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Adrián del Campo-leonoticias.com
Miércoles, 19 de agosto 2015, 14:03
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Mover 10 toneladas con los dientes, 15 con el pelo, 12 con el cuello, 1.500 kilos con el pene o resistir el impacto de una piedra de 200 kilos sobre el estómago son algunas de las singularidades que caracterizan a los Jiménez, una familia de forzudos naturales de Astorga que acumula cuatro récords Guinness y 18 años de espectáculos de resistencia en su ya dilatada trayectoria.
En principio, cuando alguien presencia uno de los shows de los Jiménez tiende a centrarse en su cuerpo, pensando en lo que sufre su físico, pero ahí no está el secreto, lo auténticamente importante es la mente, la concentración que estos forzudos maragatos son capaces de alcanzar para resistir el dolor hasta cotas casi inhumanas.
Porque todos los Jiménez practican el Kung Fu, del que algunos son maestros, y en particular el Chi Kung, una rama de técnicas relacionadas con la medicina china tradicional que se basa en saber desarrollar la energía interior, a través de la mente y la respiración, para soportar el dolor.
Disfrutar de lo impensable
Aquí está la clave de sus espectáculos y sus récords de infarto, de nervios para el público y de diversión para los forzudos maragatos, porque aunque suene increíble, estos maragatos no sufren mientras exigen su cuerpo hasta límites inimaginables. «Realmente disfrutas cada segundo que estás ahí realizando la exhibición porque te has preparado para ello», declara Bili Jiménez.
Aunque este miembro de la familia más fuerte del mundo también reconoce lo que es lógico, que sus funciones tienen algunas consecuencias negativas, eso sí, mucho menores de lo que se esperaría. «Mientras estás realizando un espectáculo por supuesto que te duele, pero la concentración mental te hace resistir la aflicción. Luego, cuando acabas la demostración estás dos horas en las que no te puedes apenas mover, como si te hubieran dado una paliza», confiesa Bili Jiménez.
Récords Guinnes entre otros
Este 26 de agosto, en la Plaza Mayor de Astorga, la familia de forzudos cumplirá 18 años de actuaciones juntos y lo celebrará a partir de las 19:00 horas con un show en el que intentarán volver a sorprender a todos sus vecinos y batir algunos de sus récords, entre los que figuran cuatro Guinness reconocidos.
En este sentido, es Luis Jiménez el que más méritos acumula. Con 62 años y 42 realizando espectáculos, primero en solitario y después en familia, el primero de la saga de forzudos maragatos, cinturón negro Sexto Dan de Kung Fu, suma tres récords Guinnes: mover un camión de 10 toneladas con los dientes, un coche de 1.500 kilos con el pene y un autobús con 81 personas en su interior, lo que supondría 15 toneladas de peso, con el pelo de su famosa coleta.
Su hija, Sandra Jiménez (cinturón negro Primer Dan), es la que firma el otro récord Guinnes de la familia, el cual consiste en mover un camión de 12 toneladas con el cuello. Mientras, Bili, hermano de Sandra, es capaz de resistir golpes que supondrían un riesgo casi mortal para cualquier persona normal, pero su estómago y sus costillas aguantan de todo, protegiendo así sus órganos vitales.
Sobre el abdomen de Bili Jiménez, cinturón negro Tercer Dan, se han roto con una maza de cinco kilos rocas des hasta 212 kilogramos. De la misma forma, en sus genitales se han destrozado piedras de dos kilos.
El más joven
El último y más joven de esta familia maragata es Cristian Fuentes Jiménez, que con solo 19 años mueve siete toneladas. Una marca que se debe en gran medida a su temprana preparación, este joven se inició en el Kung Fu a los cinco años y con 11 ya desplazaba 4.500 kilos.
Cristian ha crecido junto a los espectáculos de su familia, la cual cumple 18 años de funciones que se han extendido por toda España, pero para celebrar su mayoría de edad el lugar elegido será Astorga, su ciudad, donde los Jiménez demostrarán que no se cansan de soportar dolor, que continúan disfrutando de sus espectáculos y lo pueden hacer presumiendo de que no arrastran ninguna secuela grave, recordando, una vez más, que la clave está en la mente, que lo primero para conseguir cualquier cosa es creerse capaz de alcanzarla.
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