está fechada en 1969 y firmada por Relanzón, procede de la capilla de la Fábrica de Armas. El autor de la copia añadió a la misma dos cuadros laterales con referencias a monumentos palentinos, que configuran un tríptico, que se expondrá completo.

José Luis Calvo, apoyado por el subdelegado de Patrimonio Artístico de la Diócesis, Antonio Rubio autor del libro La belleza escondida, que ha agotado la edición, no descarta realizar una amplia remodelación de la colección del museo, que en la actualidad tiene expuestas 624 obras de grandes maestros como Pedro Berrugete, Andrea del Sarto, Jan Provost, Alejo de Vahía, Mateo Cerezo, Nicoín de León, Felipe Vigarny, Juan de Villoldo, Juan Ortiz El Viejo, Manuel Álvarez, Francisco de Colonia, Jerónimo de Amberes y Luis de Morales, entre otro, autores que abarcan todos los estilos artísticos desde la Edad Media, el románico, el gótico, el mudéjar, el renacentista, el modernista y el contemporáneo. 15 siglos de historia y fe en 17 salas, una más, la de arte contemporáneo, cuando se abra, previsiblemente el próximo verano, la nueva sala en el despacho del recordado Ángel Sancho.

También se ha puesto en valor, con un pequeño cambio de ubicación, el retrato del obispo José Luis de Mollinedo, que rigió la Diócesis entre 1780 y 1800 y fue quien mandó construir el Palacio Episcopal.

La visita al Museo Diocesano se completa con la noble Sala del Nuncio, dedicadas a las grandes recepciones oficiales, y la capilla del Palacio Episcopal, con unas excelentes pinturas firmadas por el palentino Mariano Lantada y que fueron realizadas a finales del siglo XIX y principios del XX.

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