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Luis Miguel Cárcel y Julián Cuadrado pasan revista a la plantilla.
La ciudad mantiene buenos índices de seguridad, aunque repuntan los pequeños hurtos

La ciudad mantiene buenos índices de seguridad, aunque repuntan los pequeños hurtos

La Policía Nacional festeja a los Ángeles Custodios con un reconocimiento a su labor preventiva

pilar rojo

Sábado, 3 de octubre 2015, 12:30

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. «Vivimos en una ciudad muy segura para las personas y sus bienes, con una convivencia tranquila y normal». Este es el panorama que ayer dibujó de la capital el subdelegado del Gobierno, Luis Miguel Cárcel, en el discurso que ofreció durante la celebración de la fiesta de los Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional. Cárcel reconoció, no obstante, que se ha producido un pequeño repunte en pequeños delitos de hurto y robos, aún así trata de un aumento muy puntual. «No voy a entrar en estadísticas, ni en comparación de valores de la actividad delictiva de nuestra ciudad con otras. En cambio, sí que quiero destacar que la percepción de seguridad de la capital es fruto del trabajo silencioso de los hombres y mujeres que componen la Policía Nacional», indicó el subdelegado del Gobierno en su discurso.

Acto institucional

Luis Miguel Cárcel presidió el acto institucional de celebración de los Ángeles Custodios, al que un año más acudieron representantes del resto de las Fuerzas de Seguridad, de los tribunales y los colegios de abogados y procuradores, así como todas las autoridades locales y provinciales, y dirigentes de empresas de seguridad y autoescuelas, vinculadas de alguna forma al trabajo de la Policía Nacional.

La celebración de ayer no difirió demasiado del esquema de años anteriores pase de revista, discursos institucionales, condecoraciones y homenaje a los caídos, aunque en esta ocasión estuvo marcado por la inminente y polémica jubilación del comisario jefe, Julián Cuadrado, que abandonará el máximo puesto de la Comisaría en 15 días, con una resolución judicial pendiente sobre la decisión que tomó en junio la Dirección General de la Policía de apartarle del cargo. Nadie hizo referencia a este conflicto y Cuadrado aprovechó para despedirse de todos y, sobre todo, para recalcar el elevado nivel profesional de los policías que trabajan en Palencia que se traducen en «una ciudad tranquila y segura».

Tanto el subdelegado del Gobierno como el comisario jefe coincidieron en que esa percepción que tienen los palentinos de seguridad responde a un fundamental trabajo preventivo de la Policía Nacional. También, ambos coincidieron en que actualmente no existen problemas de personal, con una plantilla ajustada a las necesidades de la ciudad y una edad media joven.

Pero en su discurso, Luis Miguel Cárcel quiso también hacer un guiño a los familiares de los policías, un reconocimiento simbólico a los que, según dijo, asumen diariamente las particularidades de un trabajo especial. Algunos hijos o esposas de policías que ya no están en activo recogieron de manos de Cárcel un reconocimiento que quiso hacer extensivo a los familiares de todos los policías nacionales.

Los discursos institucionales dieron paso a la entrega de condecoraciones a policías jubilados, a los que cumplían un número determinado de años de servicio o a quienes han destacado por una labor especial. También se concedieron reconocimientos a empresas o personas que han colaborado de alguna forma con el trabajo de la Comisaría de Palencia. El homenaje a los caídos puso el broche de oro a un acto institucional que tuvo su epílogo con el ágape que se sirvió para todos los invitados en las propias dependencias de la Comisaría Provincial de Palencia.

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