Esbozo de buen equipo

Promete el Quesos Cerrato, pero anda todavía verde. Los cuidados de Porfi Fisac auguran buen crecimiento, pero hay que fortalecer su tallo, robustecerlo, como en la noche del miércoles se vio en el partido de presentación ante su público frente a un Melilla Baloncesto que será también otra de las plantas trepadoras este año en la LEB Oro. Hay deficiencias, sí, pero buenas sensaciones también, con un bloque que precisamente tiene pinta de eso, de bloque.

Salió ayer rápido de piernas el Quesos Cerrato, presto a correr hacia el aro melillense a la mínima, lanzado por Dani Pérez y con Urko Otegui como finalizador del contraataque. En defensa, se sucedían las ayudas para secar a Hernández Sonseca, con Lamont Barnes fajándose duro ante el rutilante fichaje de los de Alcoba. Transcurridos los cinco primeros minutos de juego, 10-6 para el Quesos Cerrato ante un Melilla aún adormilado en ataque. Un triple de Pablo Almazán parecía despertarle (11-9), pero los melillenses fallaban tiros fáciles y el Quesos Cerrato se afanaba atrás. Notó el equipo de Porfi Fisac la salida de Dani Rodríguez, quien con sus cinco minutos situaba el marcador en 18-12 al final del primer cuarto.

La consigna era correr, con Daniel Manchón algo revolucionado pero descarado, sin miedos. Futuro para el Quesos Cerrato, que rotaba constantemente. El sello de Porfi Fisac. Suka parecía el más entonado en el Melilla en el inicio del segundo cuarto y Manzano le acompañaba en la pintura, pero los palentinos seguían por delante en el ecuador del segundo acto (28-20, a falta de 4:46, con tiempo muerto de Alcoba). En el equipo de Porfi la anotación se repartía, aunque gustaba la salida enchufada de Tomàs, los minutos serán caros esta temporada. Un 2+1 de Lamont Barnes, otro que agradaba, elevó a diez la renta (31-21), pero aunque Blanch imprimía más velocidad a su equipo, el Melilla empezaba a superar en la pintura al Quesos Cerrato en segundas opciones con Hernández-Sonseca y Edwards, reduciéndose la renta hasta el 33-29. La pizarra de Porfi Fisac funcionaba, eso sí, en los instantes finales, con una jugada en la que una asistencia inmensa de McCarron posibilitó otro 2+1 de Lamont Barnes y un marcador al descanso de 36-29.

Infame en ataque

En la reanudación, salieron fallones ambos equipos, con una única canasta de Franch transcurridos los tres primeros minutos de juego. Reyes, otro joven que promete alegrías al Quesos Cerrato, alternaba fallos con buenas acciones, y Lamont Barnes seguía a lo suyo, llegando a su décimo punto y cortando la sequía palentina ante el aro melillense. Pero el tercer cuarto era una oda al desatino, con los puntos a cuentagotas (40-33, a falta de 4:38).

Lamont Barnes sumaba dos nuevos puntos desde el tiro libre y contenía a Hernández-Sonseca en la zona, volviendo el Quesos Cerrato a coger renta (46-34). El Melilla estaba infame en ataque, y como el equipo de Porfi Fisac se entonaba, la ventaja crecía hasta el 52-34 al final del acto. El partido parecía entonces finiquitado, con un Lamont Barnes eficaz en defensa y efectivo en ataque (14 puntos), demostrando por qué fue el primer fichaje de Porfi Fisac pese a su veteranía.

Dani Pérez y Marcos Suka pugnaban de salida en el último cuarto el uno por alejar aún más a su equipo en el marcador y el otro, certero en el 6,75, por acercar al suyo. El tercer triple de Suka colocaba al Melilla a doce puntos (59-47) a falta de 6:11, y otro de Eloy Almazán, a nueve (65-56) a falta de 2:34. Los de Alcoba, de la mano de un gran Suka, se situaban a un solo punto (66-65) en el último minuto, con un Quesos Cerrato que agotaba posesiones sin acierto y que se encomendaba a Lamont Barnes en el tiro libre. Pero una intencionada de Marcos Suka permitía a Blanch colocar el 69-65 definitivo en el marcador y hacer bajar los brazos a un Melilla que no lo pondrá tan fácil en la Liga.