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Esteban Escudero, a la izquierda, y Ricardo Gómez Laso.
La escasez de sacerdotes incrementa un 300% los gastos de desplazamientos

La escasez de sacerdotes incrementa un 300% los gastos de desplazamientos

La Diócesis de Palencia manejó el año pasado un presupuesto de 3,4 millones de euros

fernando caballero

Lunes, 10 de noviembre 2014, 21:59

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El próximo domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana, una jornada que reivindica la cercanía de las estructuras eclesiales como una unidad en torno a la figura del obispo. A pesar de que la colecta de todas las parroquias y otros donativos se destinan al mantenimiento de esas estructuras, el prelado palentino, Esteban Escudero, ha querido dejar claro este lunes en una rueda de prensa que se corre el riesgo de que este día se entienda en exclusiva en clave económica.

Escudero habló de otros aspectos como la unidad y la corresponsabilidad, además de la comunicación de bienes. El obispo destacó que el Día de la Iglesia Diocesana tiene ante todo un sentido espiritual. «Las distintas parroquias, monasterios, conventos, comunidades religiosas y grupos apostólicos que funcionan en la provincia forman una diócesis, un cuerpo en el cual el principio que nos une es Jesucristo en la eucaristía, y visiblemente el obispo en cuanto digno representante del Señor en la Diócesis», aseguró Esteban Escudero.

El obispo explicó la corresponsabilidad porque «la iglesia diocesana en un asunto de todos». «La Iglesia no es exclusiva de los sacerdotes o de los religiosos. Los laicos, unidos en torno a su párroco, son corresponsables de la vida de la comunidad concreta, que es la parroquia, el grupo de oración o cualquier institución religiosa», aseguró el prelado, que citó el órgano en el que están representados los laicos para corresponsabilizarse de la marcha de la Diócesis: el Consejo Pastoral. «Todos juntos para una labor común: evangelizar a nuestra sociedad y también el servicio de la caridad», apostilló Escudero.

La tercera idea que transmitió el obispo sí tiene precisamente una dimensión económica, que es lo que denominó la «comunicación de bienes». Escudero calificó como peligroso el individualismo, en el sentido de encerrarse en la parroquia o movimiento. «No podemos cerrar nuestra aportación económica solamente a mi parroquia, a mi movimiento o a mi grupo particular», enfatizó el obispo. «Los recursos económicos que tiene la Iglesia, que son, como en todas partes, insuficientes, deben ser repartidos entre todas las iglesias, comunidades, sacerdotes y entre todos los gastos que tenemos», puntualizó. No podemos defender nuestra pequeña cota de poder, de situación religiosa, en detrimento de todos los demás. Tenemos que ser justos en el reparto de los bienes que se posen», concluyó el prelado palentino.

La partida de obras ha disminuido por falta de ayudas

  • La Diócesis destinó el año pasado a obras en templos 260.565 euros, una cantidad muy inferior a la de hace unos años. La causa principal de este descenso es la reducción de las aportaciones de las instituciones por medio de convenios. «Hoy ya prácticamente nos queda, y muy disminuido, el convenio con la Diputación. La Junta ayuda, pero a iglesias concretas, no a través de convenios con la Diócesis», explica Ricardo Gómez Laso. Estos acuerdos financiaban actuaciones en iglesias que no están declaradas bien de interés cultural. «Eran unos ingresos que nos permitía mantener estos templos, que en algunos países, cuando no hay fieles suficientes, les van destruyendo. Aquí no podemos hacer eso, porque se destruiría nuestra propia personalidad», apostilla.

  • Ricardo Gómez Laso destacó también el papel de la Iglesia con las obras, al dar trabajo a muchos albañiles de la provincia.

A partir de esta tercera clave del Día de la Iglesia Diocesana, el ecónomo, Ricardo Gómez Laso, pasó a detallar aspectos concretos del presupuesto de la Diócesis, basándose en los datos del año pasado. El presupuesto de gastos e ingresos está equilibrado en 3.408.196 euros, a los que hay que sumar otros tres millones de ingresos de todas las parroquias que proceden de las colectas y de donativos, que no se incluyen en el general de la Diócesis, «porque cada parroquia da cuenta a sus fieles y a la Diócesis». «Los ingresos de algunas parroquias no cubren los gastos que tienen y la Diócesis los asume, aunque en general los fieles mantienen sus parroquias», apostilla el ecónomo.

Las cuentas se debaten en el Consejo Diocesano para Asuntos Económicos y en la Junta Económica, que viene a ser un consejo de economía más reducido que se reúne casi semanalmente para analizar la aplicación de los presupuestos que elabora el consejo.

En el apartado de ingresos, la cantidad más importante, 2.912.483 euros, algo más del 80%, proceden del Fondo Común Interdiocesano, que proviene de las declaraciones de la Renta que especifican, a través de una equis, el deseo del contribuyente de destinar parte de sus impuestos a la Iglesia Católica. Este fondo lo distribuye la Conferencia Episcopal Española en función de las necesidades de las diócesis. La aportación del Fondo Común Interdiocesano no es exclusivamente las declaraciones de los palentinos, según explicó Gómez Laso, ya que estas vienen a suponer un tercio, unos 970.000 euros. El resto, hasta llegar a 2,9 millones, se reparte con el criterio de que las diócesis que reciben más deben desprenderse de algo para las que reciben menos.

El resto de los ingresos de la Diócesis de Palencia proceden de donativos y de rentas de algunas propiedades, así como de fundaciones a favor de la Iglesia.

El ecónomo destacó que entre los gastos se ha producido en los últimos años un incremento notable, en torno al 300%, en los desplazamientos y gastos de viaje de los sacerdotes que atienden varios pueblos. El año pasado esta partida se elevó a 262.803 euros. El obispo recordó, sobre este dato, que la provincia de Palencia tiene poblaciones muy dispersas, y un párroco tiene ocho pueblos, en el mejor de los casos, con una población a veces mínima. «El sacerdote tiene que estar constantemente viajando, y se les paga la gasolina», agregó.

Gómez Laso destacó que este incremento contrasta con la cantidad, que ha variado poco, de las nóminas de los sacerdotes, que el año pasado se cuantificó en 1.312.885 euros, a los que hay sumar otros 129.912 euros del salario del personal no religioso que trabaja en la Diócesis. Gómez Laso reconoció que Palencia es de las diócesis de España con menos recursos.

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