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Vicente Andrés, momentos antes de la entrevista. Henar Sastre
«Estamos en una región más rica que nunca y hay 80.000 empleos menos»

«Estamos en una región más rica que nunca y hay 80.000 empleos menos»

El secretario general de CC OO, Vicente Andrés, analiza la salida de la crisis y sus efectos en el ámbito laboral

Elisa Campillo

Valladolid

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Miércoles, 29 de noviembre 2017, 22:10

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A principios del pasado mes de junio los delegados regionales de Comisiones Obreras (CC OO) eligieron a su nuevo secretario general. Vicente Andrés (Valladolid, 1963) tomó entonces el relevo de Ángel Hernández ‘Gelo’, un histórico del sindicato. Después de 17 años al frente de la secretaría de Acción Sindical, Andrés encabeza desde hace seis meses la estructura regional de CC OO.

Hace justo seis meses estaba tomando posesión de su nuevo cargo como secretario regional de CC OO. Entonces se confesaba un poco asustado. ¿Se le ha pasado ya el susto?

–Voy remontando, pero todavía estoy en un periodo de rodaje. Yo creo que tiene que pasar un poquito más de tiempo, hasta un año, para hacerme a pleno rendimiento con la secretaría. Es una responsabilidad muy grande. Tenemos casi 60.000 afiliados, 5.500 delegados, 180 convenios colectivos que negociar que afectan a casi medio millón de trabajadores. Es una organización muy grande, que mueve mucho la economía y la política y esto me lo tomo con mucha responsabilidad y con mucho respeto. Cada día es un reto.

¿Han pasado muchas cosas en estos meses?

–Sí, han pasado y están pasando cosas importantes. Primero en el orden interno, ha habido un cambio en la dirección del sindicato a nivel nacional y también en Castilla y León. Han salido los que crearon el sindicato, como [Ignacio Fernández] Toxo y Gelo, y todos los que estamos ahora somos ya hijos de la democracia. El sindicato ha hecho ese cambio tan temido y yo creo que se ha pasado el testigo muy bien. En el orden externo, es un momento muy importante para la economía porque estamos configurando la salida de la crisis y porque tenemos un problema territorial que es el nuevo sistema de financiación autonómica.

¿La sombra de Gelo es alargada?

–Gelo ha dejado el listón muy alto, hay que tener en cuenta que estuvo 14 años de secretario general. Yo he estado con él desde el primer momento y se han vivido momentos muy importantes, de expansión y de crecimiento de la economía y del sindicato, de una crisis y un retroceso en derechos de los trabajadores, y él y su equipo hemos respondido. Ahora deja un vacío que no sé para los demás, pero yo antes le llamaba por teléfono después de cada de negociación y le decía ‘oye, Gelo, esto ha ido así, que sepas que voy a tirar por aquí, qué te parece’, y eso ya no lo hago. Pero bueno, más allá de lo sentimental, afortunadamente el sindicato es superador de las personas. Yo todavía colaboro con él, sigue haciendo cosas, y prácticamente dos días a la semana hablamos. Ahora nos vamos los dos a América Latina. A Chile, Uruguay, Argentina... a hacer planteamientos de difusión de nuestro modelo de diálogo social y a buscar alianzas para hacer una cátedra de sindicalismo del diálogo social de carácter internacional. Vamos a hablar con profesores universitarios, vamos a hacer un gran trabajo. Él sigue trabajando mucho.

Se le ve ilusionado con este proyecto de América Latina...

–Es apasionante, porque nuestro modelo de diálogo social es muy potente. La OIT mide el diálogo social en distintos formatos y establece distintos modelos de negociación. En Castilla y León hemos ido al modelo duro, en el que el gobierno cede parcelas de decisión y de poder para negociar políticas sociales y laborales con nosotros. Ahora vamos a exponérselo a nuestros amigos latinoamericanos. Nada es miméticamente trasladable, hay que tunearlo en cada sitio, pero nuestro modelo es muy bueno y queremos extenderlo. Nuestra cátedra está orientada desde el punto de vista científico, no ideológico, es decir: qué papel juegan los sindicatos en la sociedad, cómo influyen en la economía... Es un título propio de la Universidad de Valladolid que queremos extender al conjunto de América Latina para hacerlo vía ‘on-line’.

«El sindicato ha hecho ese cambio tan temido y se ha pasado muy bien el testigo»

En Castilla y León todos coinciden en mostrarse orgullosos de cómo practican el diálogo social...

–Aquí hay dos fuentes de distribución de la riqueza, una es a través de la negociación colectiva, que es una conquista del movimiento obrero del siglo XIX, en la que se trata de aumentar los salarios, mejorar las condiciones de trabajo y generar más empleo. La otra fuente es lo que los gobiernos gestionan a través de sus presupuestos, gracias a los impuestos de los ciudadanos. Ahí es donde nosotros queremos influir y estamos influyendo, y el objetivo es que el gasto público se concentre en políticas de protección a la ciudadanía, de estímulo al empleo, de desarrollo empresarial... Queremos intervenir, meternos en las instituciones, en los despachos, en aquellos sitios donde se hacen decretos, leyes, órdenes, convocatorias. El diálogo social es una conquista nueva del mundo sindical, y también hemos encontrado un gobierno que ha sido receptivo a eso, porque lo particular de esto es que el de Castilla y León es un gobierno de mayorías absolutas, por lo que también ha habido una predisposición por parte de Juan Vicente Herrera a compartir decisiones con nosotros.

Hasta hace poco estaba al frente de la secretaría de Acción Sindical. ¿Cómo ha sido el cambio?

–Mi vida sindical ha cambiado. Yo he estado 17 años en la unión regional, donde hemos estado construyendo el modelo de diálogo social y hemos abarcado crisis empresariales como Fontaneda, Puertas Norma, etcétera. Yo he estado siempre en las negociaciones, que es donde está el sindicalismo de alto voltaje. Todo eso lo he perdido, que es lo que me ha gustado mucho, era lo que yo siempre he sabido hacer. Ahora el papel es otro. Eso que hacía yo ahora lo hacen otras personas y mi trabajo es más global, no solo de la negociación y de gestionar los conflictos, sino en todo su ámbito interno, en las finanzas, en los servicios, en los afiliados, en la proyección en política general del sindicato, en presupuestos y fiscalidad... He tenido que abrir del todo el perímetro de reflexión, y eso requiere aprender cosas que antes no conocía, estudiar más, leer más.

La salida de la crisis

¿Qué es lo que más le preocupa ahora mismo?

–El foco de atención es cómo se está configurando el mercado de trabajo a la salida de la crisis. Tras la Segunda Guerra Mundial se configuró una sociedad basada en el estado de bienestar. Eso se ha quebrado con la crisis con y con las políticas de austeridad. Se ha dibujado un nuevo escenario que está siendo muy malo para los trabajadores. Estamos ya prácticamente en la misma riqueza que en 2008, la renta per cápita de Castilla y León es la más alta de la historia, los beneficios empresariales están aumentando... Estamos en una región más rica que nunca y sin embargo hay 80.000 empleos menos. Hay mucha más precariedad. Aproximadamente hay 350.000 personas, de los 800.000 trabajadores por cuenta ajena, casi la mitad, que entran y salen de desempleo, son nómadas laborales. La recuperación económica está llegando pero solo para algunos. Durante la crisis aceptamos hacer expedientes de regulación, recortar salarios para mantener empleo y salvar las empresas, pero ahora toca devolver esa política. Otra cuestión que nos preocupa mucho es el tema de los presupuestos: hay más dinero que nunca y sin embargo el Gobierno autonómico tiene 800 millones menos para gastar con los ciudadanos. Y eso tiene consecuencias en la sanidad, en la educación, en las infraestructuras, en las inversiones. Hay menos dinero, y eso es porque el momento de crecimiento económico se aprovecha para bajar impuestos, y bajar impuestos solo beneficia a los ricos. Por eso creemos que es necesario un pacto fiscal. Pero si hay algo que nos preocupa más es la financiación autonómica. El señor [Cristóbal] Montoro ha dicho que en los Presupuestos de 2018 va a haber un nuevo modelo. Esto se va a abordar después de las elecciones catalanas. Si ganan los constitucionalistas se va a meter bastante dinero en Cataluña para que la ciudadanía perciba que la conexión con el Estado tiene beneficios. Pero ¿de dónde lo van a sacar? O meten más dinero en la cesta de reparto o se saca de lo que ya hay, y si es así nosotros vamos a salir perjudicados.

Cuándo escucha que hemos salido de la crisis, ¿qué opina?

–De la crisis económica sí que hemos salido, porque llevamos cuatro años de crecimiento económico, para el año que viene también se espera, ya hemos superado el PIB de 2008. Ya somos más ricos que antes, eso es verdad. Pero de la crisis social no hemos salido, porque hay más pobres, más precariedad. Cuando dicen que en Castilla y León solo tiene el 14% de desempleo es verdad, pero claro, alguien que tiene un contrato de una hora ya no es un desempleado. Habría que cambiar los indicadores y calcular el desempleo sobre jornadas completas, porque una persona que trabaja una hora al día tiene un empleo, pero un empleo absolutamente precario, insuficiente para mantener un nivel de vida acorde con el siglo XXI. Por lo tanto se ha salido de la crisis, sí, pero se ha salido mal.

Henar Sastre

¿En qué asuntos del diálogo social van a poner el acento este año?

–En muchos, pero hay cuatro principales. Queremos hacer mucho hincapié en un sistema de empleo y protección a las personas de más de 55 años damnificadas por la crisis, parados de larga duración que, si tienen los años de cotización suficientes, a los 61 años se van a jubilar, porque o se jubilan o no tienen ningún ingreso. Queremos proteger a esas personas, calculamos que son entre 8.000 y 9.000 en Castilla y León, que después de toda la vida trabajando van a tener pensiones bajísimas. Por ello, planteamos que se hagan contratos de un año en las entidades locales para retrasar la jubilación y que la reducción sea menor. Otra actuación en la que queremos meternos con fuerza es en el tema de la dependencia, introduciendo nuevas tecnologías como la teleasistencia avanzada, con cámaras para reforzar la comunicación permanente e interactiva entre el usuario y los centros de acción social, para saber la evolución casi al minuto de cada persona. Además queremos reducir el copago, porque la última tabla es de 2011. La tercera línea es el tema de la igualdad, porque la brecha salarial sigue abriendo y hay que fomentar la conciliación laboral y familiar. Y también queremos abordar la bajada de las tasas universitarias, porque somos la tercera comunidad más cara. Este año han bajado el 5%, pero nos parece escaso e insuficiente.

Aunque CC OO tiene distintas estructuras territoriales, el sindicalismo empieza en cada centro de trabajo. ¿Cómo de importante es trabajar desde abajo?

–En España tenemos un modelo sindical muy potente, hay pocos como el nuestro. Aquí hay elecciones sindicales y nosotros estamos legitimados por votación. Los gobiernos, los parlamentos y los sindicatos somos los únicos que pasamos por las urnas. Además, estamos metidos en muchísimas empresas. Vas a una gasolinera donde hay cinco trabajadores y hay un representante de un sindicato, vas a un hotel y hay un delegado, en cualquier comercio de ocho o diez trabajadores pasa lo mismo. Luego también estamos en Administración Pública y en las grandes empresas. Pero el sindicato le da el valor añadido a la pequeña empresa y eso solo ocurre en España. Por otro lado, tenemos un modelo de negociación colectiva solidario, es decir, nosotros negociamos un convenio, por ejemplo, para las tintorerías, y estén o no afiliados los trabajadores ese convenio es para ellos y es de obligado cumplimiento, salvo que la empresa haga un convenio de empresa. Además, la cobertura de negociación colectiva es muy potente. Aquí los trabajadores están representados en los convenios de empresa estén afiliados o no, lo que por otro lado desincentiva la afiliación, que en otros lugares es mayor porque los convenios solo se aplican a los afiliados.

Dos secretarios generales

Lleva apenas seis meses en el cargo pero ya ha coincidido con dos secretarios generales de CC OO. ¿Qué diferencias ve entre Ignacio Fernández Toxo y Unai Sordo?

–Siempre digo que el sindicato está por encima de las personas. Nosotros nacimos en plena dictadura. Durante la ‘huelgona’ de Villablino se organizó una comisión obrera que cuando acabó la huelga decidió no disolverse. Ese germen se fue extendiendo por todo el país, así que decidimos meternos en el sindicato vertical y trabajar desde dentro del sistema. Fue una decisión histórica acertada, y cuando vino la democracia decidimos que aparte de ser un movimiento sociopolítico íbamos a constituirnos formalmente como sindicato, otra decisión acertada. Ahora otro punto de inflexión ha sido que se van los que tomaron esas decisiones y vienen los hijos de la democracia. Y yo creo que tenemos una cultura que da continuidad. Unai responde a una cultura de innovación y de adaptación permanente a la que representa muy bien, se maneja bastante bien en el ámbito de las tecnologías, tiene clara la visión de futuro, hacia dónde va el mercado de trabajo y cómo el sindicato debe intervenir en las empresas y frente al Gobierno. Yo creo que el sindicato, en esa escalada permanente, ha dado un paso hacia adelante. El nuevo modelo del sindicato va por muy buen camino.

«Parlamentos, gobiernos y sindicatos son los únicos que pasan por las urnas»

Este año habido un tema que ha estado por encima de todos, que se ha colado en todas las conversaciones y que ha llegado incluso a condicionar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. ¿Hasta qué punto todo el debate acerca de Cataluña ha obstaculizado el que se hable de otras cosas?

–El debate de Cataluña ha eclipsado todo el tema de la corrupción, de la salida de la crisis, del nuevo modelo que se crea de precariedad... Todo eso se ha orillado para afrontar un problema territorial importante, y eso ha perjudicado gravemente a la sociedad española, a los trabajadores y a la democracia. El problema es que esto no acabado. ¿Va a haber financiación autonómica? Veremos. ¿Va a haber Presupuestos Generales del Estado? Veremos. Está todo tan condicionado que nada se mueve. Y ante esos temas de élite política los trabajadores y los ciudadanos siempre perdemos, porque nuestros problemas no se atienden, se atienden otros como la integridad de España. Nosotros no estamos de acuerdo, ni nuestro sindicato en Cataluña, ni con la declaración unilateral de independencia ni con hacer huelgas generales. Pero el que solo se hable de ese tema ha sido nefasto para todo lo demás. Y la decisión del Gobierno de retrasar los presupuestos es gravosa para la economía, porque las decisiones se paralizan y si las cosas se paran durante seis meses luego se pierde el tren.

Permítame que terminemos por el principio. Se afilió al sindicato muy joven, a los 14 años. ¿Qué le lleva un chaval de esa edad a tomar conciencia de la importancia de la acción sindical?

–Yo trabajaba en un comercio de Valladolid, porque entonces era legal trabajar con 14 años. Entré en noviembre y me afilié en enero. Lo que me llevó a afiliarme fue que el sindicato estaba en la empresa. Recuerdo que eran dos compañeras y un compañero, y me dijeron que si me quería afiliar, que eso servía para defendernos. Y también por la trayectoria personal, porque mis abuelos y mis tíos eran delegados sindicales en su momento. Desde primer momento empecé a ir a la sede del sindicato, no me valía solo con ver los problemas de nuestra tienda, yo quería participar en el sector y en el sindicato. Yo era un niño y veía a los mayores, a todos estos barbudos de aquella época, entre humo, en despachos pequeñitos, y observaba cómo se organizaban, cómo hacían los análisis. Fui a una escuela muy potente, estaba todo el día metido en el sindicato, empapando mi cabeza de sindicalismo. Y me enganché. Desde ese momento cogí responsabilidad, fui secretario de la Juventud del Sindicato de Comercio de Valladolid con 15 años. Como era recadero del comercio me fui organizando y hablando con los recaderos y aprendices de otras tiendas. Era lo que me ilusionaba. Y hasta ahora. No lo he dejado, siempre he estado en el sindicato. Aunque nunca he cobrado del sindicato.

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