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Francis Chapelet toca el nuevo instrumento.
Chapelet crea un nuevo órgano en Abarca para culminar su labor como restaurador

Chapelet crea un nuevo órgano en Abarca para culminar su labor como restaurador

El instrumento se inaugurará en julio en la fundación que tiene en la localidad terracampina

Fernando Caballero

Lunes, 1 de junio 2015, 11:20

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El organista francés Francis Chapelet comenzó a promover la restauración de los órganos ibéricos de Tierra de Campos en los primeros años setenta del siglo pasado. Saltó a Palencia desde la provincia de Burgos, donde ofrecía conciertos cada verano. A él se debe el interés que suscitan estos monumentales instrumentos, que fueron construidos para complementar las celebraciones litúrgicas con la solemnidad y majestuosidad que aporta la música.

Después de promover la restauración de los instrumentos, la Academia de Órgano Ibérico y los ciclos de conciertos que cada verano enriquecen la vida cultural de la provincia, Chapelet ha construido un órgano nuevo, también monumental, que se inaugurará a primeros de julio en el auditorio de la fundación que lleva su nombre y que tiene su sede en Abarca de Campos. Una sala en la que ya funcionan un órgano italiano de 1711 «el más antiguo que existe en la provincia», puntualiza Luis Arranz, vicepresidente de la fundacióny un clave moderno, de 1993, realizado por un artesano de Roma.

Chapelet ha visitado recientemente Abarca para grabar los temas del concierto con el que se inaugurará el órgano, una grabación que se entregará a los mecenas que contribuyan a financiarlo. «Los organistas que deseen probarlo, tienen la puerta abierta», explica el músico, quien añade que el órgano está preparado para interpretar todo tipo de música española y europea, del siglo XV hasta mediados del XIX.

Tubos del siglo XVIII

El órgano tiene cinco metros de alto, cuatro de ancho y 1,5 de fondo. Posee un millar de tubos y 21 registros, además de una trompetería horizontal que está adaptada a las dimensiones del auditorio. «La mitad de los tubos son antiguos, del siglo XVIII, y proceden de un órgano veneciano. Estaban destinados a ser fundidos y un amigo mío los salvó», explica Chapelet.

La fachada del instrumento nuevo es una imitación del primer órgano que Chapelet conoció en España cuando tenía 20 años, el de la colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias (Burgos).

La fachada está pintada y decorada con pan de oro por el propio organista. En el atril, hay una recreación pintada al óleo de la localidad de Abarca. Aparecen también los escudos de la localidad terracampina, de la provincia de Palencia y de Castilla y León. Una pequeña fotografía de un Chapelet joven colocada en el tubo central es el sello personal del músico.

Chapelet muestra ahora orgulloso los detalles del órgano. «Con las crisis económica, ya no se fabrican órganos nuevos como este», sentencia. La fundación trabaja en la inauguración del órgano. La idea es ofrecer dos conciertos, uno para los mecenas y otro para el público general.

Una campaña inédita de micromecenazgo

  • La Fundación Francis Chapelet ha puesto en marcha una campaña de micromecenazgo para financiar una parte de la construcción del órgano, que ha costado 100.000 euros. Asegura el organista que el origen de esta iniciativa no se encuentra tanto en lo económico como en lo afectivo. «De esta manera, el órgano siempre contará con el apoyo de todos, el de mis amigos y el de lo amantes de la música y del patrimonio organístico, y es realmente esta parte la que más me interesa y me entusiasma», asegura.

  • La original campaña parte de que cada mecenas puede aportar una cantidad de 30, 50, 75, 100 y 150 euros. En función de estas cantidades, el mecenas obtendrá un beneficio. Los de 30 euros, el agradecimiento en la plataforma on line y un certificado de su aportación; los de 50 euros, lo mismo que los anteriores más una improvisación de Chapelet en el órgano en formato mp3; los de 75 euros, igual que los anteriores más un cedé con la grabación completa del concierto de inauguración dedicado por Chapelet; los de 100 euros, lo mismo que los precedentes más una entrada al concierto inaugural; y los de 150 euros, igual que los anteriores, pero en lugar de una entrada para el concierto inaugural, dos entradas. Los nombres de los mecenas se inscribirán en el órgano como titulares simbólicos de un tubo, un registro o una nota musical.

En la construcción del órgano han intervenido destacados profesionales de estos instrumentos de ámbito internacional. Los planos de caja están creados por Pascal Quoirin; el mecanismo de la llamada caja de secretos, por Bernard Cogez; los tubos de fachada, por Joël Klein; los juegos de lengüeta, por Federico Desmotes; la armonización del conjunto sonoro es obra de Michel Formentelli y las tallas han sido creadas por Babou Quoirin y por los Talleres Martínez, autores de las obras adquiridas en los últimos años por la Hermandad Franciscana de la Virgen de la Piedad de Palencia.

La cultura musical palentina debe mucho a Francis Chapelet. Llegó en 1972 a Paredes de Nava. Allí se encontró con el párroco, Alejandro Luis, que había puesto en marcha el museo parroquial de Santa Eulalia, «pero el órgano no formaba parte del museo, porque no funcionaba, y le insté a restaurarlo», según recuerda ahora, sentado frente al órgano nuevo. Cuando se restauró el órgano de Paredes, Chapelet protagonizó el primer concierto. En Paredes había otro gran órgano, el de la iglesia de Santa María, que también se restauró. Con estos dos instrumentos en funcionamiento continuó un proceso ya imparable: Fuentes de Nava (otros dos órganos), Frechilla, Autillo de Campos, Capillas, Ampudia, Villaumbrales, Castromocho y Boadilla de Rioseco. El órgano ibérico floreció de esta forma, y se reforzó con la academia y los conciertos, que hoy siguen despertando gran interés.

En 2010 se creó la Fundación Francis Chapelet. «No tengo herederos, y mi casa de Abarca con todo su contenido pasarán a la fundación», explica el músico. La entidad, que promovió el auditorio con una subvención de Araduey, tiene como objetivos «divulgar la música de órgano española, mantener los instrumentos de Tierra de Campos y que tengan un acceso fácil a ellos alumnos que quieran aprender a tocarlos», según concluye.

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