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Sanitarios atienden a víctimas del ataque en Estambul.
El terrorista de Estambul pudo tener cómplices dentro la discoteca

El terrorista de Estambul pudo tener cómplices dentro la discoteca

Los investigadores no descartan la presencia de un segundo atacante en el Reina tras el análisis de las videocamaras de la sala y de los alrededores

EFE

Jueves, 5 de enero 2017, 11:47

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El atacante del club Reina de Estambul, donde murieron 39 personas, pudo tener "cómplices dentro del local", aseguró el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, cuatro días después de la masacre.

Kurtulmus explicó en declaraciones al diario Hurriyet que así lo indica el hecho de que el terrorista, que actuó de forma "extremadamente profesional", no se suicidara en el acto.

Los investigadores no descartan la presencia de un segundo atacante en el Reina tras el análisis de las videocamaras de la sala y de los alrededores, según el diario.

El viceprimer ministro indicó que el autor de la matanza presuntamente llegó a Turquía procedente de la república exsoviética de Kirguizistán, aunque la investigación sigue considerando otras opciones, como la de que proviniese de Siria.

Las autoridades turcas afirmaron ayer que habían identificado al autor del ataque, que sigue prófugo, y anunciaron nuevas detenciones en el marco de la investigación. «La persona que cometió el atentado terrorista de Estambul fue identificada», declaró el ministro de Relaciones Exteriores Mevlüt Cavusoglu a la agencia de prensa progubernamental Anadolu en una entrevista televisada, sin precisar no obstante la identidad del atacante. Las autoridades difundieron el martes varias imágenes del sospechoso. Según Cavusoglu, el domicilio del atacante fue registrado.

Los medios turcos afirmaron que al menos 20 personas con supuestos vínculos con el Daesh fueron detenidas el miércoles por la mañana en Izmir, en el oeste de Turquía. La agencia Anadolu precisó que se trataba de personas oriundas de países de Asia central y de Siria. El martes, los medios turcos habían señalado que el atacante podría ser de Uzbekistán o Kirguistán. El Ministerio de Relaciones Exteriores de este último país indicó por su parte que se estaba llevando a cabo una investigación, aunque consideró «improbable» la implicación de uno de sus ciudadanos en la tragedia. En total, 16 personas estaban ya detenidas el martes, entre ellas la esposa del presunto autor y dos extranjeros detenidos en el aeropuerto internacional Ataturk de Estambul, informó la agencia turca Dogan.

     

Especulaciones

     

La masacre en la discoteca Reina marcó de forma sangrienta el inicio de año en Turquía, un país sacudido en 2016 por una ola de atentados atribuidos al Daesh y a rebeldes kurdos. El estado de emergencia, instaurado tras el fallido golpe de Estado del 15 de julio, fue prolongado el martes durante tres meses más. El miércoles, en su primer discurso público desde el atentado, el presidente Recep Tayyip Erdogan declaró que este ataque «apunta a polarizar la sociedad». Pese a ello, «vamos a permanecer en pie y mantener la sangre fría», sentenció el mandatario.

Armado con un fusil de asalto, un hombre irrumpió delante de la discoteca Reina, situada a orillas del Bósforo, y mató a dos personas en la entrada antes de penetrar en el local y cometer la masacre. Las autoridades estiman que el atacante había recibido un entrenamiento avanzado para usar armas, según medios turcos. Los investigadores creen que utilizó cargadores dobles para optimizar el tiempo de recarga y granadas cegadoras para desorientar a sus víctimas, mientras se aseguraba que les apuntaba a la parte superior del cuerpo para aumentar el número de muertos.

El diario 'Haberturk' afirmó el miércoles que tras haber perpetrado la matanza, el sospechoso tomó un taxi que le llevó hasta un restaurante uigur de Zeytinburnu, un barrio del este de Estambul, donde pidió prestado dinero para pagar la carrera. Varios medios informaron que el supuesto asesino llegó en noviembre a Konya (sur) con su mujer y sus dos hijos «para no llamar la atención». Las autoridades turcas han desplegado un amplio dispositivo para capturar al autor de la matanza. El martes, las especulaciones en torno a un ciudadano kirguís de 28 años que se parecía físicamente al sospechoso resultaron infundadas. Tras ser interrogado por la policía turca, fue autorizado a regresar a Kirguistán, donde fue nuevamente interrogado y puesto en libertad. El atentado fue perpetrado al tiempo que el ejército turco intenta tomar la ciudad de Al Bab, un bastión del EI en el norte de Siria, donde Ankara lanzó una ofensiva contra los yihadistas y las milicias turcas. En su comunicado de reivindicación, el EI acusó a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, probablemente en alusión a la participación turca en la coalición internacional antiyihadista, liderada por Washington.

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