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Jueves, 2 de octubre 2014, 12:03
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Clooney y Alamuddin se casaron en Venecia la pasada semana y al enlace acudieron cien invitados que, como viene siendo constumbre, se llevaron el consiguiente regalo, aunque en este caso fuera algo cursi.
La mayor parte de los invitados eran rostros conocidos de primerísima clase que se llevaron como regalo de los novios un marco con una foto suya. Nada de champagne caro ni de ostentaciones vacías sino un emotivo detalle. Detrás del marco, se podía leer: estamos realmente contentos de poder contar contigo. Has recorrido un largo camino para poder estar aquí hoy y haremos que tu viaje merezca la pena. Muchas gracias por acompañarnos en un día especial. Es muy importante para nosotros.
El retrato de los novios iba acompañado por una bolsita que contenía una guía con sugerencias sobre qué hacer en Venecia y cómo disfrutar mejor de sus románticos canales. Además, también tenían un horario con las actividades propuestas por la pareja para ese día.
Al margen de regalos e indicaciones, los novios pedían a sus invitados que dejaran sus teléfonos y cámaras en el hotel y, en caso de ser imposible, lo podían dejar en un pequeño cuarto creado especialmente para la ocasión. El único objeto de esta medida era evitar las filtraciones de fotos a la prensa, pero Clooney fue más allá y entregó un teléfono con código a cada uno de los presentes para que así pudieran tener fotos de recuerdo pero, eso sí, si se filtraban, sabrían quién había sido debido a la numeración asociada al dispositivo.
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