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Entrega de diplomas a los alumnos de un curso de panadería y bollería en Gullón, en septiembre del pasado año.
De alumno en paro a trabajador suficientemente preparado

De alumno en paro a trabajador suficientemente preparado

Las empresas de Castilla y León contratan al menos al 70% de los desempleados que forman en sus instalaciones

Javier García Escudero

Lunes, 30 de enero 2017, 14:08

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La formación de los desempleados para ayudarles a encontrar un empleo se ha demostrado como una herramienta eficaz en el objetivo de insertar a los parados en el mercado laboral. Si además esa preparación la imparten las propias empresas con el compromiso explícito de ofrecer posteriormente un empleo, aunque sea temporal, al menos a la mitad de los alumnos que formen, la inserción resulta algo más fácil.

La Consejería de Empleo de la Junta parte de esa premisa y ha publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) del pasado 28 de diciembre de 2016 una nueva convocatoria de subvenciones para el denominado Programa de Formación Profesional Específica con Compromiso de Contratación, dotado con 1.250.000 euros y con un plazo de solicitud abierto hasta el próximo 31 de mayo.

El programa financia las acciones de formación profesional para el empleo que desarrollen empresas y entidades privadas sin ánimo de lucro que tengan la necesidad de incorporar nuevos trabajadores en sus centros actuales o de nueva implantación en la comunidad de Castilla y León, pero con la contraprestación de que contraten al menos al 50% de los alumnos, y que también lo hagan durante un periodo mínimo de seis meses si la jornada laboral se desarrolla a tiempo completo.

Los destinatarios de las subvenciones deben ser desempleados inscritos que no hayan tenido vinculación laboral con la empresa beneficiaria en el año anterior al inicio de la acción formativa. La formación busca la mejora de la empleabilidad de los parados al ayudarles a adquirir un nivel de cualificación profesional adaptado a las demandas empresariales a través de cursos específicos. Las acciones formativas siempre deben desarrollarse dentro de la comunidad de Castilla y León.

Unos buenos resultados

La nueva convocatoria del Programa de Formación Profesional Específica con Compromiso de Contratación es la tercera de estas características que ha puesto en marcha la Consejería de Empleo, apoyada también en los esperanzadores resultados que han ofrecido las dos anteriores.

El importe disponible en la convocatoria de 2014-2015 fue de 2.800.000 euros, con un montante concedido de 1.218.691 euros a las 19 empresas o entidades participantes, que formaron a 499 trabajadores desempleados. 366 de esos alumnos fueron posteriormente contratados al menos seis meses, el 733% del total, lo que supuso en conjunto algo más del 23% superior a la mitad exigible por las bases de la convocatoria.

Los resultados de la segunda convocatoria (2015-2016) aún no son definitivos porque el programa se encuentra en su fase de liquidación y la Consejería de Empleo aún no ofrece los datos finales de ejecución. No obstante, los datos provisionales señalan que el importe convocado fue de 1.050.000 euros y que el concedido se quedó en 689.232 euros, con la participación de 13 empresas. Los alumnos formados fueron en esta segunda oportunidad 387, y 262 los contratados (67,7%). Entre ambas convocatorias, 886 alumnos insertos en programas de formación y 628 contratados por las 32 empresas participantes (70,8%).

El programa de formación ha hecho fortuna entre algunas de las principales empresas de la comunidad, que encuentran acorde a sus intereses la posibilidad de ofrecer a los demandantes una serie de conocimientos que posteriormente repercutirán de manera práctica en la tarea laboral que tendrán encomendada. Galletas Gullón, en Palencia; Castella de Carnes, en Burgos, Bionatur, en Soria; o Faurecia Asientos de Castilla y León y Reydel, en Valladolid, son algunos notables ejemplos que pueden encontrarse en sectores que van en esos casos desde la industria agroalimentaria a la producción de flores o la automoción.

Dos ejemplos

Gullón aprovechó el septiembre pasado una visita del consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, a su fábrica de Aguilar de Campoo (Palencia) para proclamar que la formación resulta básica para competir con las multinacionales del sector, y de paso para anunciar que acababa de contratar a los 30 alumnos participantes en el curso de panadería y bollería. El compromiso con la Junta al acogerse al programa de formación solo le exigía que se quedara con la mitad, pero la galletera no quiso dejar a nadie fuera.

Reydel, empresa auxiliar del automóvil radicada en Medina de Rioseco, también ha hecho uso de este programa en sus dos convocatorias. En la primera contrató a 29 de los 30 alumnos, y a 20 de 30 en la segunda, con un contrato de un año, según marca su convenio. «Es un programa beneficioso para las empresas porque nos permite una formación que nos sirve después, resulta una fuente de selección muy útil y es recomendable para cualquier empresa que tenga capacidad en estos momentos», concluye por su parte Joaquín Espinosa, director de Recursos Humanos de Reydel.

Un consejero satisfecho

El consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, acostumbra a recorrer aquellas empresas con alumnos incluidos en programas de formación que promueve y financia la Junta de Castilla y León. Carriedo resalta, entre los distintos programas, la buena acogida que han tenido en las dos primeras convocatorias las subvenciones a empresas para la formación profesional específica de desempleados con el posterior compromiso de contratación. «Cuando he visitado esas empresas me han transmitido una impresión extraordinaria de cómo funciona este programa. Primero, para el alumno es muy motivador, porque no solo se están formando, sino que además tienen la oportunidad cierta de que van a ser contratados. Y para las empresas resulta muy útil porque no necesitan estar buscando en el mercado personas con una capacitación similar a lo que requieren, sino exactamente lo que necesitan porque la formación para el empleo se la han proporcionado ellas», explica.

Fernández Carriedo valora también que los alumnos puedan obtener una formación cualificada al disponer las empresas de maquinaria o tecnología de alto nivel, algo que no siempre se encuentra al alcance de los centros de formación de la Junta. «Las empresas tienen también procesos de los que nosotros carecemos, y resulta palpable que la industria 4.0 y los cambios tecnológicos exigen cada vez en mayor grado la mejor formación posible para el empleo», concluye.

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