159 amantes de la fotografía siguen la estela de Santa Teresa por la ciudad

Primero se busca la ubicación perfecta. Después se inspecciona el entorno hasta encontrar el mejor encuadre y... ¡Clic! Se dispara. Pero disparos indoloros, de los que inmortalizan momentos especiales y dan vida. De ese tipo de disparos ha habido miles este sábado en la capital palentina y los encargados de efectuarlos han sido los 159 participantes en el Maratón Fotográfico Ciudad de Palencia, organizado por El Norte de Castilla, con el Ayuntamiento de Palencia como patrocinador y la colaboración de Pizzería La Nonna, Casa Palacio de Mave y Regalos 2000.

En su sexta edición, el Maratón Fotográfico de El Norte ha tenido como protagonista a Santa Teresa de Jesús, debido a que este año se celebra el quinto aniversario de su nacimiento. La mística abulense dejó su huella en la capital palentina con la creación de una de sus 17 fundaciones. Aquí llegó en la noche del 28 de diciembre de 1580, cruzando la Puerta del Mercado, que se encontraba en el final de la Calle Mayor (por entonces llamada de Pan y Agua), en su confluencia con el Parque del Salón. La arteria principal de la ciudad ha sido el punto de partida de los aficionados a la fotografía que se inscribieron en la prueba. Allí se encuentra la Oficina de Turismo, en la que a partir de las 10:00 horas comenzó a formarse una larga fila de inscritos parapetados con sus cámaras para recoger el material e iniciar el itinerario teresiano. Muchos ya aprovecharon para solicitar un mapa de la ciudad, ya que entre los participantes, además de palentinos, había personas de otras provincias de Castilla y León, como Valladolid, Segovia o Ávila. Incluso un francés, Berenger Tijou, que vive en Valladolid desde hace siete meses. «Vi el maratón en Internet y decidí apuntarme porque me gusta hacer fotografías y es una buena forma de pasar la mañana y de visitar Palencia», destacó el joven.

Tras hacerse una idea del recorrido propuesto por El Norte de Castilla y organizarse las etapas de acuerdo al tiempo que tenían por delante, los inscritos fueron dividiéndose en grupos de amigos o de familiares para completar todas las pruebas, que les llevaron desde el número 22 de la calle Colón, donde, en una casa alquilada, se hizo de forma provisional el monasterio fundacional de Santa Teresa, hasta el convento de Santa Clara o la iglesia de San Lázaro, pasando por la Plaza Mayor o Puentecillas. Edificios religiosos y civiles, todos ellos vinculados a la santa abulense o a las Carmelitas Descalzas, que han captado con sus cámaras los participantes en el maratón.

«Me lo he tomado como un reto personal, para disfrutar del placer de comunicarte con el entorno patrimonial y artístico», señaló Teresa Serrano, santanderina, aunque vive a caballo entre la capital cántabra y Valladolid, mientras fotografiaba algunos de los elementos de la colección de medicina y farmacia que alberga el Hospital San Bernabé.

Tras una ajetreada mañana de disparos indoloros, los participantes en el Maratón Fotográfico han repuesto fuerzas con una comida en la pizzería La Nonna.