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Profesores y alumnos de la Escuela de Diseño de Madrid recorren el interior de la fábrica el pasado 7 de noviembre.
La fábrica de Abarca se abrirá en el verano de 2015 como restaurante

La fábrica de Abarca se abrirá en el verano de 2015 como restaurante

El proyecto ya se está redactando y se incorporarán ideas propuestas por alumnos de la Escuela de Diseño de Madrid

Fernando Caballero

Jueves, 26 de junio 2014, 12:04

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El edificio de la vieja harinera de Abarca de Campos, que durante unos años funcionó como centro de arte contemporáneo, podría vivir una nueva etapa de su vida funcional, en esta ocasión como restaurante. Un promotor especializado en espacios de hostelería singulares se propone recuperar el inmueble y crear un centro turístico. En una primera fase, prevista para el verano de 2015, funcionará un restaurante en la planta baja, y si la experiencia es positiva más adelante se crearía un spa y un hotel.

El promotor de la iniciativa es un abogado palentino, Fernando González González, presidente y fundador del bufete IURE Abogados, de Madrid, que nació en Villota del Duque (pedanía de Loma de Ucieza) hace 51 años. El objetivo que se propone es crear «un espacio para emocionar y sorprender», según lo definió ayer. El proyecto lo está redactando un equipo de arquitectos formado por Miguel Peña, Adam Bresnick y José Antonio Salvador.

Fernando González González anunció que la primera fase del proyecto incluirá el restaurante y unas habitaciones especiales en el exterior de la fábrica, junto al gran vaso de agua que es la dársena del Canal de Castilla. En concreto, el promotor se propone crear «habitaciones flotantes con acceso privado, en las que el cliente podrá contemplar el cielo y verlo reflejado en el agua». «Será una experiencia sensorial única», apostilla.

Otras de las intervenciones en el exterior es el diseño de fuentes cibernéticas, «que serán una gran sorpresa, porque el cliente percibirá cómo el agua se mueve al ritmo de la música y las imágenes se proyectan en el agua».

Asimismo, en la primera fase se habilitará un «puerto deportivo, con embarcaderos en forma de plataformas dentro del agua», según el promotor del proyecto. El objetivo de González González es crear en el exterior de la antigua harinera una zona de restauración al aire libre en la que el cliente podrá cenar con dj y música en directo, para terminar con el espectáculo de luz y sonido que saldrá de las fuentes cibernéticas. «Vendemos un espacio para emocionar y sorprender. No es una casa rural al uso», señaló.

El abogado asegura que tiene el compromiso de la Confederación Hidrográfica del Duero para llevar a cabo este proyecto. Este órgano de cuenca gestiona los recursos hidráulicos del histórico cauce fluvial.

Esta primera fase está previsto que se ponga en marcha en el verano de 2015. Si la experiencia sale adelante, se iniciará la recuperación del resto de la fábrica, con la creación de un hotel en las plantas superiores y un spa en el sótano, donde discurre el agua que alimentaba los molinos de la fábrica de harinas.

La harinera de Abarca de Campos funcionó como tal hasta 1979. Junto a ella se encuentra la primera esclusa del ramal de Campos del Canal de Castilla. El edificio fue construido en el primer tercio del siglo XIX. En 1893 sufrió un incendio. Desde julio de 1994 hasta finales de 2002 funcionó como centro de arte contemporáneo, gestionado por el galerista vallisoletano Evelio Gayubo, que lo adquirió en 1988. La antigua fábrica conserva en buen estado la maquinaria, ejemplo ahora de la arqueología industrial.

Tres ideas de diseño para emocionar y sorprender

  • Si el objetivo del promotor del centro turístico en la antigua harinera de Abarca de Campos es emocionar y sorprender, dispone para ello del proyecto de rehabilitación que elabora un equipo de tres arquitectos y de las ideas que proponen alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Madrid, que viajaron el 7 de noviembre de 2013 hasta la pequeña población terracampina para conocer el edificio. La delegación palentina del Colegio de Arquitectos de León expone hasta el 7 de julio en su sede de la plaza de San Francisco los tres proyectos elaborados por los estudiantes como prácticas.

  • Tras analizar las patologías de la antigua fábrica, provocados por causas físicas, mecánicas, químicas y humanas (muy bien detalladas en los planos de escala 1/100), los alumnos entran a detallar sus propuestas para ocupar los 2.500 metros cuadrados de superficie, distribuidos en cinco plantas sótano, baja, primera, segunda y bajocubierta.

  • La primera propuesta centra el uso del edificio en unas instalaciones de hotel en la segunda planta, restaurante en la primera y spa en el sótano, además de unas habitaciones suite en el bajocubierta. Todo ello de alto nivel, con espacios amplios y modernos, y pasillos que tratan de buscar «caminos de sensaciones», como los propios alumnos lo marcan, y con materiales que se asemejan a la madera.

  • La segunda propuesta prevé crear un albergue, en unas instalaciones más modestas que el primer proyecto. La recepción, el bar y el spa ocuparían la planta baja; en la primera se habilitaría el restaurante y en la segunda y el bajocubierta, las habitaciones del hotel.

  • La tercera propuesta busca más desarrollar los exteriores del edificio. Apenas entra en el interior, pero sí en la zonas de la esclusa y de la dársena. Aquí se instalarían plataformas sobre el agua con habitaciones que tienen su propia terraza sobre el agua, una propuesta similar a la idea que el explica el promotor.

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