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Marta Pujol Ferrasola.
Marta Pujol admite que consiguió once contratos de la Generalitat sin concurso

Marta Pujol admite que consiguió once contratos de la Generalitat sin concurso

Tan solo uno de los doce encargos que recibió entre 1988 y 1997 respondió a un proceso público, aunque restringido

agencias

Lunes, 2 de marzo 2015, 16:00

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Marta Pujol ha admitido que entre 1988 y 1997, cuando su padre Jordi Pujol era presidente de Cataluña, encadenó doce encargos de la Generalitat para impulsar proyectos como arquitecta, de los que sólo uno, el último, fue a través de un concurso, aunque en un proceso restringido.

En su comparecencia en la comisión del Parlament que investiga la fortuna que la familia Pujol Ferrusola mantuvo oculta durante años en el extranjero, Marta Pujol ha admitido además que compaginó estos encargos del Gobierno catalán con su labor como arquitecta de los ayuntamientos de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) y Sant Vicenç de Montalt (Barcelona), donde su plaza tampoco fue objeto de concurso público.

Marta Pujol ha asegurado que en todos los casos en los que ha sido contratada por las administraciones públicas ha hecho todo el trabajo encomendado, por lo que considera que, ahora que se pone en duda su contrato en Sant Vicenç de Montalt, es más una "víctima" que una "beneficiaria". "En todos estos años nadie ha puesto en duda mi labor profesional; otra cosa es que ahora se haga una campaña por otros motivos", ha considerado.

Trabajos para corporaciones de "todos los colores"

Ha explicado que la contrataron en 1996 cuando en Sant Vicenç de Montalt gobernaba una coalición CiU-ERC: "Me vinieron a buscar porque necesitaban un arquitecto, me hicieron una entrevista y me contrataron". Ha explicado que no se convocó como plaza de arquitecta sino que se hizo como un servicio de consultoría externa, y que esto era "una práctica habitual" en los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes.

Los Pujol sopesaron acogerse a la amnistía fiscal pero lo declinaron por miedo a que se filtrara

  • Marta Pujol Ferrusola ha explicado que ella y sus hermanos sopesaron acogerse a la última amnistía fiscal del Gobierno central para regularizar su patrimonio oculto en Andorra, pero finalmente declinaron esta opción porque tuvieron "miedo" de que se filtrara su identidad.

  • "Tuvimos dudas de que se nos guardara el anonimato como prevé la ley", ha expuesto en su comparecencia en la comisión de investigación del fraude y la corrupción que se celebra en el Parlament y que, entre otras cuestiones, pone el foco en el polémico legado de los Pujol en Andorra.

  • "Tuvimos miedo porque no nos daba garantía de nada", ha concluido Marta Pujol, explicando que la familia declinó esta vía para regularizar el dinero, que finalmente acabó regularizando fuera del plazo de esa amnistía.

Desde 1987 tenía un puesto similar en Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) y, hasta hoy, ha explicado que ha trabajado con corporaciones municipales de "todos los colores": mayorías absolutas de CiU, gobiernos de ICV, tripartitos y del PP.

A preguntas del diputado de ERC Oriol Amorós, Marta Pujol ha explicado que, tras licenciarse como arquitecta en 1987, entre 1988 y 1997 obtuvo doce encargos de la Generalitat, que contrató sus servicios para varios proyectos de obra pública, y ha asegurado que todos los encargos fueron "según la legislación vigente".

La hija del expresidente Pujol, con su padre al frente de la Generalitat, hizo un estudio sobre las modificaciones de las normas subsidiarias en la Cerdanya; una promoción de 102 vivienda en Calella; otra promoción en el mismo municipio de otras 72 viviendas, y otra en el municipio de Blanes.

Además, fue la arquitecta de un centro de atención primaria (CAP) en Sant Cugat del Vallès; un centro para ancianos en Vilafranca del Penedès; un centro asistido en Barcelona; otro CAP en Llavaneres; un archivo en Manresa y una escuela en Lliçà d'Amunt.

La arquitecta también logró un contrato para hacer el proyecto de un centro cívico en Sant Vicenç de Montalt, y ha asegurado que esto no era incompatible con el hecho de que fuera la arquitecta municipal del mismo municipio.

Obra pública

Pujol ha expuesto que sus contratos con la administración representaron un 20% del volumen de trabajo de su despacho, y ha defendido que siempre trabajó mucho más para el sector privado que para el público, pese a que eran unos años en los que hacía mucha obra pública.

Ha lamentado que el Parlament vuelva a poner la lupa sobre sus proyectos, ya que en 1999 varios grupos de la Cámara ya exigieron explicaciones sobre las relaciones entre el despacho de Pujol y la administración pública: "Pensaba que ya había quedado lo bastante debatido", ha ironizado.

Pujol ha asegurado que nunca se entrevistó con consellers de la Generalitat para lograr contratos, y ha defendido que buscó encargos como arquitecta "repartiendo tarjetas" y buscando contactos como lo hubiera hecho cualquier otro arquitecto.

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