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Martes, 14 de marzo 2017, 11:59
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Jordi y Mónica pusieron punto y final a la tercera temporada de 'Casados a primera vista', pero no así a su matrimonio. Ambos han decidido continuar con esta aventura que comenzó en el programa de Antena 3.
Después de que Jordi sorprendiera a Mónica con un regalo -el mineral favorito de la joven-, la valenciana comenzó a ver a su pareja de programa con otros ojos. Aún así, la modelo no conseguía amoldarse a su vida en Cervera, prefiriendo vivir en Barcelona.
Ninguno de los familiares de Mónica, y más concretamente su padre y su abuela, veían futuro a la relación porque, según ellos, «Jordi se lo toma todo a guasa». De hecho, la abuela, como recoge 'Chance', aconsejó a su nieta que no siguiese adelante porque «sería una interrupción de tu carrera ubicarte en Cervera y a él tampoco le veo en Valencia... Yo antepondría mi carrera al amor».
Por su parte, Jordi ha sido capaz de quitarse la «coraza» y le ha expresado sus sentimientos a Mónica, dándole todo el cariño que lleva en su interior, a pesar de que en un principio creyó que «era una pija y tonta, y me he dado cuenta de todo lo contrario», como reconoció el concursante a un amigo.
Pero en el momento de la despedida, Jordi se declaró y reconoció estar «adicto a ti. Creía que era de piedra pero he visto que gracias a ti que me equivocaba».
Tanto la abuela de Mónica como Vicente, el amigo de Jordi que le veía como un fiestero sin ganas de compromisos, se han confundido y esta pareja finiquita la tercera edición de 'Casados a primera vista', donde la mitad de las parejas finalistas han decidido continuar con su relación.
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