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El hostelero Antonio Primo, el viernes en la recepción del hotel Castilla Vieja de la capital palentina, de su propiedad.
«Me voy con la pena de no haber podido hacer una sede para la CPOE en Palencia»

«Me voy con la pena de no haber podido hacer una sede para la CPOE en Palencia»

El incombustible hostelero deja el cargo a los 82 años tras dos décadas al frente de la organización para dar paso a la savia nueva

Ricardo Sánchez Rico

Domingo, 10 de agosto 2014, 13:43

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Tras dos décadas como presidente de la CPOE, el conocido empresario de hoteles y gasolineras Antonio Primo, el incombustible palentino nacido en Villodrigo hace 82 años, echa el freno. Deja el cargo azuzado por su familia, y también para que haya savia nueva al frente de su organización.

¿Por qué ha tomado la decisión de no concurrir a la reelección como presidente de la CPOE?

No es porque no me guste ya, sino porque tengo el problema de mi casa, saben que tengo mil ocupaciones y quieren que vaya dejando alguna. Y también porque hay mucha gente joven y sería abusar el continuar yo habiendo otras personas que pueden hacerlo mejor todavía, con ideas más frescas.

¿Le ha tomado mucho tomar esa decisión?

Sí, llevo un año pensándolo, todos los días que decían que si todavía no, echándomelo en cara. Así que ahora que ha vencido el mandato último el pasado 10 de julio, pues ya me he decidido. No hemos hecho todavía el proceso porque el secretario me ha dicho que ahora están todos de vacaciones, vamos a dejarlo para después de ferias y por eso me da igual seguir un poco más, porque ahora tampoco hay muchas cosas que hacer. El secretario sí que está de vacaciones, pero yo no me las cojo, mis vacaciones son hacer un viaje a Portugal y otro a Galicia, pero ir y estar un día o dos, porque al día siguiente de llegar me pregunto que qué pinto yo allí. Por eso mi familia no quiere ir conmigo, pero yo estoy más feliz así.

Tendrá sentimientos contrarios después de 20 años en el cargo...

Sí, pero yo pienso estar dentro de la CPOE, no solo como asociado.

¿A quién considera un candidato idóneo para sustituirle al frente de la organización?

Es muy difícil valorar eso, y más exponerlo yo. Para mis adentros sí tengo un candidato, pero no puedo decirlo.

¿Su relevo natural podría ser el secretario, Jaime Villagrá?

No, porque ya ha cumplido la edad reglamentaria y también se va. Quien venga tiene que ser nuevo, honrado y trabajador, y tener cierta simpatía para hablar con las personas, para estar dentro de los organismos como estamos ahora, porque es algo muy importante, ayuda a la gente. Sobre todo en lo de los riesgos laborales, porque, por ejemplo hubo un caso en una factoría de Dueñas que se mató un obrero y nos llamó a las 7:00 horas el gerente de la empresa para decirnos lo que había pasado y que si le iban a llevar a la cárcel. Salió lo mejor posible, a la familia se le dio todo lo que se pudo, pero no pasó más, da satisfacción saber que le has quitado un problema a una empresa.

¿Tienen fecha para la asamblea en la que se decidirá el nombre del nuevo presidente?

No lo tenemos decidido aún porque primero hay que mandar una carta a cada una de las 56 asociaciones, para que, en sobre cerrado, pongan tres candidatos. Cuando esté todo, convocaremos la asamblea general, se abren los sobres y entre todos se vota lo que crean oportuno. Eso será a finales de octubre o principios de noviembre, más o menos, porque tiene que haber unos plazos.

¿Qué balance hace de su gestión al frente de la CPOE durante 24 años?

Creo que hemos hecho bastantes cosas. Una de ellas, cuando cogimos la CPOE, los empleados cobraban mal y tarde, y habían dejado una deuda de cincuenta millones de las antiguas pesetas que poco a poco la hemos ido pagando en Hacienda. Ahora mismo, tenemos cuentas que están saneadas y limpias, e incluso hemos ayudado económicamente a Cecale, porque tenía problemas. Entre todas las provincias se hizo una derrama y hemos contribuido con dinero.

¿De qué se siente especialmente orgulloso al frente de la CPOE?

Hemos ayudado a los de Santander para llevar el AVE allí, se han hecho también cosas aquí con el ferrocarril, se ha peleado mucho porque querían el soterramiento y nosotros no. No viene por donde nosotros queríamos, pero sí se ha procurado no soterrar. También, en la salida para Madrid yendo por Aranda, antes si querías ir por allí a Madrid, se tenía que cruzar parte de Aranda y todo eso llevaba 45 minutos, pero conseguimos que antes de llegar a Aranda hicieran una salida para Madrid y otra para Burgos. También se logró que viniera aquí el Tribunal de Cuentas, y también hemos propiciado hacer la sede de Cecale en Valladolid, que aunque se ha criticado, es un edificio aislado, precioso, con cuatro plantas, y en la última planta, la cubierta, hemos sacado un pequeño restaurante. Eso se ha terminado cuando comenzó la crisis, y decían que si era mucho, pero ha costado cinco millones, Cecale ha puesto uno y pico y el resto a través una hipoteca a 25 años, de forma que cada mes hay que pagar lo que se pagaba antes por alquileres.

Usted también fue presidente de Cecale...

Desde entonces empecé a dar caña con lo que gastábamos en alquileres. Como presidente de Cecale, estoy satisfecho de haber puesto un poco de paz y orden, que antes había sus más y sus menos en las provincias, porque si no esas cosas se enquistan y acaban por desaparecer.

En Cecale ha habido recortes...

Sí, ha cambiado el presidente, el secretario y han despedido a once personas que llevaban un montón de años y que ha costado un montón de dinero. De ahí viene un poco la crisis de Cecale.

¿Tiene alguna espinita clavada al frente de la CPOE, algo que no haya podido conseguir?

Siempre queda algo, lo que pasa es que las circunstancias te obligan a pararte o cambiar de parecer, pero quería haber hecho una sede aquí en Palencia, porque estamos entre Comisiones Obreras, UGT y la de Dios, todos empaquetados, aunque nos llevamos muy bien. De eso me he quedado con la pena, pero había circunstancias adversas.

¿Están contentos los empresarios con la gestión del Gobierno?

Hay una cosa que está clara. Si un empresario tiene medios, va hacia arriba, pero si no se estanca, va para abajo y las consecuencias las sufre el obrero. El Gobierno de Rajoy, o no se entera, o no se quiere enterar, o no le interesa enterarse. Hace días estuve en Soria con la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, y le dije unas cuantas cosas de eso que han hecho con el céntimo sanitario, que son doce céntimos y no va para la sanidad. Le dije que lo que nos están quitando a nosotros se lo están dando al País Vasco y a Navarra, si no logra el Gobierno estabilizar y que todas las comunidades tengan las mismas cargas... Ya han conseguido que se hayan ido a la calle 350 personas en la región, porque cada gasolinera, que tenía dos, tres y hasta cuatro empleados, al no vender, ha tenido que despedir. Han notado que en las elecciones europeas han perdido muchos votos, y parte de ellos son por eso, por los gasolineros y por los muchos señores que cada día tienen que ir a trabajar con su coche.

¿Que debe hacer el Gobierno para mejorar la situación?

Los empresarios y trabajadores poco podemos hacer, es el Gobierno el que puede hacer que ese dinero que está facilitando Europa al 0,15% de interés cayera en los empresarios, pero no cae nada, nada. El otro día fui a un banco para decirle que me hacían falta otros 200.000 euros para un negocio que estoy montando, me dijeron que sí, que el interés al 7%, pero que tenía que ponerles una cuenta fija de 400.000 euros, y les dije que si eran idiotas. Así está todo. ¿Para qué queremos tanto polígono? ¿Para que roben el cobre y las tapas de las arquetas? Además, lo ponen a unos precios...

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