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Pepa Martín Rubio, con sus dos hijos –Eloy y Fernando García–, su nuera Angelines Díaz (a la derecha) y su vecina Raquel Villarrubia.
El secreto, ser bisiesto

El secreto, ser bisiesto

Pepa Martín Rubio alcanza su centenario en este 29 de febrero y será homenajeada en el Ave María

j. olano

Lunes, 29 de febrero 2016, 06:27

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Asegura que le pesan, aunque no en kilos, porque Josefa Martín Rubio Pepa es una mujer muy menuda también en la víspera de cumplir un siglo de vida. Y aunque en los últimos días se queja de un dolorcillo en el brazo derecho, «es una tecla que se ha salido, bromea» destila salud.

No es de las que se tome un vasito de vino diario ni ingiera ninguna pócima o elixir de la eterna juventud. Quizá el secreto es que nació el 29 de febrero de 1916 en año bisiesto y por tanto, hoy cumplirá solo 25 años. Se ríe al hacer tal reflexión, orgullosa del homenaje que le van a rendir esta tarde en la asociación de vecinos del barrio del Ave María, del que es vecina desde joven. Y no es una vecina cualquiera, todos la conocen y acostumbran a verla caminar en los días de sol por el Paseo de Victorio Macho o sentada en alguno de los bancos. También es muy conocida por ser la madre de Fernando García Fernandito el librero, uno de sus dos hijos. Todos se muestran muy ilusionados ante el centenario que hoy alcanzará Pepa, una de los 30.000 bisiestos registrados en España.

Pero más allá de la anécdota de los 25 años bisiestos que luce, Pepa Martín Rubio asegura que se encuentra muy tranquila de lo que ha hecho en la vida. «No es porque sea mi madre, pero es una mujer sensacional, que se ha portado muy bien con todo el mundo», atestigua Eloy, uno de los cuatro hombres de los que la centenaria vivió rodeada durante años.

Pepa Martín Rubio llegó a Palencia de Becerril del Carpio más o menos con la mayoría de edad y lo hizo para cuidar de sus dos sobrinos, dos niños pequeños hijos de su hermano que acababa de enviudar. Así lo hizo hasta que su hermano se volvió a casar, justo poco antes de que ella también contrajera matrimonio con José García, empleado de la Fábrica de Armas que murió hace seis años, con el que tuvo a Eloy y a Fernando. Y durante muchos años y hasta que falleció, también compartió el hogar un hermano soltero de Pepa actualmente viven tres de los siete que fueron. «Primero cuidé a mis sobrinos, luego cuidé a mi hermano, a mis hijos, a mi marido, me he pasado la vida atendiendo a todos», afirma sin bajar la guardia mirando hacia su hijo Fernando.

Reconoce que nunca pensó que alcanzaría el siglo de vida, pero lo cierto es que lo hace rodeada del cariño de sus familiares e incluso de una vecina, Raquel Villarrubia, que está siempre pendiente de ella. «Su madre y yo éramos como hermanas, así que para mí, ella es como una hija», afirma. La celebración del centenario, que ya llevan días preparando incluye también un reguero de felicitaciones telefónicas, como la de aquella niña que crió, esa sobrina que hoy tiene ya 80 años y que vive en Francia. Y es que Pepa Martín Rubio vive muy pendiente del teléfono, «tanto que si te vas de viaje, aunque solo sea a Valladolid, y no la llamas a la hora que has quedado y te retrasas, es capaz de montar una revolución», dice tiernamente su hijo Eloy.

No será la de Francia la única llamada que recibirá estos días Pepa, porque tiene muchos sobrinos fuera de Palencia. Y por supuesto no faltarán a la conmemoración sus tres nietos y sus tres biznietos, «que son muy majos todos», afirma la centenaria con una permanente sonrisa.

La esperanza de vida ha subido cinco años en las dos últimas décadas y se acerca a los 83

  • Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a julio de 2015, de los 164.980 censados en Palencia, 39.588 superan los 65 años. De estas cifras se deduce que el 24% de los palentinos superan esa edad, cuando en 1998, hace 16 años, los mayores de 65 años representaban el 21,5% de la población de la provincia. Además, las mujeres viven siete años más de media que los hombres.

  • La cifra no difiere mucho del resto de Castilla y León (con una esperanza de vida media para ambos sexos del 80,9 años), que también ha visto una evolución similar en las dos últimas décadas, volviendo la comunidad a certificar que ellas (86,4 años) viven más que ellos (81).

  • De los datos pormenorizados que lanza el INE, llama también la atención que precisamente los mayores de 80 años casi han duplicado su presencia en las estadísticas en lo que va de siglo, siendo actualmente 15.398 en Palencia (rozando el 10% de la población), con una presencia del 64% de mujeres entre los octogenarios. Y para mayor constatación del aumento de la esperanza de vida, Palencia es un ejemplo en cuanto a centenarios, que crecen cada año en las estadísticas, con 64 en 2011 (el primer año en el que el INE desglosa la población por edades puntuales y no por grupos de edad) y 86 en este año pasado.

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