Borrar
Un triste adiós sin rencores: hasta siempre PSOE

Un triste adiós sin rencores: hasta siempre PSOE

Miguel Ángel Brugera

Lunes, 22 de septiembre 2014, 20:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Después de 36 años de militancia, primero en la Juventudes Socialistas y luego en el PSOE, he decidido, tras una larga reflexión, que ha llegado el momento de decir adiós a ese compromiso que durante tanto tiempo me ha unido al PSOE. Una decisión muy difícil para mí, porque en ella se mezclan también los sentimientos. Un vínculo que en mi caso supera lo meramente político.

Durante estos años de militancia he vivido momentos históricos para nuestro país, a menudo complicados, en los que ser socialista, ser de izquierdas, no fue nada fácil. También viví momentos de ilusión, esperanza y satisfacción. Todo ello hacía que, a pesar de las dificultades, mereciera la pena seguir adelante defendiendo el proyecto político que representábamos. Hoy, por coherencia personal y política, he decidido comunicar la baja como afiliado al que ha sido mi partido durante tanto tiempo ¿Por qué? Porque este no es el PSOE al que yo me afilié. No reconozco a este PSOE. Creo sinceramente que no es el modelo ni el proyecto político a seguir. Ya no es una opción creíble, ilusionante, comprometida y vinculada a los movimientos sociales. Ya no es un proyecto referente de la izquierda, con propuestas, abierto al debate y a la participación ciudadana. Es una pena, pero el proyecto socialista en España, en Castilla y León y en Palencia, languidece gravemente. No hay propuestas. Solo importa ganar elecciones, y nada más.

Aquellos que han tenido el honor y el privilegio de estar al frente del PSOE no se dan cuenta de que lo primero que hay que hacer es recuperar la credibilidad. Volviendo a las calles, en la sociedad, con los ciudadanos... Sentir como propia la causa de la izquierda para recuperar la alianza y complicidad con la sociedad civil. Así, sí se podría recuperar la confianza perdida. Pero esto es irrealizable si los dirigentes por utilizar una expresión al uso - del PSOE siguen siendo los mismos que defendieron la reforma laboral, o la reforma de la constitución para anteponer el pago de la deuda a nuestro estado del bienestar. Una medida que repercute negativamente en la realización de políticas sociales que afectan a los más desfavorecidos. Y por supuesto, será imposible cualquier cambio de verdad si los mismos, a pesar de perder elección tras elección, siguen en la poltrona. El PSOE solo es instrumento de cambio para la cuenta corriente de algunos y algunas, no para la esperanza de progreso de la buena gente palentina y española.

La sociedad actual ya no tolera el engaño. Los ciudadanos de izquierdas susceptibles de apoyar al PSOE no están dispuestos a permitir que se sobrepasen determinadas líneas rojas. Los ciudadanos de izquierdas pedimos decencia política, una decencia que desgraciadamente se ha perdido en el PSOE. ¿Cómo se puede hablar de renovación, regeneración política y democrática ocupando un escaño desde hace más de 20 años? ¿Cómo se puede pretender ser la solución cuando se es parte del problema? ¿Qué decencia política es esa? ¿O quizá la regeneración política y democrática es defenderte de la crítica (legítima) de otras formaciones de la izquierda descalificándolas e insultándolas? Yo siempre he pensado que, ante la critica, ante la discrepancia, está el debate de las ideas y de las propuestas. Aunque claro, cuando no hay ni ideas ni propuestas, solo queda el pobre e intolerable recurso del insulto.

Me voy sin rencores. Sin estar contra nadie. Me voy sin frustraciones. Durante mi militancia, tanto en las Juventudes Socialistas como en el PSOE, he estado en los máximos órganos de participación y dirección a todos los niveles: local, provincial, regional y nacional. He tenido el honor de formar parte del primer equipo socialista que gobernó el Ayuntamiento de Palencia con Heliodoro Gallego como Alcalde. Quiero comunicar también que hace escasas fechas he rechazado formar parte de una candidatura municipal que parecía estar fraguándose. Digo esto ahora, porque la noticia de mi presencia o no en esa lista estaba siendo filtrada a las personas y ámbitos más variopintos desde el entorno del posible candidato, no sé con qué extraños intereses.

Me voy indignado, decepcionado y triste por la situación en la que se encuentra el PSOE. Más aún por los dirigentes que hay en la organización en la que he militado durante 36 años. Están acabando con un partido con más de 100 años de historia, al que han pertenecido muchos personajes históricos, sí, pero muchos más anónimos que han luchado por la dignidad social, la libertad y la democracia de nuestro país. Qué grande les queda a los que recogieron el testigo. Qué pena.

Este PSOE ya no es mi proyecto. Los que mandan o quieren mandar están más preocupados por el qué hay de lo mío, que de recuperar la ilusión de los afiliados y ciudadanos. Un PSOE que se ha convertido en un juego de tronos. Que pervierte y contamina procesos, como el de las Primarias Abiertas, que pretendían promover la participación, las propuestas y el debate, para sustituirlos por un quítate tú que me pongo. Todo reducido a un engañoso un militante, un voto. Qué mejor que un socialista un voto e implicar a millones en la causa. Pero no. Había que volver a cocer el puchero en un proceso interno y más manejable. Así se escribe la historia de este desastre.

Todo es normal en un partido que se acostumbra al postureo político y a líderes cuyo único interés es mantenerse en el sillón como forma de vida, o a exlíderes provincianos y frustrados que desde la atalaya que les proporciono la puerta giratoria de la política se dedican a lanzar soflamas desde el rencor demostrando así su insignificancia política y su huída de la coherencia.

Este ya no es mi proyecto. Ya no los considero de los míos. Mi único compromiso en estos momentos es mi barrio, el barrio de El Cristo, donde trabajare allí dónde mis vecinas y vecinos consideren oportuno. Seguiré siendo una persona crítica, de izquierdas y socialista. Seguiré pidiendo el voto para la izquierda que lamentablemente ya no representa el PSOE. Pero no lo haré para esa izquierda oportunista y tacticista que se coloca de una forma un tanto frívola en la 1ª persona del plural del imperativo. Cuidado con los verbos, porque este tipo de estrategias, desde mi punto de vista equivocadas, pueden dar como resultado un engañemos provocando desgraciadamente la abstención de los ciudadanos progresistas, que ya estamos artos de manipulaciones. Eso seria un gravísimo error de la izquierda. Otro más.

Tengo esperanza en la verdadera regeneración de las fuerzas progresistas de este país, y de esta provincia en particular. Palencia debe tener políticos a la altura de las circunstancias que nos toca atravesar. Esta provincia necesita de altura de miras, y no de miopes profesionales de la política. Todos debemos estar unidos para lograr lo mejor para esta tierra, y yo seguiré trabajando por ello con el mismo compromiso, aunque sin compartir un carné que he llevado en mi cartera durante más de tres décadas con aquellos que manchan el buen nombre de un legado centenario.

Adiós y buena suerte

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios