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Tres situaciones de peligro en conducción con nieve y cómo solucionarlas

Tres situaciones de peligro en conducción con nieve y cómo solucionarlas

SANTIAGO DE GARNICA

Martes, 20 de enero 2015, 14:00

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El sentido común es el mejor amigo del hombre. Así en nieve lo primero es reducir la velocidad, aumentar las distancias de seguridad y anticipar las frenadas (la nieve sobre un suelo muy frío termina por convertirse en hielo). Hay tres situaciones típicas de pérdida de adherencia: las ruedas patinan al acelerar y el coche no se mueve (perdida de motricidad); el tren delantero se desliza y perdemos direccionalidad (subviraje). Y el tren posterior se va hacia un lado (sobreviraje). Para cada una de estas situaciones debemos aplicar una estrategia.

En caso de que las ruedas que se encargan de la motricidad del coche pierdan adherencia, hay que intentar limitar la potencia y aceleración e intentar arrancar haciendo patinar suavemente el embrague (suavemente para no quemarlo, por favor). Y si es un coche automático ver si tiene un programa de invierno. Tampoco viene de más intentar mejorar la adherencia de las ruedas anteriores (en un tracción delantera) o de las posteriores (en un tracción trasera) por ejemplo poniendo las alfombrillas bajo las dos ruedas (una no basta) o intentando subirnos al capó para aumentar el peso en el tren que fracciona o que nos empujen, solución muy humana y que siempre da espectáculo

La segunda situación es que el coche se nos va de delante (subviraje) y la dirección no responde. La primera reacción es levantar el pie del acelerador para que se produzca una transferencia de masa hacia el tren delantero y así se incremente la adherencia de sus neumáticos. Pero cuidado: se trata de levantar suavemente el pie del acelerador y no de hacerlo bruscamente pues en este caso se podría producir un deslizamiento del tren posterior (sobreviraje) y producirse un trompo. Un piloto de rally sabe hacer un buen uso de las transferencias de masas y en esta situación le puede interesar hacer deslizar la trasera pero hablamos de usuarios normales por eso insistimos en la suavidad. Y también hay que evitar acentuar el giro del volante pues cuanto más forcemos este giro menos adherencia de los neumáticos y por consiguinete menos direccionalidad tendremos.

Cuando el vehículo se va de atrás (sobreviraje) haremos un suave contravolante, es decir, si el coche se va de atrás hacia la izquierda, giraremos el volante hacia la izquierda y a la inversa si la parte posterior del coche se va a la derecha. Es muy importante en el caso de sobreviraje no pisar el pedal de freno pues la masa del coche se iría hacia delante aligerando el posterior y agravando su deriva. En cambio pisar el pedal del embrague si nos puede ayudar. Y muy importante: nuestra mirada nunca debe dirigirse hacia donde se va el coche sino hacia donde debemos ir: el cerebro mandará así correctamente la información necesaria a nuestros brazos y manos.

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