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Oso pardo en la Cordillera Cantábrica.
La Fundación Oso Pardo niega que la especie esté en peligro de extinción

La Fundación Oso Pardo niega que la especie esté en peligro de extinción

En la subpoblación oriental, que engloba las montañas del este de León, Palencia y Cantabria, hay al menos doce hembras con oseznos

JOSé maría díaz

Miércoles, 21 de diciembre 2016, 12:27

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La denuncia de fraude en las políticas de protección de los osos pardo que el pasado fin de semana hizo el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) con respecto a la situación de esta especie en las montañas de Castilla y León ha encontrado respuesta en la Fundación Oso Pardo, que rechaza los datos que baraja el grupo conservacionista y sostiene que no puede negarse el aumento de los ejemplares de osos.

«El crecimiento es innegable, en las dos subpoblaciones, tanto la occidental como, especialmente, en la oriental, que es la de menor tamaño», explica Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, que insiste en que este año se puede ser más optimista debido al número de hembras con crías que se tienen localizadas. En la denominada subpoblación oriental, que engloba las montañas del este de León, Palencia y Cantabria, en 2014 se detectaron seis hembras con crías y en 2015 han sido otras seis nuevas hembras las que se han registrado con crías, con lo que, en estos momentos hay al menos doce hembras con oseznos, un dato muy relevante y esperanzador, según confirma la Fundación Oso Pardo, dado que nunca se había localizado un número tan grande de madres en la zona oriental, en la que se sitúa Palencia.

En la zona oriental, se estima que la cifra de osos se acerca a cuarenta ejemplares, mientras que en la occidental hay muchos más, con 34 madres localizadas en un año.

La Fundación Oso Pardo recuerda también que está registrando un continuo trasvase de machos migrantes desde la zona occidental (Asturias, Ancares y Alto Sil Leonés) a la oriental, lo que está permitiendo que haya más variedad genética y se refuerce la especie. La fundación sí reconoce que existen graves problemas en la gestión del hábitat natural, a pesar de que las zonas oseras se encuentran en parques naturales. Desde este organismo se reclama una planificación de usos públicos y turismos, con una reordenación de las zonas para que se cumplan las normas de la Red Natura y la Ley de Espacios Naturales.

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