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Luis V. Huerga / Patricia García
Lunes, 25 de agosto 2014, 18:46
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En el interior de una catedral que este lunes se ha quedado pequeña durante el funeral por los tres guardias civiles fallecidos durante un rescate en los Picos de Europa, han resonado con fuerza las palabras del arzobispo castrense, Juan del Río.
Éste, junto con el obispo de León, Julián López, ha sido oficiado un profundo y sentido acto religioso. Durante su intervención Juan del Río ha asegurado a los presentes que todos los obispos de España han dejado ver su dolor por este trágico suceso, pero en especial "los obispos de España Asturias y Jaca", donde el Greim tiene sus más importantes bases de actuación.
El arzobispo castrense ha asegurado que el capitán Emilio Pérez Peláez el teniente Marco Antonio Benito y el guardia José Martínez Conejo fueron "hermanos que dieron la vida por los que amaban, porque amaban a España y al ejercicio del deber bien cumplido".
"Según me ha dicho el hijo de uno de los fallecidos esta misma mañana su padre y sus compañeros murieron haciendo lo que les gustaba", ha asegurado.
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