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El etarra Carasatorre.
Treinta años de prisión al etarra que asesinó al brigada De Juan

Treinta años de prisión al etarra que asesinó al brigada De Juan

La Audiencia Nacional condena a Carasatorre, que disparó en la nuca al militar en 1995, y valora la confesión del arrepentido Lasarte

Mateo Balín

Lunes, 16 de junio 2014, 13:05

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El brigada Mariano de Juan Santamaría falleció el 10 de abril de 1995 en las inmediaciones del cuartel de Loyola, en San Sebastián, tras recibir un disparo en la nuca del etarra Juan Ramón Carasatorre. Éste esperó la salida de la base de "un militar que tuviera alguna graduación" para cometer el asesinato. Le acompañaba el condenado Francisco Javier Gaztelu, Txapote, y en un coche para huir el hoy arrepentido Valentín Lasarte.

Por estos hechos, la sección segunda de la Audiencia Nacional condenó a Carasatorre a 30 años y seis meses de prisión. La sentencia detalla que el disparo fue efectuado con una pistola marca FN-Browning calibre 9 milímetros Parabéllum "prácticamente a quemarropa, a la altura de la parte trasera del cuello, que atravesó la base del cráneo y salió por la cara -de la víctima-, dando con ello muerte instantánea al militar".

El comando se dirigió en coche al cuartel del Ejército y hacia las 14:20 horas cometieron el crimen. Después huyeron rápidamente del lugar en el vehículo que conducía Lasarte, que fue abandonado en la margen derecha del paseo de Urumea de San Sebastián. De los restos biológicos que extrajo la Policía se hallaron las huellas dactilares de Carasatorre en sus placas de matrícula.

El tribunal también tiene en cuenta la declaración incriminatoria que realizó ante el juez instructor de la causa el propio Lasarte, quien en el juicio, celebrado el pasado mes de mayo, aseguró sin embargo que no recordaba si Carasatorre participó en el atentado.

El tribunal también ha condenado al etarra a pagar por daños 114.509 euros al propietario del vehículo y a indemnizar con 500.000 euros a los herederos del brigada, de forma conjunta y solidaria con los otros etarras ya condenados.

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