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El abogado y el consejero médico de los padres de Vincent Lambert atienden a los medios.
Estrasburgo ordena mantener con vida a un enfermo vegetativo francés

Estrasburgo ordena mantener con vida a un enfermo vegetativo francés

Su mujer pidió suspender los cuidados tras seis años en estado vegetativo, mientras que los padres, católicos tradicionalistas, se oponen

AGENCIAS

Miércoles, 25 de junio 2014, 02:40

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La Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH) requirió la noche del martes el mantenimiento con vida de un francés tetrapléjico en estado vegetativo, en contra de una decisión judicial francesa favorable a la suspensión de los cuidados.

"Tras conocer el fallo del Consejo de Estado" francés, la CEDH ha pedido a Francia que "suspenda la ejecución de este fallo mientras dure el procedimiento ante la Corte", precisa la jurisdicción europea en un correo dirigido al gobierno francés, y transmitido por uno de los abogados de los padres del paciente, Jean Paillot. "Esta medida implica que Vincent Lambert no sea desplazado con objeto de interrumpir su alimentación e hidratación", precisa la Corte.

El ministerio de Justicia francés, se limitó a confirmar a la AFP que la CEDH "pidió la suspensión momentánea de la decisión del Consejo de Estado para que el dossier pueda ser examinado en cuanto al fondo". La CEDH interviene a requerimiento de los padres de Vincent Lambert, que se oponen a la eutanasia pasiva de su hijo y expresaron su "infinito alivio" por esta decisión.

El Consejo de Estado francés se pronunció este martes a favor de interrumpir los cuidados que mantienen en vida a Vincent Lambert, que lleva seis años en estado vegetativo. La más alta instancia administrativa francesa consideró legal la decisión de los médicos del hospital de poner fin al tratamiento que mantiene artificialmente en vida al paciente de 38 años, por considerar que se trata de un "empecinamiento insensato".

Enfrentamiento familiar

El mantenimiento o no en vida de Vincent Lambert, que padece "lesiones irreversibles" y con el cual nunca se pudo establecer comunicación alguna, es objeto de un enfrentamiento familiar.

Por un lado, su esposa y varios parientes, respaldados por el hospital de Reims (este) donde el paciente está internado desde que sufrió un accidente de tránsito en 2008, favorables a poner fin al tratamiento. Por otro, los padres de Vincent Lambert, que se oponen por convicción religiosa al cese de la alimentación y la hidratación artificial de su hijo.

Los padres, católicos tradicionalistas, recurrieron a la justicia y un tribunal administrativo ordenó el 16 de enero que se mantenga el tratamiento. Tras esa decisión, la esposa y los médicos apelaron al Consejo de Estado. En Francia, una ley de 2005 autoriza el cese de tratamientos inútiles o desproporcionados cuyo único objetivo sea el mantenimiento artificial de la vida.

"La decisión pronunciada por el Consejo de Estado (...) se inscribe en el marco fijado por la ley", declaró Jean-Marc Sauvé, vicepresidente de esa instancia. Aunque admitió que "el estado de salud más grave, incluyendo la pérdida irreversible de toda conciencia, no alcanza para justificar el fin de un tratamiento", destacó la necesidad de "prestar especial atención a la voluntad del paciente". Antes del accidente Lambert, un ex enfermero psiquiátrico, "había expresado claramente en varias oportunidades el deseo de no ser mantenido en vida artificialmente", explicó Sauvé.

La eutanasia, a debate

El fallo del Consejo de Estado se produjo en momentos en que otras controversias vinculadas a la eutanasia ocupan un primer plano en Francia. Desde el 11 de junio, un tribunal de Pau (suroeste) está juzgando al médico Nicolas Bonnemaison, acusado de haber envenenado a siete ancianos. La fiscalía reclama cinco años de cárcel. Este miércoles, una exprofesora de literatura comparecerá ante un tribunal de Montpellier (sur), acusada de haber intentado poner fin a la vida de su madre que padecía un Alzheimer. Ambos casos alimentaron el debate nacional en torno a una eventual reforma de la ley sobre el fin de vida de 2005, que autoriza la interrupción de tratamientos en ciertos casos.

El Gobierno francés encargó la semana pasada a dos diputados, incluyendo Jean Leonetti, autor de la ley de 2005, proponer antes de fin de año una reforma del texto, por considerar que el mismo es mal conocido y está mal aplicado. Según Leonetti, la decisión del Consejo de Estado "conforta a la ley, aunque no se pueden sacar conclusiones globales aplicables a todos los casos, ya que cada caso es particular. Se basaron en lo que quiere o hubiese querido el paciente, ya sea a través de directivas por escrito o en forma oral".

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