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«Me sentiría más tranquilo si supiera que los culpables tampoco duermen»

«Me sentiría más tranquilo si supiera que los culpables tampoco duermen»

Los padres de Manuel Moure, uno de los seis fallecidos en el pozo Emilio, piden justicia tras dos años de sufrimiento, silencio y sin poder seguir hacia adelante

A. Cubillas-leonoticias.com

Miércoles, 29 de julio 2015, 20:33

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Con el casco de su hijo aún teñido del negro carbón, Manuel Moure y Toñi Fernández, abatidos, destrozados y sin encontrar el consuelo desde el pasado 28 de octubre, han protagonizado una concentración a las puertas de los Juzgados de León donde seis rosas han recordado a las seis vidas que el pozo Emilio se cobró.

Casi dos años de sufrimiento, de dolor, de un vacío irreparable, que hoy quema aún más cuando se ven obligados a escuchar a los responsables de la Hullera Vasco Leonesa negar cualquier fallo de seguridad en el tajo donde perdía la vida su hijo junto a otros cinco compañeros.

Con la imagen de su hijo y con dos pequeñas pancartas en las que se podía leer 'Fortuito no, asesinato' y Nunca estaréis solos y acompañados por Roberto, uno de los mineros que resultó herido en el rescate de sus compañeros, los padres de Manuel han pedido justicia que, según han recordado, debe empezar porque se sienta culpables los directivos de la empresa.

Los mismos que, según lamentó Manuel, guardaron un silencio «hiriente y asfixiante». «Todavía no nos han dicho ni una triste palabra en dos años, parece que no existiéramos que fuéramos perros cuando allí murieron seis personas. Lo más triste es que ellos tiene 1.000 currículos y si caen seis pues ya meterán otros seis».

Porque duele, lamenta Manuel, verles cómo «se van de rositas» cuando para las familias de los fallecidos y los heridos aún es complicado mirar hacia adelante. «Los últimos días no dormimos ni media hora. Yo solo quiero que ellos tampoco duerman y ya me sentiría feliz y a ver si pronto les puedo llevar agua a Mansilla», lamentó Moure.

Rabia e impotencia cuando además Toñi recuerda las veces que se sumó junto a las mujeres del carbón y los trabajadores para luchar y pelear por los intereses y la pervivencia de una empresa que ahora les da la espalda. «Fui a Madrid y a la Junta, participé en los cortes de carretera y ahora ellos no nos apoyan aunque que vas a esperar de alguien que ni si quiera se dignaron a decirnos que había ocurrido».

Pero, ya advierten, no habrá desplante ni negativa que frene a estos padres que en silencio clama con más fuerza justicia por Manuel Moure, Antonio Blanco, Orlando González, Carlos Pérez, José Luis Arias y Roberto Álvarez, seis hombres a los que la mina las arrebató la vida

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