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Viene bien para nacer

36 ayuntamientos conceden ayudas a los matrimonios con hijos nuevos

PPLL

Domingo, 8 de febrero 2015, 14:22

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Antaño, cuando nacía un niño en un pueblo, era algo de lo más normal para el resto de vecinos, que se entiende que para la familia era un gran acontecimiento. Hoy en día, el nacimiento de un bebé en un pueblo es algo así como una fiesta colectiva, porque un bebé en un pueblo ya no solo llega con un pan bajo el brazo para la familia, sino también para todos los habitantes y para su futuro. Evitar que la gente se marche y conseguir que lleguen nuevos vecinos para repoblar y evitar la despoblación, son dos de los objetivos principales que persiguen cualquier ayuntamiento de la provincia de Palencia y la Diputación, que en algún caso concreto complementa y apoya líneas de los ayuntamientos, como es el caso de las ayudas al fomento de la natalidad.

Actualmente, en la provincia de Palencia son 36 los ayuntamientos que conceden estas ayudas, un número que se ha incrementado con el paso de los años, quizás como una medida de reclamo para repoblar los pueblos. «Toda ayuda siempre es buena, porque en una comunidad como la de Castilla y León, en la que el envejecimiento es brutal, es de agradecer el esfuerzo que hace un ayuntamiento como el de Astudillo para concedernos una ayuda por el nacimiento de un hijo», apunta Pilar Sendino, vecina de Astudillo con un bebé de 10 meses, quien no duda en reconocer «que la calidad de vida que tengo en Astudillo no la tengo en otro sitio».

No es ni mucho menos el elemento decisorio para tener un hijo, pero sí es un impulso, un incentivo a la natalidad y sobre todo un apoyo a la familia en el medio rural. «Aunque no me hubieran concedido la ayuda, me hubiese quedado en el pueblo, y por supuesto hubiese sido madre, pero el poder tener esta ayuda se agradece y mucho», asegura Belén, vecina de Carrión, que regenta el negocio familiar de una pescadería en Herrera de Pisuerga. Para la alcaldesa de Villoldo, Florentina Vela, «está claro que esta ayuda conceden 100 euros no es el motivo por el que una pareja se decide a ser padres, pero bueno es un premio, un regalo que queremos tener con ellos». En su pueblo, en los últimos años han nacido tres niños.

Por su parte, el alcalde de Saldaña, Miguel Nozal, cuya localidad tiene unos 35 nacimientos al año, de los que unos 20 solicitan la ayuda a la natalidad, dice que «este tipo de ayudas de 300 euros es un elemento más para que uno tenga familia, pero no es el fundamental. Sí es un apoyo importante para los padres, y conceder estas ayudas a nuestro ayuntamiento no supone un esfuerzo económico importante», señala. «Unos 6.000 euros anuales», calcula.

Con el paso de los años, han sido varias las localidades palentinas que han empezado a consignar en sus presupuestos una ayuda a la natalidad en su zona complementada por la Diputación con el mismo importe con el objetivo de incentivar la natalidad y de apoyar a la familia. «Nuestro ayuntamiento puso en marcha la ayuda hace ya unos cuatros años, porque antes no nacían niños y ahora, gracias a la ayuda y sobre todo al Programa Crecemos hemos notado cómo nacen 4 o 5 niños al año. Crecemos se ha notado mucho ya no solo como una medida de conciliación, sino también como un motivo para tener un proyecto de futuro con hijos», asegura el alcalde de Frómista, Fernando Díez Mediavilla. En otros pueblos, ese incremento de nacimientos no se ve. Es el caso de Valle de Cerrato, donde la ayuda alcanza los 300 euros, pero «niños de momento no tenemos ninguno, y la más joven que tenemos en el pueblo tiene unos 20 años. La última ayuda que dimos fue de 600 euros, pero no recuerdo cuándo fue», dice el alcalde de Valle, Santiago Beltrán, que desearía poder dar la ayuda para ver cómo crece el pueblo, aunque sabe que es complicado.

En Piña de Campos, que puso en marcha esta ayuda en 2011, sí están de enhorabuena. Su ayuntamiento, que concede 100 euros por nacimiento, ya ha dado en los últimos años 4 o 5 ayudas, la última el pasado noviembre, y «hay otro en camino».

El importe de las ayudas también varía de una localidad a otra, e incluso las condiciones que han de cubrir los posibles receptores de la ayuda. En la mayoría, uno de los requisitos fundamentales es el empadronamiento de los padres unos años antes del nacimiento, y tras el mismo, empadronar al niño y permanecer en la localidad durante un tiempo. «Lo que no podemos es dar ayudas a gente que no está empadronada porque eso no tendría sentido, o dar ayudas y después marcharse, porque es un dinero de todos», apostilla Luis Santos, cuya opinión la comparte el edil de Piña de Campos.

Astudillo concede una ayuda de 900 euros y no obliga para recibirla estar censado en el ayuntamiento. «Lo que sí hacemos es no dar la ayuda de golpe. La damos de forma periódica durante los tres años siguientes para asegurarnos que se quedan en el pueblo durante un tiempo, porque quizás la podrían cobrar y dejar de estar empadronados», afirma el alcalde de Astudillo. «Con mi hijo de 10 meses recibimos la ayuda, y recibirla de forma escalonada no viene mal, porque al principio, cuando nos dieron un poco más, lo dedicamos a los gastos iniciales, como pañales, y ahora destinamos la ayuda a pagar la guardería», afirma Pilar, de Astudillo.

En otros lugares, como en Carrión de los Condes 400 euros la ayuda es directa, y, como dice Belén, que recibió la ayuda con su segunda hija de cinco meses, «ese dinero que nos han dado se lo he guardado a mi hija en la hucha y banco, porque tenemos la virtud de que los abuelos les da propina y se la vamos guardando, así que lo mismo hemos hecho con este dinero». Entre risas añade que «el problema es que ahora mi hija la pequeña tiene casi más dinero que la mayor de tres años porque con la primera no pude solicitar la ayuda al no estar aún empadronada».

En Tariego de Cerrato, donde la ayuda alcanza los 300 euros, sí obligan a que los padres lleven empadronados en el pueblo durante un tiempo. «Les pedimos que 100 euros de la ayuda los destinen a compras en la farmacia-botiquín que tenemos en Tariego, porque queremos que esa ayuda también repercuta en el pueblo y ya sabemos que cada uno puede hacer las compras donde quiera pero con esta medida hacemos que la farmacia-botiquín tenga movimiento y siga ofreciendo servicio a los vecinos», apostilló la alcaldesa de Tariego, Isabel González.

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