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José María díaz
Domingo, 11 de diciembre 2016, 01:26
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«He venido a apoyar esta iniciativa, porque me parece necesaria, en la medida de que es un proyecto ilustrado. Y en tiempos de postverdad, esto son iniciativas para explorar todos juntos la verdad, y debe hacerse a través de la palabra. Lo esencial de una iniciativa como esta es el cultivo de la palabra, lo que obliga también a escuchar, a aprender, y esto es también gimnasia democrática». Así se expresaba el consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, momentos después del acto fundacional del Ateneo de Palencia, que se había desarrollado en el paraninfo del insitituto Jorge Manrique. Y no dejaba tampoco el consejero de presumir de orígenes palentinos -la familia paterna procede de Cevico de la Torre-, como de mostrarse orgulloso de haberse unido a esa nueva faimilia de ateneístas, que en las últimas semanas no dejan de poblar páginas de Internet y espacios en las redes sociales.
A pocos metros lucía también el orgullo de pertenecer al nuevo Ateneo de Palencia el cineasta ganador de un Goya Ramón Margareto, quien destacaba que a partir de ahora «hay que trabajar, hay que ser constante, hay que tener la cabeza sobre los hombros, para que esto se materialice y contribuya a ser un espejo de Palencia en el resto de España».
Y como ellos, cientos de palentinos, de los que residen en la ciudad, de quienes todavía aguantan en alguno de los pueblos de la provicia, de quienes hace tiempo que partieron, pero aún mantienen vivo el recuerdo de la tierra, todos, se han unido en una loca aventura de recuperación de un espíritu que se creía ya perdido en la noche de los tiempos, y que busca, como ya proclamaran a finales del siglo XIX Ricardo Becerro de Bengoa y sus correligionarios «agitar la vida intelectual de Palencia».
Para ello nació el Ateneo hace 140 años y para ello resurge ahora, en la misma fecha de entonces, para convertirse en un criso de gentes, de ideas, de propuestas, de debates, con un solo objetivo común, Palencia, y, con ella, su desarrollo cultural, social, científico y artísticos.
El acto de fundación de este nuevo motor intelectual de la ciudad, y también de la provincia, logró reunir en el instituto Jorge Manrique a más de la mitad de los 347 socios fundacionales, a los que dieron la bienvenida, no solo los principales dirigentes de la institución, la empresaria Conchi Hervella, como presidenta, y el psicoanalista Fernando Martín Aduriz, como vicepresidente, sino también destacados representantes del ámbito cultural de Palencia, consagrados ya algunos, como las escritoras Sari Fernández Perandones o Esperanza Ortega, y noveles, otras, como la poeta Isabel Rodríguez o la pianista Lara Criado.
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