Borrar
La actriz Salma Hayek. AFP
Salma Hayek vivió un drama en el rodaje de 'Frida', película producida por Harvey Weinstein

Salma Hayek vivió un drama en el rodaje de 'Frida', película producida por Harvey Weinstein

El productor se empeñó en que la actriz protagonizará una escena sexual

el norte

Viernes, 15 de diciembre 2017, 14:02

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Salma Hayek se ha unido a la lista de actrices que han denunciado al productor Harvey Weinstein por abusos sexuales . Para contar ese triste episodio de su vida ha publicado un artículo escrito por ella misma en 'The New York Times' donde reconoce que Weinstein también «fue mi monstruo».

Esa etapa coincide con el rodaje de 'Frida', en el año 2000. «Poco sabía que sería mi turno de decir que no. No a abrir la puerta durante la noche, hotel tras hotel, localización tras localización, incluso cuando estaba rodando una película donde él no estaba involucrado. No a darme una ducha con él. No a dejar que me mirase mientras me duchaba. No a que me diese un masaje. No a que una amiga suya me diese un masaje desnuda. No a tener sexo oral. No a estar desnuda junto a otra mujer. No, no, no, no, no...», comenta la actriz.

Su compañera de profesión Penélope Cruz, llegó a contar que era Hayek para el productor: «No era una artista. No era incluso una persona. Era una cosa: un cuerpo».

Antes de que acabase el rodaje de 'Frida', el productor obligó a la directora a incluir una escena de sexo oral entre la protagonista y Tina Modotti, interpretada por Ashley Judd. «Estaba claro que nunca podríamos terminar la película sin que él cumpliera su fantasía de una manera u otra. No había lugar para la negociación».

Salma concluye su misiva reflexionando sobre la visión que tiene Hollywood de la mujer: «¿Por qué tantas de nosotras, artistas mujeres, tenemos que ir a la guerra para poder contar nuestras historias cuando tenemos tanto que ofrecer? ¿Por qué tenemos que pelear con uñas y dientes para mantener la dignidad? Creo que es porque, como mujeres, hemos sido devaluadas artísticamente hasta un nivel de indecencia, hasta el punto de que la industria del cine ha dejado de esforzarse por averiguar qué quiere ver el público femenino y qué historias queremos contar».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios