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Cientos de jóvenes, algunos disfrazados, se disponen a entrar al parque Ribera Sur.
La lluvia no frena la fiesta de la ITA

La lluvia no frena la fiesta de la ITA

Miles de jóvenes disfrutan una fiesta multitudinaria en el Parque Ribera Sur de Palencia

MARCO ALONSO

Viernes, 12 de mayo 2017, 11:58

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La fiesta de la ITA no se aguó del todo, pero a punto estuvo. Y es que los negros nubarrones que amenazaban a los casi 10.000 asistentes descargaron parte de su contenido sobre el Parque Ribera Sur, lo que obligó a los jóvenes a sacar de las mochilas sus chubasqueros antes incluso que sus bebidas. «Primero nos calamos por fuera, y luego, por dentro», bromeaba un asistente mientras esperaba pacientemente en la cola, pues dicho, y hecho. Una vez que se alejó la primera nube del día, botellas de refresco y de bebidas alcohólicas comenzaron a proliferar sobre el césped como setas en otoño en un parque en el que los tetra brick de Don Simón se podían contar por centenares.

Palencia tenía ganas de fiesta y varios jóvenes empezaron a hacer cola incluso una hora antes de la apertura de las puertas del recinto. El estudiante de Telecomunicaciones Alberto González encabezaba la espera con una pajarita amarilla, a juego con su gorro, y detrás de él una muchedumbre esperaba a que comenzase la fiesta mientras los músicos probaban sus equipos.

Toda fiesta que se precie necesita una banda sonora, y los primeros en subir al escenario fueron los palentinos Ignición. El punk-rock de la banda local comenzó a retumbar en el parque para ir calentando motores y su versión del tema Cuando salga el sol de Desakato fue toda una plegaria al mismísimo dios de la lluvia. «Cuando salga el sol me arrepentiré», cantaban los palentinos, que tuvieron poco de lo que arrepentirse porque el sol apenas hizo acto de presencia.

La dura música de Ignición calentó a un público que comenzó un tanto frío por culpa de la lluvia y, tras este inicio protagonizado por las guitarras y la batería, llegó el momento de los platos. El primero de los djs que salió al escenario fue el palentino Alberto Calvo, que se estrenaba en la fiesta de la ITA con una enorme ilusión. «Esta es la mejor fiesta que se hace en Palencia y estar aquí es un privilegio», sentenciaba Calvo poco antes de arrancar su actuación.

El día estaba gris y fueron muchos los que decidieron colorear la fiesta disfrazándose para la ocasión. Unos se vestieron de bailarinas de ballet, otros, de hawaianas e incluso alguno quiso hacer las veces de presa disfrazándose del Pokémon Charmander. Y es que en estas fiestas son muchos los que van de caza, y si algo era apetecible cazar en la jornada de ayer era un Pokémon de fuego, aunque solo fuera para calentarse.

La fiesta fue ganando grados centígrados con el paso del tiempo, y la jornada matinal llegó al punto de ebullición cuando El Gordo y el Flaco se subieron al escenario. Los vallisoletanos comenzaron su actuación con un sonoro «no va a llover», pero se equivocaron. Agua, agua y más agua comenzó a caer hasta hacer tambalearse al hospital de campaña, pero la lluvia no impidió que la fiesta transcurriera con normalidad.

El Gordo y El Flaco no se dejaron intimidar por cuatro gotas y siguieron con su espectáculo ante un público hambriento de música pese a las circunstancias. «Somos de pinchar entre horas», señalaba Julio López, integrante de este dúo que debe su nombre a la fisionomía de sus integrantes. Julio es el flaco y su compañero, Álvaro Álvarez, el gordo, pese a lo que dice la báscula. «Ahora no estoy tan gordo», bromeaba Álvaro durante una fiesta que fue ganando en intensidad con el paso de las horas.

La tarde dio paso a los djs cabeza de cartel Héctor Calderón y SuperPig, que cerraron al alimón la fiesta de la ITA en un Parque Ribera Sur que se convirtió en un mar de plástico. Miles de botellas acabaron desperdigadas por el césped y ahora falta por saber si el parque municipal recupera pronto su aspecto. La respuesta la conocerán muchos vecinos en su paseo matinal.

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