Luz verde al impacto ambiental para iniciar la ampliación de Corta Pastora

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente informa favorablemente sobre el proyecto para la ampliación de la explotación a cielo abierto de la 'Corta Pastora', en La Pola de Gordón, de la Hullera Vasco Leonesa, que permitirá prácticamente duplicar su capacidad con 821 hectáreas y dicta su Declaración de Impacto Ambiental, según la orden que publica hoy el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).

Con este proyecto, la Hullera pretende extraer 6,3 millones de toneladas de carbón que, a una producción anual de 700.000 toneladas, conllevaría una duración de la explotación de hasta nueve años. Así, su objeto es desarrollar de «manera racional» un proyecto minero, técnico y económicamente viable en torno a la ampliación 'Corta Pastora' y las plazas de interior existentes -los pozos Aurelio del Valle, Emilio del Valle y Eloy Rojo-.

La Hullera justifica que el objetivo del sistema productivo requiere la explotación a cielo abierto de zonas explotadas previamente por minería de interior para «recuperar de forma integral los recursos existentes en la zona y garantizar la viabilidad económica de la actividad minera en la comarca». Así, considera que el proyecto actual demandaba una «actualización», entre otras causas, porque de acuerdo al actual ritmo de producción «la vida útil» de la explotación habría finalizado y la necesidad de continuar operando requiere la ampliación de la actual superficie.

Por otro lado, la empresa minera también explica que las labores de seguimiento del proyecto han puesto de manifiesto problemas de estabilidad en el talud este, actual hueco de corta. «La necesidad de solucionar dichos problemas exige de manera perentoria la ejecución de labores de estabilización que llevaría implícita la ampliación de la actual superficie de explotación», apuntan.

Desde la Hullera recuerdan que desde hace 30 años realizan el aprovechamiento de recursos mineros por el método de explotación a cielo abierto del área conocida como Pastora-Collolampa, que viene desarrollándose mediante fases temporales consecutivas y permitiendo la compatibilidad técnica de la actividad a cielo abierto con la actividad minera de interior desarrollada por la empresa. Asimismo, destacan la constante labor restauradora en la zona, que supera ya las 300 hectáreas que se encuentran «en un proceso paulatino de naturalización».