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Los límites de la moda

Vello teñido de colores en las axilas, joyas implantadas en el globo ocular o tatuajes solares son algunas de las últimas corrientes que se suman a otras más consolidadas; tienen sus defensores, sus detractores… pero no dejan a nadie indiferente

Rebeca Alonso

Martes, 28 de julio 2015, 17:10

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«Es que se lleva, es la última moda». Parece que esta frase justifica todas las corrientes que nos dejan con la boca abierta. Pueden encantarnos o parecernos polémicas, horteras o atrevidas, e incluso ser perjudiciales para la salud. Y es que, como dicen, para gustos los colores pero ¿todo vale?

Teñirse el vello de las axilas

Para algunos es un gesto del siglo XXI de liberación de la mujer o simplemente algo divertido que llama la atención; para otros evidencia el mal gusto e incluso una higiene pobre. Una de las primeras en apuntarse a esta peculiar sesión de peluquería fue, cómo no, la controvertida cantante y actriz Miley Cyrus, que no se conformó solo con adornar con un color rosa dicha zona de su cuerpo sino que hizo lo mismo con su pubis.

Guerra al champú

Existe una corriente que afirma que evitar el champú aporta vitalidad, fuerza e incluso brillo al cabello (eso sí, después de aguantar una temporada con el pelo con aspecto grasiento). Como ocurre con el punto anterior, hay una famosa actriz que ha divulgado las excelencias de esta práctica: Shailene Woodley, quien afirma lavar su cabellera tan solo una vez al mes. En internet, el reto 'No Poo Challenge' ha corrido como la pólvora y sumado adeptos que opinan que los jabones y productos de limpieza para el pelo solo consiguen dañarlo. Adele, Ewan McGregor y Robert Pattinson también son miembros de esta liga anti-champú.

Ni braga ni tanga

Esto de no llevar ropa interior más que una moda es a veces una necesidad cuando las famosas se embuten en vestidos ajustados hasta el límite (aunque puede que haya alguna adepta por pura y dura diversión). Es cierto que existen tangas sin costuras, fajas pero hay que reconocer que en algunos casos es complicado encontrar una prenda que no marque nada. Lo malo (además de ir de comando) es cuando esos vestidos no son solo ajustados sino también cortos y juegan una mala pasada. Aquí la reina es, sin duda, Britney Spears, aunque la lista es larga y la engrosan nombres como Katy Perry, Paris Hilton y de nuevo Miley Cyrus.

Tatuajes solares (Sunburn art)

En esta parte de la lista nos alejamos del buen o mal gusto o del debate de la higiene y nos zambullimos en temas más serios. A veces las modas son peligrosas para la salud. Es el caso del último grito: los tatuajes solares. Consiste en tapar con crema solar o con pegatinas una parte del cuerpo a modo de dibujo y dejar que se queme el resto de la piel como si fuera un tatuaje de dos colores diferentes, algo muy peligroso.

Joyas en ¡los ojos!

Hemos visto pendientes y piercings en prácticamente todas las partes del cuerpo pero los implantes de joyas en los ojos supera todo lo anterior. Se realizan a través de una intervención quirúrgica que dura entre 10 y 15 minutos con un coste aproximado de 3.000 o 4.000 dólares (unos 2.200 o 2.900 euros). Consiste en realizar una pequeña escisión en la membrana transparente externa del ojo para luego insertar la pieza. Los oftalmólogos ya han advertido de los riesgos que puede entrañar: ceguera por infección, sangrado, hemorragia subconjuntival, perforación del ojo o conjuntivitis.

Dilatadores en las orejas

Otra evolución de las joyas y de los pendientes en concreto son los dilatadores para orejas o dilatas. En este caso depende más del gusto personal de cada uno: puede encantarte o repelerte. Se trata de expansiones en el lóbulo de la oreja para introducir en ella diversos adornos e ir aumentando paulatinamente el tamaño del agujero. Si se hace correctamente no tiene por qué dañar la oreja, al igual que los pendientes y piercings. La desventaja es que, si te cansas de ello, tienes que recurrir a la cirugía. Es algo parecido a los tatuajes, que pueden borrarse con láser, pero es cierto que la cirugía es una solución más invasiva. Esta práctica a veces se aplica también en la nariz e incluso en otras partes del cuerpo.

Dientes separados

A más de uno le acomplejó en la infancia pero lo cierto es que ahora se llevan los dientes incisivos (paletos) separados por el medio (diastema). Numerosas modelos y actrices lo han puesto de moda como Georgia May Jagger, Vanessa Paradis, Jessica Hart, Lara Stone, Ashley Smith o Anna Paquin. Algunas personas nacen así pero otras no dudan en forzar esta separación, una técnica que puede acarrear problemas en la dentadura.

Países asiáticos

Japón es un mundo aparte en lo que a modas se refiere. Si en Estados Unidos y ahora también en Europa se lleva la diastema, allí hay una práctica conocida como yaeba o doble diente que consiste en deformar la dentadura para empujar los caninos hacia adelante. Se persigue que los colmillos sobresalgan para conseguir una imagen de aspecto vampírico. Aunque, como en el caso anterior, puede que más de una persona haya nacido en cierto modo con este aspecto. El caso es que buscar este efecto puede acarrear consecuencias negativas para la boca. No es la única tendencia extraña en Japón. De hecho, ¿por dónde empezar? Es imposible enumerarlas todas, como la cabeza bagel que hace que parezca que llevas una rosquilla implantada en la frente, o algo más inofensivo pero poco elegante: las camisetas y faldas que simulan ir en ropa interior.

En su país vecino, China, desde el pasado verano puede verse a algunas mujeres bañándose en el mar con un facekini, una especie de pasamontañas que protege su rostro del sol pero no parece ser demasiado cómodo ni práctico.

9.Ande o no ande la talla más grande

Nos alejamos de las polémicas con la salud para centrarnos en el estilo. La corriente oversize llegó hace pocos años (aunque no es la primera vez en la historia que se lleva) y lejos de perder fuerza se asienta en los armarios. De hecho, aunque vaya en contra de la premisa de toda la vida de acertar con tu talla y que te quede como un guante, llevar ropa amplia puede ser muy favorecedor pero eso sí, sabiendo cómo llevarlo. Puede que a las modelos les quede muy bien en las fotos pero lucirlo en la vida real es otra historia. La línea que separa un look moderno de otro desastroso es muy fina. Un truco es combinar la parte de arriba grande con la de abajo ceñida o viceversa, complementos que insinúen las formas como un cinturón, lucir algo de escote en una maxicamisa o unos simples tacones que siempre obran maravillas. Otro aspecto importante es que no todas las prendas que sean cuatro tallas más grandes son adecuadas para este estilo. Hay americanas y camisas masculinas que se pueden reciclar para este efecto y quedan bien pero no vale toda la ropa XL. También hay prendas específicamente diseñadas con estilo oversize que están pensadas para este efecto. De cualquier forma hay que tener en cuenta que, aunque suene paradójico, esta tendencia le queda mejor a chicas muy delgadas.

Y lo contrario... la mínima expresión de la ropa

Esta tendencia pega fuerte desde hace un par de veranos especialmente en los crop tops (camisetas cortas que dejan ver el ombligo) y los shorts. Va en el pudor y forma de ser de cada uno, algunas prendas pueden ser muy sexys y favorecedoras pero hay que tener algo muy en cuenta: si tus shorts son cortísimos e incluso dejan ver parte de tu glúteo ni se te ocurra ir así a trabajar a la oficina, por ejemplo. Enseñar más o menos piel es una decisión libre, pero hay que saber estar en cada lugar y situación.

Viva la barba hipster

Es difícil definir con exactitud esta corriente pero a grandes rasgos se basa en aspectos vintage, independientes y diferentes. Se trata de una extraña mezcla de lo viejo y lo nuevo. Como cualquier otra moda, tiene sus detractores y defensores. Por ejemplo, en la red social Tumblr (hipsteroroldlady.tumblr.com) existe un apartado llamado Hipster or old lady en la que se muestran fotos de mujeres sin que se vea su cara jugando así con la ambigüedad de este estilo, que a veces puede parecer de persona mayor. En estos casos, un rasgo recurrente es el de los estampados florales para las féminas. Muchos hombres de esta corriente se decantan por la barba, aunque la barba en sí se ha convertido en una moda masculina últimamente sin tener que ser hipster. Desde barbas de tres días a otras más densas y cuidadas (de hecho algunas marcas han aprovechado para lanzar productos específicos para su cuidado) y otras más desaliñadas o tal vez (para gustos) demasiado largas. Otros aspectos de esta moda son las gafas de pasta, las bicicletas de estilo antiguo y huir de marcas de ropa muy comerciales.

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