Aumentan los palentinos que comen en restaurantes el día de Navidad

Contagiados o no por el espíritu navideño, los hosteleros se apuntan al carro del optimismo cuando se trata de valorar la situación que atraviesa el sector en esta época del año. La mayoría detecta un poco más de alegría en las barras y comedores de sus establecimientos y celebra que la atonía de meses anteriores haya quedado atrás, «pero sin lanzar las campanas al vuelo», una frase muy utilizada por la mayoría para matizar que todavía queda camino por recorrer.

El pasado fin de semana dio comienzo la que puede denominarse como época de comidas y cenas de empresas y amigos, un acicate para los hosteleros y una de las razones por las que los establecimientos han ganado en actividad estos últimos días. Aunque las grandes comidas organizadas y pagadas por las empresas prácticamente han desaparecido, sí se mantienen las reuniones de compañeros y amigos que quedan para celebrar juntos el final del año.

«Los eventos de las grandes empresas no han quedado olvidados, pero sí muy reducidos, aunque las cenas y comidas de Navidad están muy arraigadas y este año parece que la gente está saliendo con un poco más de libertad y menos miedo», señala José Antonio León, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Palencia. Por su parte, Jesús Herrero, presidente de la otra asociación de hosteleros de la provincia, la Asociación General de Hostelería de la CPOE, constata igualmente cómo el número de comensales ha quedado reducido en los últimos años, pero que, no obstante, el ambiente está animado. «Se percibe un poco más de alegría que el año pasado y se nota que empiezan a cobrar la extraordinaria, por lo que está un poco más ágil el bolsillo, pero hay que seguir hablando con precaución», insiste Herrero.

Menús concertados

Los dos fines de semana previos a los días de Nochebuena y Navidad son los más concurridos en los restaurantes por reservas de empresas y grupos, algunos incluso ya no tienen mesas libres para determinadas fechas. La tónica general es que los grupos cierren un menú con un gasto que ronda los 30 euros, aunque en algunos casos es inferior. «La gente no deja de salir, pero se mira más el precio», asegura Luis Alonso, de Don Jamón y Cervecería Plaza Mayor. Sin embargo, la apreciación de Raúl Pastor, del Hotel Rey Sancho, difiere un poco. «Se nota que la situación ha mejorado porque han aumentado el número de cenas y porque ya no se mira tanto el precio, ha habido años que se miraba con lupa», afirma.

Además de las reuniones de empresa y de amigos, cada vez son más las familias que optan por comer y cenar fuera de casa en fechas tan señaladas como Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Si bien estos dos últimos días eran más comunes, Nochebuena y Navidad van ganando adeptos. «En Nochebuena y en Navidad también damos servicio, y es ahí donde más hemos notado que ha crecido la demanda», explica Raúl Pastor, del Rey Sancho. «El día de Navidad lo tenemos completo y para Nochebuena también tenemos algunas reservas. Tenemos varias familias que vienen todos los años, a las que preparamos las mesas en salones y la comida que les ofrecemos es tipo buffet, sin servicio, se lo dejamos preparado a las 21:00 horas», agrega.

Eduardo Relea, del Hotel Castilla Vieja, también ha constatado un aumento de las reservas para comer el día de Navidad, ya que en su establecimiento no se abre el comedor en Nochebuena, solo se atiende a los clientes del hotel. «Aunque es un día que tradicionalmente se pasa en casa, cada vez más gente sale de casa en Navidad para no pasarse el día en la cocina, porque siempre le toca a alguien cocinar, quitar y poner la mesa... Por eso cada vez más grupos familiares, más o menos numerosos, salen a comer fuera», reconoce Eduardo Relea. «Aún no tenemos el comedor lleno para ese día, pero tenemos bastantes mesas y, como aún queda una semana, puede haber más movimiento», apostilla.

Las apreciaciones de Pastor y Relea son suscritas por Juan Carlos Duque, del hotel Camino Real, en Dueñas. «Las casas son cada vez más pequeñas, pero el número de familiares es el mismo, y cada vez más personas optan por salir fuera y disfrutar todos por igual, que nadie tenga que trabajar el día de Navidad en la cocina», señala el director del establecimiento eldanense.