Fernández Díaz destaca la seguridad como una de las «grandes fortalezas» nacionales

Asistió a primera hora a la misa en la catedral oficiada por el obispo, Esteban Escudero, y paseó después por la calle Juan de Castilla hasta la Casa Junco, en plena Calle Mayor, para ver la exposición de la Policía. Continuó luego andando por la principal arteria de la ciudad para llegar al Salón, donde al mediodía presidió el acto del Día Nacional de la Policía y festejó a los patronos de este cuerpo, los Ángeles Custodios. El reconocimiento y la felicitación del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al Cuerpo Nacional de Policía por su labor como garante de la seguridad nacional fueron una constante durante toda la jornada, y audible en su discurso en el auditorio del Salón, donde se instalaron una mesa de honor y unas tribunas repletas de representantes políticos y de la sociedad palentina, regional y nacional, abarrotado el entorno de público. Fernández Díaz destacó allí el sacrificio y la entrega de los casi 70.000 policías que se encargan cada día de la seguridad en España y, si bien alertó de los retos y desafíos que esperan, se felicitó de que España sea «un país seguro», de que la seguridad sea «una de las grandes fortalezas» nacionales. «No podría ser España una potencia turística, que atraerá este año a 65 millones de turistas extranjeros, si no fuera un país seguro», añadió el ministro del Interior, que aportó además el dato estadístico del descenso de la tasa de criminalidad, desde las 48 infracciones penales por cada mil habitantes al inicio de la legislatura, a las 44,7 de agosto de este año, «lo que hace de España uno de los tres países más seguros de los 28 de la UE».

Fernández Díaz agradeció a los palentinos el afecto y el cariño que estos días «han demostrado hacia su Policía», y trasladó a este cuerpo el reconocimiento y agradecimiento que «los españoles les profesan por el destacado servicio que prestan a España». Ensalzó su esfuerzo, su sacrificio y entrega para garantizar la seguridad ciudadana y proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en la Carta Magna a todos los ciudadanos, pues «la seguridad de nuestros hogares y la defensa de nuestra convivencia democrática están garantizadas por la impagable labor de la Policía».

En su intervención, Fernández Díaz hizo alusión a la lucha contra el terrorismo de ETA, de la que recalcó que durante décadas ha sido la mayor amenaza para la seguridad de los españoles, e hizo hincapié en que «vivimos hoy en día su final irremediable gracias al trabajo y a la eficacia policial».

Junto al terrorismo de ETA, Fernández Díaz se refirió al terrorismo internacional de signo yihadista, que «pretende acabar con nuestra convivencia y el modo de vida de los países de nuestro entorno». Para combatirlo, el ministro del Interior recordó que el Gobierno creó la Estrategia Integral contra el Terrorismo Internacional y la Radicalización, «con la que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los Servicios de Inteligencia están desarrollando un ingente trabajo en la detección, prevención e investigación, manteniendo la máxima coordinación a nivel internacional».

«Prueba de ello es la presencia aquí de las policías de Portugal y de México», añadió Fernández Díaz, refiriéndose a la presencia en el acto del Comisionado General de la Policía Federal de México, Enrique Francisco Galindo Ceballos, y del Superintendente de Seguridad Pública de Portugal, Luis Manuel Peça, que recibieron ambos la Medalla de Plata al Mérito Policial a título honorífico, al igual que al director del Samur, Ervigio Corral, héroe en los atentado del 11-M en Madrid.

La entrega de 80 condecoraciones (recibieron la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar; el juez Vicente Díez, titular del Juzgado Número 7 de Palencia; el periodista Juan Ramón Lucas o el policía y piragüista palentino Jorge Alonso, pero no el comisario jefe, Julián Cuadrado, lo que resultó extraño) precedió al discurso del ministro del Interior, igual que la entrega por parte del alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, del guión con el escudo del Ayuntamiento a Julián Cuadrado, comisario jefe de Palencia, por los servicios que presta la Comisaría Provincial.

Se llevó a cabo también antes el acto in memoriam a los fallecidos en acto de servicio, 186 policías nacionales que figuran ya en el memorial que se inauguró en junio. Nueve agentes portaban una corona que fue depositada ante la imagen de un Ángel Custodio de tamaño natural y otros nueve portaban los estandartes de distintas unidades de la Policía Nacional, antes de que una salva de disparos efectuados por el GEO rompiese el silencio con el himno La muerte no es el final.

Antes aún, tras comenzar el acto con el pase de revista, tuvo lugar el discurso del director general de la Policía, el palentino gnacio Cosidó, ante una mesa de honor que componían, además del ministro del Interior y del propio Cosidó, la presidenta de las Cortes, María Josefa García Cirac; la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, la palentina Milagros Marcos (que sustituyó al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera); el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano; el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco; el presidente de la Diputación de Palencia, José María Hernández; el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y los directores operativos adjuntos del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil.

Cosidó agradeció a los palentinos «el calor, afecto y cariño que nos han transmitido estos días». «La Policía y Palencia se han fundido en un gran abrazo, y este día quedará grabado en mi memoria y en la de los palentinos», continuó diciendo Cosidó, que agradeció al Gobierno «el mejor honor que podía hacerme, dirigir el Cuerpo Nacional de Policía para defender la libertad, servir a España y proteger a los ciudadanos».

«La Policía tiene la capacidad y la voluntad para salvaguardar en todo momento el Estado de Derecho y el cumplimiento de la ley en todo el territorio de España en defensa de nuestra Constitución como una garantía de la soberanía, la libertad y la igualdad de todos los españoles», agregó Ignacio Cosidó.