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El primer ministro francés, Manuel Valls (2d), saluda a varios soldados.
Francia levantará en Calais un nuevo campamento para inmigrantes

Francia levantará en Calais un nuevo campamento para inmigrantes

Ese nuevo centro, con una capacidad para 1.500 personas, se levantará de aquí a principios de año en la llamada "jungla" de Calais, donde conviven entre 3.500 y 4.000 sin papeles

EFE

Lunes, 31 de agosto 2015, 18:38

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El Gobierno francés anunció hoy la construcción de un nuevo campamento humanitario en Calais, con la intención de ofrecer una acogida digna a los miles de inmigrantes que se congregan a las afueras de esa localidad gala a la espera de cruzar al Reino Unido.

Ese nuevo centro, con una capacidad para 1.500 personas, se levantará de aquí a principios de año en la llamada "jungla" de Calais, donde conviven entre 3.500 y 4.000 sin papeles, en su mayoría sudaneses, eritreos, sirios y afganos.

Un total de 120 grandes tiendas, con espacio para unas doce personas cada una, sustituirán en parte a las chabolas improvisadas del actual campamento, cuyo número de habitantes no superaba hace menos de un año los 400.

La asistencia humanitaria que aporte el nuevo campamento complementará a la ofrecida actualmente por el centro Jules-Ferry, que alberga de forma permanente a 115 mujeres y niños y facilita comida, cuidados y servicios a otros inmigrantes.

La Comisión Europea (CE), según indicó hoy en conferencia de prensa su vicepresidente, Frans Timmermans, otorgará a Francia cinco millones de euros para financiarlo, que se suman a los 3,8 millones destinados en 2014, y que costearán también el transporte de los demandantes de asilo a otros puntos del país.

La alcaldesa de Calais, la conservadora Natacha Bouchart, dio hoy el visto bueno esa iniciativa, pero dejó claro que el esfuerzo, tanto en la acogida como en la selección de quienes tienen derecho a asilo político, debe ser compartido con el Reino Unido.

La visita que hoy efectuaron a la zona Timmermans, el primer ministro francés, Manuel Valls, el ministro galo del Interior, Bernard Cazeneuve, y el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopoulos, buscaba escenificar la movilización conjunta, europea y francesa, en la gestión de la actual crisis migratoria.

"¡Os ha costado 200.000 muertos!", les reprochó a gritos, en alusión a la falta de reacción comunitaria, una mujer en la conferencia de prensa, que acabó siendo retirada de la sala por las fuerzas del orden.

Valls admitió hoy que la actual crisis "va a ser larga" y señaló que "Europa, Francia, todos" tienen una "inmensa responsabilidad" ante una situación "trágica, insostenible, con todos esos muertos a las puertas" del continente.

Europa, dijo, no puede abandonar a los países que afrontan en primera línea las llegadas masivas y la solución que aporte debe ser duradera, guiada por los principios de "humanidad, responsabilidad y firmeza".

El consejo extraordinario de los ministros europeos de Interior y Justicia del próximo 14 de septiembre debe servir, confió, para avanzar de forma concreta en esa búsqueda y en la aplicación de medidas.

"Aquellos que son perseguidos en su país, que están expuestos a la tortura, oprimidos, deben ser acogidos", subrayó Manuel Valls, que abogó por un reparto equitativo de quienes tienen derecho al asilo y criticó que "demasiados países" europeos se nieguen a asumir su parte.

Francia ha acogido desde principios de año a 1.600 demandantes de asilo, frente a los 200 en 2013, ha movilizado 36 millones de euros en el segundo trimestre y prevé llegar a un total de 112 millones en 2016 y ha expulsado del país a 1.200 inmigrantes irregulares.

Muchos de esos sin papeles se concentraban a las afueras de Calais para pasar al Reino Unido a través del Eurotúnel, la conexión ferroviaria que enlaza con ese país bajo el canal de la Mancha.

Las tentativas de entrada a sus instalaciones llegaron a alcanzar las 2.000 en una noche en julio, cifra que se ha rebajado hasta las 200 actuales tras el refuerzo de las medidas de seguridad adoptadas ese mes.

Entre ellas, según detalló hoy una portavoz de la compañía, el levantamiento de nuevas barreras de seguridad en un tramo de 10 kilómetros, el refuerzo de las vallas existentes, la reparación de las alambradas o la limpieza del terreno.

"Los países de origen deben oír el mensaje de que la frontera franco-británica está plenamente controlada", advirtió hoy Valls.

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